Clara escribió:
Se ha hecho otras veces, no tiene por qué ser distinto ahora. Se trata de diferenciar el ámbito privado del público.
Los tiros no van por ahí. Es el Rey el que quiere dar el paso de renunciar a la inviolabilidad cuando no "ejerza" como monarca. Y digo renunciar porque así pretende el Rey que cale en la sociedad. No sería una imposición o un "castigo" de ningún gobierno. Zarzuela así lo está haciendo saber, en un intento por meter algo de agilidad al tema, pues la hoja de ruta de la Casa en cuanto a transparencia ha llegado a ese capítulo. El Rey y su Casa entienden que es el momento y la forma de distanciarse y enmendar hechos recientes. Así que no sería de recibo que al Rey se le niegue su propia maniobra para hacer saber que él no es lo mismo que lo anterior. No cuando los líderes de los dos grandes partidos entienden que es necesaria una ley de la Corona y no cuando casi todo el espectro político y social reclaman más transparencia.
Moncloa le pide al Rey que tome la iniciativa y Zarzuela responde que debe ser el Parlamento y los grupos quienes lo hagan, lo estudien y emprendan la reforma o la idoneidad de una posible ley orgánica para separar la actuación del Rey en ámbitos públicos y privados. Así que toca que Sánchez y Feijóo (una vez elegido) se sienten a hablar, con Alfonsín de oyente, y se pongan de acuerdo. Si la Casa, el Rey, los letrados del Congreso, el Consejo de Estado y cuanto organismo tengan a bien consultar están de acuerdo, ni media tontería debería decir un partido como Vox que se vende como lo más en patriotismo.
Se trata de continuar con la limpieza emprendida por el mismo Rey, el apuntalamiento de la institución y su persona. Así que el que no lo entienda o quiera hacer de esto un chisme más para su alharaca electoral particular, que vaya quemando el carné de monárquico, porque no lo es.
Cuando el Rey pide algo, se le escucha, no se le utiliza para fines partidistas.
Acabo de leer el mensaje y, aunque ha pasado un tiempo, creo que hay que corregir errores jurídicos que subyacen en ciertas afirmaciones.
En primer lugar, no es la Casa Real quien está moviendo el tema, sino el Gobierni de Pedro Sánchez quien, para aprovechar cualquier cortina de humo, interesadamente ha utilizado todas las instituciones para hacer SU política. Es más, todo el tema de Don ajuar Carlos ha sido un despropósito judicial y ejecutivo por tener que contentar a cierta rama, de quien dependes para todo.
En segundo lugar, no existe una diferencia judicial entre persona privada y persona pública para el Jefe del Estado. Pero ni aquí ni en ninguna de los sistemas constitucionales de países avanzados y democráticos. Es más, no tendría ningún sentido que así fuera. Macron no deja de ser jefe del estado por no tener un acto público. Ni si realiza cualquier actividad, durante su mandato, es ajena a ese carácter. En estos días se ha presentado, precisamente, un libro en el que estudiosos de verdad y constitucionalistas no solo no contemplan que se pueda
modificar nada del título correspondiente por la puerta de atrás sino que afirman, con absoluta contundencia, que en el ánimo del constituyente no está lo que se ha pretendido vender como una reforma y un deseo del Rey que es FALSO. La Constitución ya garantiza los medios suficientes para poder actuar y nunca, por el propio carácter y sentido de la jefatura del Estado, es que un chiquilicuatre pueda llevar a juicio al Jefe del Estado durante su mandato “porque sí “. Si pretendemos “liberar” una supuesta vida privada, cualquiera podría sentar al Rey ante un juez, sea verdad o mentira, abriendo la veda a la utilización sistemática y política del propio sistema judicial.
En tercer lugar, la propia definición de un Estado de Derecho es que NADIE está por encima del Imperio de la Ley, y muchísimo menos quién, entre sus funciones constitucionales, tiene la de hacer que se cumpla la Constitución, que es la Ley de Leyes. No es una decisión personal acogerse a ella. No está la voluntad real por encima de ella porque, entonces, dejaría de tener su valor jurídico-normativo supremo. No es el Rey el intérprete de la norma, sino el garante de su cumplimiento íntegro y estricto.
En cuarto lugar, VOX es un partido elegido democráticamente por los ciudadanos, que le han otorgado el ser la tercera fuerza policial del país. Y como tal, tiene TODO EL DEECHO y TODA LA LEGITIMIDAD a actuar como considere. A ver si dejamos la ideología y aceptamos cómo es el juego democrático. Las ideas se combaten a través de las ideas, y ganando el voto. No despotricando ni desprestigiando a ningún actor. Y, desde luego, no es VOX más indigno que Pablo Iglesias, y ha sido vicepresidente mientras ofendía al Jefe del Estado, o que BILDU.
En quinto lugar, aquí no se trata de limpieza. Es más, es que tampoco se trata de tal la postura sobre Don Juan Carlos. No son menos interesantes las posturas de Felipe o de Guerra, que están siendo muy claros y se alejan del discurso comprado de otros. A ver si dejamos de ver solo lo que interesa, que tenemos al peor gobierno posible en el peor momento posible y jugando a ser Rey quien, por méritos propios, ni siquiera es presidente del gobierno… sino que lo es por demérito de los demás.
Me sigue sorprendiendo que, en este foro, al que se presupone su defensa de la Monarquía, se siga cayendo en algo tan espurio y tan evidente como el intento de destruir, poco a poco, el sistema del que nos dotamos en el año 78.