La Gran Escalera: Es la entrada directa que conduce a los Salones de Estado. Fue diseñada por John Nash y está dotada de cierta teatralidad, inspirada en los trabajos previos del arquitecto en los teatros de Londres. La Reina Victoria ordenó decorar las paredes de la parte superior con retratos de miembros de su familia. Éstos incluyen a sus abuelos Jorge III y la Reina Carlota, por Sir William Beechey; a sus padres, los Duques de Kent, por George Dawe y Sir George Hayter; y a su inmediato predecesor, su tío Guillermo IV, por Sir Thomas Lawrence.

Dos de las esculturas que decoran la escalera, fueron encargadas por la Reina Victoria como regalo de cumpleaños para su esposo, el Príncipe Alberto. También se pueden encontrar obras de Richard James Wyatt, y del escultor belga Jean Geefs, que representan a dos de las ninfas de la diosa Diana.

Salón de Baile: Construida en 1855, esta enorme sala era conocida como el Salón de Baile y Conciertos. Para amenizar las veladas, fue construida una galería para los músicos que siguen ocupando hasta el día de hoy en las cenas de Estado y en las ceremonias de investidura. Los extremos del salón están decorados con dos tapices que son parte de una serie que cuenta la historia de Jasón, de la firma francesa Gobelins. Los seis paneles restantes de la serie se encuentran en la Gran Sala de Recepción del Castillo de Windsor.

Presiden la sala dos tronos y un gran dosel flanqueado en la parte superior por columnas y estatuas de yeso de William Theed, creando un arco triunfal. Las estatuas aladas en la cima del arco sostienen un medallón con los perfiles de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto. El dosel del trono es originario de 1916. Fue realizado con pesados tapices de terciopelo bordados en oro que provenían del dosel imperial -o shamiana-, utilizado para la aparición del Rey Jorge V y la Reina María en el Delhi Durbar de 1911 celebrado en Delhi, la India. Las borlas fueron confeccionadas por la firma londinense Heal & Sons en 1967. Los dos tronos son los originales utilizados en la ceremonia de coronación del Rey Eduardo VII y la Reina Alejandra en 1902, creados por los parisinos Carlhian & Baumetz.

La decoración de la caja que contiene el órgano es todo lo que sobrevive del elaborado diseño que realizó el Príncipe Alberto junto a su asesor artístico, Ludwig Grüner, para la sala. Henry Cephas Lincoln suministró el órgano para la Sala de Música del Pabellón de Brighton en 1817, bajo el encargo de Jorge IV, y fue trasladado al Palacio de Buckingham después de su venta en 1848.

El Comedor de Estado: en los diseños de John Nash para el primer piso de palacio, mostraba la intención de abrir una Sala de Música en el extremo sur de la nueva Galería de Pinturas que tuviese un diseño prácticamente idéntico al de la sala de la planta baja. Abajo pretendía que el Vestíbulo de Mármol se abriese a un comedor. Aunque la nueva Sala de Música y el comedor estaban muy avanzados en el momento del despido de Nash en 1830, Guillermo IV le pidió a su sucesor, Edward Blore, que proporcionara un nuevo Comedor de Estado en la primera planta, anexo a las salas construidas por Nash frente al jardín. Esta decisión implicó derribar y transformar la Sala de Música en un comedor aproximadamente 6 metros más al oeste. El trabajo de construcción se llevó a cabo en 1833 y 1834.

Cuando la Reina Victoria llegó a Buckingham en 1837, esta sala se encontraba inacabada. Amante de la comida y defensora de la celebración de cenas de etiqueta, Victoria no tardó en mandar completar el trabajo, colgar los cuadros en las paredes y agregar su monograma sobre las puertas. Así podemos encontrar los retratos de Jorge III y la Reina Carlota o de Federico y Augusta, Príncipes de Gales.

Una de las piezas que solía utilizarse y aún se utiliza para engalanar la mesa, es un templo árabe plateado, dorado y esmaltado que alberga una fuente bajo una cúpula abovedada. Tres caballos árabes dirigidos por dos moriscos, la custodian sobre un montículo de piedra cubierto de vegetación y pequeñas palmeras con figuras de perros, pájaros y lagartijas. La bomba de la fuente está contenida en la cúpula del templo y el agua drena en una serie de piscinas que hay en la base. El flujo de agua, que funciona únicamente por presión, se regula girando la boquilla de la fuente.

Esta fuente de mesa fue encargada por la Reina Victoria y el Príncipe Alberto en 1851 y se mostró, para alabanza universal, en la exposición de Dublín de 1853 y nuevamente en 1855 en París. La idea pareció haber surgido conjuntamente de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto en enero de 1851, ya que ella misma registra en su diario su primer encuentro con Edmund Cotterill en esa fecha. La estructura arquitectónica de la pieza central, modelada por Edward Lorenzo Percy, está inspirada en el Palacio de la Alhambra de Granada con su distintivo enlucido de "nido de abeja". Los caballos fueron modelados por Cotterill utilizando como modelos a tres de los equinos de raza árabe de la Reina. Las plantas exóticas alrededor de la base, fueron creadas por William Spencer utilizando como referencia las que se encontraban en los Jardines de Kew.

