Un año después, en 1973, Lilibet casaba a su hija, la Princesa Ana. Era la primera de los cuatro hermanos en pasar por el altar. El elegido fue el Teniente Mark Phillips, uno de los "Dragones de la Reina" y campeón olímpico en Múnich 72. Fue un bodón, en Westminster, televisado en todo el mundo y con una audiencia de casi 100 millones de espectadores.
El primer nieto de Lilibet y su Duque tardaría en llegar. Ana y Mark se tomaron su tiempo. El primogénito de la pareja nació a las 10:46 de la mañana del 15 de noviembre de 1977, en el Hospital St. Mary de Londres. Ana estuvo asistida por el ginecólogo de su madre, el Dr. George Pinker. Instantes después de hacerse público el feliz acontecimiento, se dispararon 41 cañonazos desde la Torre de Londres.
Lilibet, que aquella misma mañana debía atender una ceremonia de investidura en Buckingham con más de 160 personas, llegó inusualmente tarde. Nada más entrar en el Salón de Baile, sonriendo se disculpó ante los asistentes con un "pido disculpas por llegar tarde, pero acabo de recibir un mensaje del hospital. Mi hija acaba de dar a luz a un niño." En cuanto finalizó el acto, acudió rauda y veloz hasta el hospital, donde se encontró con un bebé rubio, despierto y que pesaba 3,5 kg.
15 de noviembre de 1977Buckingham, sorprendentemente, comunicó que los hijos de la Princesa Ana no recibirían título alguno y que el niño, quinto en la línea de sucesión tras sus tíos y su madre, tendría tan solo el tratamiento de master. La niñera Mabel Anderson, fue la elegida para ayudar a cuidar al bebé.