Carlos Hugo escribió:
Correjizme si me equivoco, pero en los buenos momentos pre crisis económica, los medios siempre "deslizaban" que Juan Carlos no tenía por qué pagar impuestos si no quería, precisamente por ser inviolable. Con la crisis se dejó de oír tan alegremente, y al empezar a publicar las cuentas de la CR desglosadas se aclaraba que sí, que todos, incluido el rey, tributaban.
Con las mordidas lo mismo, las comisiones árabes durante el franquismo siempre se han dejado caer, y nunca con el trasfondo ilegal actual.
Tal parece que ha jugado con fuego durante mucho tiempo sin quemarse, hasta que pasó lo que tenía que pasar, en el peor momento.
El Rey JC, y el resto de miembros de la FR con sueldo, siempre han pagado el IRPF correspondiente. Obviamente, dado el sueldo que tenían y tienen, el tramo que les corresponde pagar no es poco. Que fuese inviolable y que sus actos tuviesen que ser refrendados por el gobierno de turno, no sé cómo casa con el tema impuestos. No lo veo. Son tratados como altos funcionarios del Estado, de la misma forma. Ahí no entra la inviolabilidad por los actos del monarca.
De hecho en UK no pagaban impuestos hasta que el tema se volvió inviable, aunque lo de los Windsor va mucho más allá de retenciones por IRPF. En mi opinión, todos tienen que pagar tributos, al igual que el resto de ciudadanos, por sus sueldos o rentas oficiales. Es lo justo y necesario.
Esto hay que separarlo del "otro" dinero, pues era privado. Obviamente lo ocultó, pues no sabíamos de él hasta que Corinna cantó. Ahí sí habría tela de estructuras financieras para saltarse al fisco y posible blanqueo. También se habla de la amnistía fiscal de Montoro y de una posible regulización de parte del dinero. Ya veremos.
Salvo que se retrase el asunto por la pandemia, el Supremo tiene seis meses (le quedan cuatro) para decidir si abre denuncia (o acusa, no sé cómo es la jerga en anticorrupción) contra JC y a la par irá la fiscalía Suiza. Éstos últimos no creo que tarden pues llevan más años investigando.
Se ha quemado con fuego y ha creído que ser inviolable era igual a ser impune. Todavía no me entra en la cabeza. Era tan fácil como tributar por esos regalos (se podía discutir si era ética y moralmente aceptable recibirlos) y dejar de aparentar no tener un duro con actos como ceder La Mareta a PN o cargar los gastos del yate Fortuna también a PN. Son cosas que ya son el colmo de la desfachatez. No era necesario. Y ya no hablo de mirar por los demás, pues bien podría haber creado una fundación con su nombre para utilizar tantos millones (y lo que le hubiesen donado tantos y tantos amigos) para la filantropía o causas benéficas como hacen y han hecho tantos y tantos royals. Hubiese quedado fetén, pero no, aquí la causa benéfica era la señora hoy aposentada a todo dar en Londres.