Sala de porcelana....
La Sala de Porcelana del Palacio Real de Madrid, junto con la Sala anterior del Palacio Real de Aranjuez (Nº 100), representa una de las mejores producciones de la Fábrica del Buen Retiro. Se construyó entre 1770 y 1775 —en esta fecha Antonio Ponz ya la menciona—, pero se desconoce, hasta el momento, su autor. Algunos investigadores como Pérez Villamil y Lasarte, partiendo de unas notas encontradas entre los manuscritos del Conde Valencia de Don Juan, atribuyen la autoría a Cayetano Scheppers; sin embargo, la firma todavía no ha sido encontrada. La decoración de la Sala, cuyo coste se elevó a 256.598 reales, conjuga elementos neoclásicos, ensalzando la figura de Dionisos y su cohorte, con motivos en relieve sobre fondo blanco, realzados por el oro y por las distintas tonalidades verdes. A diferencia de la Sala de Aranjuez, la policromía de Madrid es bastante discreta y podría atribuirse a los hermanos de la Torre y a Boltri, ya que todos trabajaron en la Fábrica durante las fechas mencionadas.
La composición discurre en torno a cuatro vanos, tres puertas y una ventana, cada uno de ellos situado en una pared. El acceso a la Sala se realiza a través de la puerta de la pared Nº 1, que comunica la Sala de Porcelana con el Salón de Carlos III.
El techo forma un bonito enrejado, compuesto por hojas de parra combinando tonos verdes y oros. Posee una cierta similitud con el techo de la Sala de Aranjuez. En el centro puede contemplarse un medallón, de iguales características que los anteriores, que representa a Dionisos comiendo uvas. Del medallón parten cuatro radios que enlazan con los motivos decorativos de cada una de las cuatro esquinas de la Sala; en todos los casos se trata de volutas rococó con filetes dorados envueltos en telas verdes y emparrados, con los símbolos de Dionisos insertos en el centro sobre fondo dorado. Cada uno de los motivos de los extremos del techo enlazan con la zona de pares que une dos de los laterales —se trata de una sección semicircular que ocupa desde el techo hasta el suelo y que está recorrida por hojas de parra.
Los motivos decorativos de la Sala representan una alegoría de las fiestas dionisíacas, tanto en las escenas de los medallones como en las figuras que reposan sobre las volutas y en los emparrados que discurren por las paredes. La popularidad de Dionisos aumentó paulatinamente en el panteón griego hasta convertirse en uno de los dioses principales del mismo. El dios se crió entre las viñas convirtiéndose en el dios del vino y de la hiedra. Los emparrados y las uvas son los dos elementos predominantes en la Sala. Dionisos aparece siempre rodeado de su tiaso, que dirige por medio del tirso: se trata de genios de los bosques y de la vendimia, que aparecen en los medallones envueltos en telas verdes, reposando sobre volutas rococó. Hay que señalar que este tipo de esculturas son muy importantes en la Fábrica del Buen Retiro, realizadas a imitación de los grupos infantiles de Meissen, cuyos
modelos repetirá hasta el siglo XIX. Aparecen también sátiros o personajes con cuerpo de hombre y patas de carnero —en la composición los encontramos en compañía de los genios y del propio Dionisos. En el techo y en una de las paredes se muestra la figura del dios, tranquilo y majestuoso, sosteniendo una copa o comiendo uvas. En otros pasajes aparecen los atributos de Dionisos: la pantera, el león y la cabra. Asimismo, se pueden observar otros símbolos, como copas, ánforas, uvas y hojas de parra. Las caras de los sátiros y faunos aparecen a
modo de careta, diseminadas por toda la Sala. Son los personajes rústicos que habitaban las selvas y los campos, con los cuernos y el cuerpo de cabra o carnero, desde la cintura hasta los pies.
http://cvc.cervantes.es//actcult/patrim ... _101_1.htm
