Esto nos viene genial para lo "nuestro". La presión hacia la Casa del Rey y a su política de comunicación no puede ni debe limitarse a un foro o a un grupo de monárquicos/felipistas. Es una crítica y un reclamo tan constructivo, tan dirigido a mejorar la salud de la institución, que cuántos más altavoces aglutine, mejor será. Aunque creo seriamente que son conscientes de sus lagunas a la hora de venderse y que arrastran muchas inseguridades. Pero no queda otra que probar, errar y seguir probando para llegar a alcanzar un nivel equiparable al de otras Casas Reales. Esto no es Lichetenstein o Luxemburgo. La monarquía española es la segunda de Europa en cuánto a número de habitantes. No se puede producir un estancamiento como el que se ha vivido en la última década.
La comunicación no se limita a crearse cuentas en redes sociales o plataformas audiovisuales o a abrir las puertas de palacio a colectivos que antes no eran bienvenidos. Hay que tirar de inventiva, buscar constantemente golpes de efecto como el de Mercamadrid o el de Cruz Roja, presentarse en lugares donde nunca antes lo habían hecho y dinamizar los actos oficiales. Y sobre todo cariño, mucho cariño callejero como ese "no habéis parado, macho". Que se olviden de Zarzuela y de los buses cargados de personas listas para recibir en audiencia.
Y sigo repitiendo, no deben dejar pasar la oportunidad de hacer pedagogía en cada acto oficial, incluso si tienen que recurrir a Patrimonio Nacional y sus archivos. Somos idiotas, así que deben explicar y mostrar los lazos de unión entre los miembros pasados y presentes de la Familia Real con las instituciones, organizaciones o inciativas con las que colaboren. Todo lo que aparezca en agenda y que tenga historia para la Casa, debe ser puesto en contexto y radiado en sus redes sociales.
Así que, ¡vamos! Esa Casa se tiene que convertir en una firma imparable.
Lo que cuenta Jesús Rodríguez en El País da para serie a lo The Crown. Me ha gustado y tranquilizado mucho. Son conscientes de que vivimos tiempos difíciles, que hay mucho que hacer entre bambalinas, que van a seguir surgiendo informaciones sobre el tema que les quema y que se están preparando para ello. Por eso es importante complementar todo ese trabajo silencioso con la ventana que ofrecen al mundo. Uno reforzará al otro. Que pierdan el temor a decidir aspectos sobre las niñas. Siempre habrá alguien que rabie, porque son tremendamente buenas, la baza más poderosa de la que dispone la Corona.
Pd: el reportaje de El País cuenta que la Infanta Sofía cocina, que lo "borda". Interesante esto para dentro de unos años. Recordad a los Cambridge con Mary Berry, aprovechando para dar a conocer su fundación.