Todo el mundo sabrá a estas alturas que se conocieron en Australia, durante los Juegos Olímpicos de Sídney, en el verano de 2000. El primer encuentro tuvo lugar en el pub 'Slip Inn' y debió ser tal el flechazo, que ambos consiguieron echar a andar y mantener una relación que se vivió muy, muy a distancia. El noviazgo fue secreto hasta que en noviembre de 2001 la prensa danesa, como no, lo dio a conocer y se inició cierta persecución. Mary no tardó mucho en abandonar su Australia natal y trasladarse a Europa para estar más cerca de Federico.

La Corte danesa medio confirmó la relación en febrero de 2002. Lo hizo al responder las dudas de la prensa respecto a si Mary se había hospedado en Amalienborg durante algún fin de semana. La respuesta fue afirmativa, pero la prensa fue más allá planteando la posibilidad de un compromiso entre la pareja. La Corte de entonces fue un tanto descortés al afirmar que "El Príncipe ha tenido antes visitas de algunas amigas y, este hecho, no significa que haya un compromiso a la vuelta de la esquina".

Durante ese tiempo, fue público y notorio que la Reina Margarita no terminaba de aceptar la relación y que se mostraba más bien escéptica. El historial amoroso de Federico tampoco ayudaba mucho, pero lo cierto es que éste había dejado caer más de una vez que, para él, Mary era la definitiva. Empezó a mostrarse en público junto a ella, asistiendo a la boda de algún amigo o saliendo con su entorno más cercano.

La situación cambió drásticamente en enero de 2003. Por primera vez, la pareja posó ante la prensa durante una regata en Tasmania.

Finalmente, el ansiado consentimiento de la Reina Margarita llegó un 25 de septiembre de 2003. La Reina anunció que comunicaría formalmente su consentimiento para la celebración de la boda en la siguiente reunión del Consejo de Estado, prevista para el 8 de octubre de 2003.

El día 8 llegó y, por fin, se celebró oficialmente el compromiso entre el Príncipe Federico y Mary Donaldson. Los medios fueron citados en Amalienborg donde la pareja celebró una pequeña rueda de prensa y posó junto a su familia.

Federico le regaló a Mary un anillo de oro blanco con dos rubíes y un diamante talla esmeralda que, claramente, recuerda la bandera de Dinamarca.

Pues como dije, ese mismo 8 de octubre la Reina Margarita ofreció una cena a su Gobierno y a los miembros que formaban parte del Consejo de Estado. La velada tuvo lugar en el Palacio de Fredensborg y, aparte de la Familia Real, John Donaldson y Susan Moody, también asistieron las hermanas de Margarita: la Reina Ana María de Grecia y la Princesa Benedicta.

Esa noche, Mary lució por primera vez la pieza obsequiada por su suegro, el Príncipe Henrik, con motivo del compromiso. Un collar de dos hileras de perlas blancas y negras de Tahití.