Clara escribió:
carb escribió:
En el número correspondiente de Blanco y Negro se hace una crónica muy "peculiar" al gusto de la época de la boda de los Reyes, a ver si alguien "aguanta" leerlo todo, es bastante incómodo hacerlo pero resulta muy curioso...y un dato...¿se echa en falta algo? ni siquiera se menciona la ceremonia ortodoxa ...
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.e ... 05/19.htmlYa os habló Carb en su momento del número de "Blanco y Negro" dedicado a la boda. También Portablito resaltó la censura de la época, muy sufrida por el Conde de Barcelona pero muy palpable especialmente en la cobertura de esta boda. Como no, aquellas mentes de los que gobernaban entonces veían como una aberración ser ortodoxo o ser sobrina o hija de un supuesto masón. Olé. Eso sí, al crucero "Canarias" y a su almirante al cargo les dedicaron un porrón de páginas (nada menos que 9).
Me ha soprendido que uno de los fotoperiodistas a cargo de la cobertura del evento (intuyo solo fotos) fuese Enrique Meneses, uno de los grandes, de los que marcó hitos tales como irse a Sierra Maestra durante 4 meses enviado por París Match a entrevistar a Fidel Castro en plena revolución. De hecho es gracioso porque en su libro contaba que Fidel y su hermano aborrecían el comunismo y estando en las columnas revolucionarias, mantenían discusiones por carta con el Che Guevara acerca del marxismo. Tanto discutían que, según él, parecían una panda de locos burgueses, niños bien cabreados en mitad de la selva. El episodio más rocambolesco que vivió, sucedió cuando en Sierra Maestra se enteraron que una de las cartas de Raul Castro al Che había llegado a Batista (éste las había utilizado para la campaña en contra de los Castro) y Fidel salió gritando que iba a fusilar a su hermano. Era hilarante la sorna que utilizaba para retratar todo aquello que hoy en día es concebido por algunos como una gesta gloriosa.
Enrique provenía de una familia de la aristocracia de Palencia. Se crió y formó fuera de España y, cuando empezó a abrirse camino aquí, fue muy censurado. De hecho durante los años de la dictadura trabajó básicamente para medios internacionales en Norte y Sudamérica y en Europa. Así estuvo hasta que con un prestigio y reconocimiento innegables, consiguió crear sus propias agencias y volvió a España para comenzar a trabajar en ABC. Pero obviamente, hasta el 76, no pudo librarse de que sus textos y fotos pasasen por el censor de turno.
En fin, que os traigo aquel número que se conserva en la hemeroteca de ABC para que lo tengamos en el foro.
Me permito citar a Carb y a mi misma, porque no salgo de mi asombro con la tipeja esta que nos está tocando padecer, gracias a aquí el otrora novio de la boda.
Asegurar que el dictador pergeñó la boda de JC y Sofía, intentar desmentir o poner en duda incluso las propias palabras de la Reina Sofía, todo lo que hurdió el Conde de Barcelona para lograr mantener al régimen lejos de su hijo y su nuera... La bilis estoy sacando. Más porque llevo desde anoche intentando recordar el nombre de un corresponsal que cubrió la boda, y no logro hacerlo. Pero él fue uno de los que más compartió, tras el fin de la dictadura, las encerronas del No-Do, los impedimentos que tuvieron revistas como Hola o diarios como La Vanguardia y ABC para contarnos la boda. Peñafiel podría corroborarlo incluso, si un mínimo de dignidad le queda, porque allí estuvo y lo padeció al volver.
Para el dictador, la Familia Real griega era una panda de herejes y sus hombres unos masones. Las esferas cercanas al régimen así llamaban a la entonces Princesa Sofía: hereje, cateta, la griega... No la quería como opción matrimonial para un JC al que creía haber moldeado a su antojo. El quería una de esas princesas rancias ultracatólicas, incluso diría que veía con muy buenos ojos a algunas de la rama carlista, encantadas con el régimen franquista. No me hagáis mucho caso porque esto no tiene ninguna base bibliográfica que pueda aportar.
La boda, todo lo referente a ella, se celebró a espaldas del dictador, porque así lo quiso Don Juan. De ninguna manera quería que él o alguien de su familia pudiese presentarse o participar de las celebraciones. De hecho Sofía fue preparada para cualquier panorama adverso que tuviese que enfrentar al llegar a España. No tuvo que hacerlo finalmente, porque siempre supo estar en su sitio e imponer respeto, pero no se libró de ser cuestionada, insultada y espiada por el núcleo duro del régimen.
Pero más allá de eso, subsiste lo que contaron aquellos corresponsales, que vieron como sus fotos fueron censuradas, como solamente ABC y pocos más, se atrevían a ofrecer detalles a diario; como sus crónicas de la ceremonia ortodoxa y civil fueron rebanadas y tiradas a la basura. Vuelvo a lamentarme por no recordar su nombre, aunque conserve intacta su imagen, pero ese corresponsal, que había cubierto la belleza de los cantos gregorianos y la danza de Isaías, llegó a decir que el dictador era tan simple que para él "ortodoxo suponía ser masón y masón ser comunista". Con eso lo digo todo. Nunca llegó a ver sus crónicas publicadas y mucho menos retransmitidas las imágenes captadas dentro del templo ortodoxo.
Que venga esta tarántula despechada, a pretender mancillar no sólo la vida de su amigo entrañable, sino también la de los demás, a quienes ni siquiera conoció... Mal rayo le parta. Solo espero que los medios no repitan las porquerías que cuenta como un dogma. He visto a gente sentada en programuchos de pago con más credibilidad que ella, que parece adolecer del síndrome Trump.
Juan Carlos, te puedes escupir bien las manos. Encima calladito, sin replicarle nada, ni siquiera para defender a la que ha sido Reina de España los mismos años que tú.