Esta pieza fue utilizada durante todo el reinado de la Reina Victoria y se puede observar sobre la mesa en una acuarela de la cena celebrada por su Jubileo de Oro en junio de 1887. Según uno de los sirvientes de la Reina que publicó un libro sobre la vida en el Castillo de Windsor en 1897, la fuente se llenó y bombeó agua de colonia en lugar de agua.

La Sala Azul: diseñada por John Nash, originalmente sirvió como salón de baile del palacio, hasta la adición del actual en 1855. Se exhiben una serie de piezas de Sèvres compradas por Jorge IV para Carlton House, entre ellas, un jarrón magníficamente pintado y esmaltado. El fabuloso reloj astronómico sobre la repisa de la chimenea contiene tres diales de esmalte que indican las horas de salida y puesta del sol, el estado de la luna y los signos del zodiaco.

La pieza más importante en esta sala es la Mesa de los Grandes Comandantes de la Antigüedad, que tiene una superficie circular realizada en porcelana por la fábrica de Sèvres. La parte superior contiene retratos de grandes líderes, desde Alejandro Magno hasta Julio César, Aníbal y Pompeyo, delicadamente pintados por los artistas Louis-Bertin Parant y Antoine Béranger. La mesa fue encargada en 1806 por Napoleón en el apogeo de su éxito. No fue terminada hasta 1812 y permaneció en la fábrica de Sèvres hasta después de la derrota de Napoleón en 1815. En 1817, Luis XVIII presentó la mesa como obsequio a Jorge IV en agradecimiento por la victoria aliada sobre el Emperador. Rápidamente se convirtió en una de las posesiones más preciadas del soberano inglés apareciendo en muchos de sus retratos estatales.

Ilumina la sala un conjunto de cuatro lámparas de cristal y ormolú con dieciocho luces cada una. Su diseño se basa en una serie de cinco círculos de ormolú decorados con palmetas que se elevan uno encima del otro en niveles decrecientes.

La sala está amueblada con cuatro sofás de nogal dorado, tallados y montados sobre patas de león. Los apoyabrazos están decorados con hojas y cabezas de león y los rieles con motivos de conchas y de hojas de roble. Los cuatro están tapizados con damasco de seda azul. Según los registros, este conjunto fue adquirido en 1812 y 1814 en dos pares separados para amueblar Carlton House.

La Sala de Música: es la sala central del frente oeste del palacio, dando a los jardines y justo encima de la Sala del Mirador de la planta baja que da acceso a éstos. Tradicionalmente es utilizada para los bautizos reales, así como para agasajar a los mandatarios al encontrarse cerca del Salón de Baile donde tienen lugar los banquetes de Estado. Los tres hijos mayores de la Reina fueron bautizados aquí.

Los sillones y sofás fueron suministrados por Georges Jacob al Rey Jorge IV para Carlton House. Los jarrones Sèvres también fueron adquiridos por el Rey, e incluyen un buen ejemplo de un jarrón à panneaux, completo con escenas marítimas. El piano de cola, de John Broadwood & Sons, sugiere el uso de la sala para recitales ocasionales.

El Salón Blanco: es una de las Salas de Estado más íntimas del Palacio de Buckingham. Se usa regularmente para audiencias, pequeñas reuniones o entrega de Cartas Credenciales. En las audiencias, la Reina ingresa en ella a través de una puerta oculta a modo de espejo y gabinete. Una de las piezas más identificables de este salón es un escritorio de Riesener, así como el magnífico piano dorado de Erard, adquirido por la Reina Victoria. El escritorio con tapa enrollable de Jean-Henri Riesener, probablemente fue realizado para una de las hijas de Luis XV antes de ser comprado por Jorge IV en 1825. Con una hermosa marquetería de trastes, los cajones inferiores solo se pueden abrir una vez abierta previamente la tapa, típico del trabajo de Riesener.

El llamativo piano dorado fue suministrado por S&P Erard. En él se añadieron elementos de un piano anterior propiedad de la Reina Victoria. Tanto el Príncipe Alberto como ella eran amantes de la música y la convirtieron en el centro de sus veladas familiares instalando pianos en todos sus apartamentos privados. Los dos pares de gabinetes con paneles con incrustaciones que representan flores y pájaros fueron adaptados en la sala en la década de 1830. Detrás de uno, en la esquina noroeste de la habitación, hay una puerta oculta que proporciona un medio discreto para que la Familia Real ingrese o abandone las Salas de Estado.

Sobre la chimenea podemos ver uno de los retratos más conocidos y sofisticados de la Reina Alejandra. Pintado por el artista francés François Flameng en 1908, la Reina luce la pequeña corona de diamantes realizada para la Reina Victoria en los últimos años de su reinado. Sentada en un escalón de piedra, mirando directamente al espectador, con un vestido de seda blanca y una gasa diáfana. Resaltan la banda y la placa de la Orden de la Jarretera, una gargantilla de brillantes realizada por Cartier en 1904 y el Koh-i-nûr como broche. Inicialmente el retrato colgó de las paredes del Castillo de Windsor, hasta que fue trasladado al Palacio de Buckingham en 1949.