Otro célebre fantasma de la Torre...
MARGARET DE LA POLE, CONDESA DE SALISBURY, pertenecía a la realeza inglesa. Su padre, George Plantagenet, duque de Clarence, había sido hermano menor de dos reyes: Edward IV y Richard III. Su madre, Isobel Neville, era hermana de Anne Neville, esposa de ése Richard III. George duque de Clarence murió ejecutado por "aspirar al trono", al igual que lo sería años después su hijo varón Edward conde de Warwick, único hermano de nuestra Margaret.
Margaret, una bonita joven inteligente y devota, bondadosa y pía, parecía haberse salvado pese a que la sangre real fluía a borbotones por sus venas. El primer rey Tudor, Henry VII, el mismo que había mandado matar al hermano de Margaret, "tomó bajo su patrocinio" a la muchacha y la casó con Sir Richard Pole, un primo del monarca porque la madre de éste había sido medio hermana de la madre de Henry. Margaret de la Pole, condesa de Salisbury, ocupó una posición realmente importante en la Inglaterra de la época. Henry VIII y su primera mujer, Catherine de Aragón, la estimaban muchísimo, hasta el punto de que ella fue la madrina de bautismo de la princesa Mary -futura Mary Tudor- así como la encargada de presidir la casa de ésta.
Henry VIII se volvió contra su prima Margaret, a quien había respetado "no menos que a su propia madre", cuando la mujer tenía ya setenta años de edad. Era una anciana que no hacía daño a nadie, pero resultaba que sus hijos se habían enfrentado al rey a raíz del famoso divorcio de Henry respecto a Catherine para casarse con Ana Bolena. Dado que el hijo Reginald de la Pole estaba lejos del alcance del rey, pues, en su condición de cardenal, se había marchado a Roma, la "venganza" de Henry cayó sobre la pobre Margaret. La mujer asumió con mucha calma y sorprendente valentía su destino: cuando fueron a detenerla bajo la acusación de alta traición, declaró, con voz clara, que aquello resultaba ciertamente muy extraño pues ella no tenía idea de haber cometido el menor delito. Un juicio amañado la sentenció a morir decapitada en la Torre.
La decapitación de Margaret fue algo atroz. El hacha parece no haber estado bien afilada, de
modo que el verdugo hubo de emplearse a fondo para lograr separar la cabeza del tronco cortando el cuello. La mujer tuvo que sufrir muchísimo antes de alcanzar el descanso eterno.
Se supone que los guardias de la Torre han visto algunas veces a Margaret reviviendo su espantosa "triple decapitación".