Miguel Ángel escribió:
Estoy de acuerdo. Es que son serias, que no antipáticas. Quizá el término serio no es el más adecuado. Institucional, formal, y con una imagen de competencia o rigor. Digo imagen, porque eso cuenta. Y también la actuación, las formas.
Que la educación de los descendientes académica sea rigurosa, completa y lo más vasta posible, y su responsabilidad alta, es algo muy importante, y más hoy. Marca la diferencia.
El mundo ha cambiado mucho. Y ya no solo me refiero a las crisis económicas graves. Desde la pandemia, todo lo relativo a la cultura de las redes se ha potenciado. En general, el VALOR predominante es el de la igualdad, o el igualitarismo. Como la concepción democratizadora de la vida en todas sus facetas de un
modo muy claro. No es algo ideológico, de izquierdas o derechas, sino cultural, social.
La no exposición, excepto por trabajo, es algo que considero relevante, porque con las redes un gesto se multiplica por mil. Y esto, al tiempo, cansa, lo quema y se banaliza si se repite tanto.
La gente está acostumbrada a los realities shows. Cuidado, porque si una casa real cae en ello, se vulgariza y precariza, pienso. Y creo que es lo que está pasando con ciertas monarquías. Algunas, quizá, les pille desprevenidas (la danesa?). Otras (la holandesa), dormidas en los laureles...
La cultura del igualitarismo (que no siempre es auténtica democracia, tal como la hemos entendido hasta ahora) y la sobreexposición, sobre todo por las redes, me parecen los dos grandes peligros que tienen hoy en día las monarquías.
Además, como se ha generalizado que se casen con plebeyos/as, cosa lógica, por otra parte, hay que añadir la entrada en las casas reales de personas que llevaban vidas anónimas, que tienen que abandonar mientras pasan a estar expuestas DE POR VIDA. Y eso hay que cuidarlo muy bien y blindar lo que sea necesario (vacaciones, amistades, aficiones), desconectar cada cierto tiempo, que si no, no hay quien lo aguante. Pero hay que hacerlo, claro, sin que se pierda transparencia ante la sociedad ante quien rinden cuentas. Tienen un enemigo ahí: la prensa del corazón, que quiere cuanto más exposición mejor para hacer negocio. Y no siempre juega limpio.
El otro problema, al que parece que todas las CR se están enfrentando también, es cómo reducir el número de miembros activos y dar opción a los miembros secundarios a ganarse la vida sin que se les acuse de tráfico de influencias, o tratos de favor.
Visto lo visto, creo que España y Bélgica sí se han puesto muy bien las pilas.
A ver cómo hace ahora UK, que pienso que tiene una importante labor de puesta al día por delante y Charles lo sabe. Nadie ha tenido tanto tiempo para reflexionar como él.
Las escandinavas, no sé. Tal vez cuando llegue la siguiente generación cambien algunas cosas con más claridad. Victoria de Suecia me parece muy buen activo y no creo que sus hermanos le supongan un problema; Haakon y su hija también, pero tienen que solucionar el problema de Martha Luisa y sus negocios privados; y en Dinamarca, en ello está la reina. Son muchos ahora y tendrán que tirar del carro futuro Mary y Christián, por lo visto.
A los de Holanda no los acabo yo de ver muy bien, porque ni el rey me convence como líder, ni la frivolidad que transmite Máxima con su imagen (quien, sin embargo, me parece muy competente e inteligente) creo que les esté dando ahora popularidad, ni la heredera o sus hermanas me llegan como promesas serias de futuro. A ver qué tal evolucionan.