Mette-Marit apareció con la tiara que sus suegros le regalaron por su boda. Es una pieza de principios del siglo XX, realizada con botones de diamantes en forma de margaritas.



Los pendientes tienen algo más de historia, aunque mucho más triste. Fueron un regalo del Príncipe Olav de Noruega a su esposa Marta, nacida Princesa de Suecia. El obsequio obedecía a las bodas de plata del matrimonio, celebradas en 1954. Pero, para entonces, Marta ya estaba muy enferma de cáncer. Falleció pocas semanas después de recibirlos.

Los Reyes Harald y Sonja de Noruega se los ofrecieron a su nuera, Mette-Marit, como regalo de bodas.

El aderezo de esmeraldas que llevó Sonja también pudo tener su origen en la Francia de Napoleón si atendemos a la leyenda que muchas veces se ha repetido. No se puede establecer que todas las piezas fuesen realizadas al mismo tiempo, pero sobre la tiara, algunos aseguraron que fue una creación del joyero Bapst para la Emperatriz Josefina.

Historiadores noruegos refutan esta leyenda. Según ellos, en los inventarios de joyas de la Emperatriz de los franceses, no se describe pieza alguna que coincida con las joyas noruegas. Es más, los mismos historiadores aseguran que las esmeraldas procederían de Rusia y que las minas de estas gemas no se empezaron a explotar hasta la década de 1830. Josefina falleció en 1814.

Lo que sí es constatable es que el aderezo nos lleva de nuevo a los Leuchtenberg. El aderezo proviene de Augusta de Baviera, Duquesa de Leuchtenberg, que lo legó a su hija Amelia, Emperatriz del Brasil. Amelia murió sin descendencia que le sobreviviera, así que las joyas fueron heredadas por su hermana, la Reina Josefina de Suecia y de Noruega, pasando así a formar parte de la colección de los Bernadotte.


La Reina Sofía de Suecia con la tiara

La Reina Sofía fue quien sacó el aderezo de la línea principal de la familia al dejarlo en herencia a su nuera Ingeborg, nacida Princesa de Dinamarca. Ante la ausencia de pendientes en el aderezo, Ingeborg mandó reformar la tiara para retirar dos esmeraldas talla pera. El collar también sufrió modificaciones, pues tuvo hasta siete colgantes de esmeraldas que fueron repartidas entre sus descendientes.


La Princesa Ingeborg

Ingeborg era la madre de Astrid, Marta y Margarita de Suecia, tres princesas que, respectivamente, recalaron en las Cortes de Bélgica, Noruega y Dinamarca. Cuando los nazis ocuparon Noruega en 1940, la Princesa Marta, casada con el Príncipe Olav, abandonó el país con sus hijos rumbo a los EE.UU. Antes de partir, su madre, la Princesa Ingeborg, le entregó el aderezo. En caso de necesidad, podría venderlo. No fue el caso. El aderezo, junto al resto de su Familia Real, estuvo de vuelta en Noruega en 1945.


La Princesa Marta

Al fallecer Marta e Ingeborg, las joyas quedaron en la rama principal, siendo lucidas por la Princesa Astrid de Noruega y por la Reina Sonja. El aderezo consta de tiara, pendientes, collar y broche. Creo que también tenía un broche más pequeño.