Un grupo de periodistas siempre atentos a las idas y venidas de «Madde», comprobaron que la bella hija del Rey de Suecia salía a veces de casa a horas intempestivas, con paquetes y una especie de maleta, vestida con gran discreción y sin maquillar para desaparecer en la noche de Estocolmo.
Incapaces de seguir los pasos a Su Alteza durante esas excursiones fugaces, y sin acertar a comprender el motivo, pensaron que la joven acudía a alguna cita secreta.
Pero el otro día, uno de ellos descubrió el misterio: La dulce Magdalena durante sus aventuras nocturnas no se reunía con algún amante o cosa parecida. Con gran discreción, sin que nadie se enterara y por iniciativa propia, la benjamina de los reyes de Suecia, como una
moderna samaritana, visitaba a algunas familias poco aventuradas a las que llevaba paquetes de comida y juguetes.
La conducta de la princesa, que acaba de volver de un viaje a Brasil donde también dedicó tiempo a visitar los barrios pobres, ha llenado de orgullo a los suecos.
Hiperfemenina y adorable, «Madde» ha demostrado una vez más que además de su espectacular belleza física, tiene corazón y sentimientos dignos de una reina.
http://www.abc.es/20081218/gente-casas- ... 80801.html