"Cronología-Fases de Construcción:
En el monte de El Pardo existía un primer edificio real desde el reinado de Enrique III en 1405. Sin embargo, fue Felipe II, al terminar la obra de sustitución del primitivo edificio por una nueva residencia regia, el que decidió que se hiciera el trazado de unos jardines con sus respectivas fuentes. Uno de estos jardines ocupa el foso que rodea el edificio y se ha atribuido a Juan Bautista de Toledo. Este jardín resultó gravemente dañado en el incendio de 1604, que también afectó al palacio.
Felipe III se apresuró a reparar los daños ocasionados. Al margen del jardín del foso, no ha llegado hasta nosotros ningún testimonio documental que se refiera a otro jardín externo. Sin embargo, un óleo anónimo del siglo XVII, conservado actualmente en el Museo Arqueológico de Burgos, muestra la existencia de unas jardines exteriores al palacio realizados según el gusto renacentista.
Un siglo después, ya en el reinado de Carlos III (1759-1788), Sabatini amplia el palacio. En 1814, durante el reinado de Fernando VII, se repara el jardín del foso. En 1828 se realizan unos nuevos jardines de inspiración neoclásica, con abundancia de fuentes y frutales. En 1865, a finales del reinado de Isabel II, estos jardines sufren algunas
modificaciones para acomodarlos al gusto romántico de la época.
En 1941, cuando es elegido el palacio como residencia de Francisco Franco, los jardines vuelven a remodelarse. Nuevas reformas del espacio ajardinado tendrán lugar en 1967 y, finalmente, en 1988, cuando el lugar se habilita para las visitas oficiales de personalidades extranjeras.
Descripción artística:
Los jardines se emplazan alrededor del regio palacio de la localidad madrileña de El Pardo, situada a escasos kilometros al noroeste de la capital. Debido a las numerosas reformas que se realizaron en los jardines del palacio de El Pardo a lo largo de los siglos, en la actualidad no queda nada de su trazado original.
El conjunto general que observamos hoy recuerda al estilo neoclásico, con avenidas y glorietas. Los
modernos jardines se disponen frente a la fachada principal del palacio. Las zonas ajardinadas se vertebran en función del camino principal que discurre entre la cancela de entrada al recinto y la fachada principal del palacio.
A ambos lados del camino se extienden parterres de flores. En los extremos se encuentran bosquetes enmarcados por setos recortados de boj, entre los que discurren caminos, que remiten a trazados de inspiración naturalista. En el jardín del foso que rodea al palacio se han plantado fundamentalmente árboles frutales, renunciando así a las plantaciones florales.
Evolución Histórica:
En 1405 Enrique III de Castilla mandó construir la primera edificación en el monte de El Pardo. Se trataba de un pabellón de caza para que los monarcas practicaran su deporte favorito.
En 1543 se derriba este edificio para construir un alcázar, sería terminado en época de Felipe II (1556- 1598), que dotó al lugar de zonas ajardinadas con fuentes. Tras un incendio, fue su hijo Felipe III el encargado de reconstruirlo. Felipe IV sintió gran predilección por el lugar y en general por toda la zona del corredor del Manzanares, donde se ubica el palacio.
Los Borbones continuaron prestando atención al conjunto de El Pardo, en especial Fernando VI y su hermanastro Carlos III (gran amante de la caza), que delimitaron y acrecentaron las posesiones regias en la zona. Durante el siglo XIX El Pardo fue frecuentado especialmente por Fernando VII, Isabel II y Alfonso XII, que murió en este palacio en 1885 como consecuencia de la tuberculosis.
Por decreto de 3 de junio de 1931 los jardines del palacio de El Pardo fueron declarados de interés histórico-artístico. Tras la guerra civil, en 1941, fue elegido como residencia del jefe de Estado, Francisco Franco Bahamonde. Con la llegada de la democracia, el lugar se ha habilitado para acoger visitas oficiales de personalidades extranjeras.
Personajes Históricos:
- Juan Bautista de Toledo. Arquitecto real de Felipe II. Se desconoce la fecha de su nacimiento en Madrid, donde murió en 1567. Fue el encargado de iniciar las obras del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, que a su muerte concluyó su discípulo Juan de Herrera. En su calidad de arquitecto regio intervino en el diseño de las principales obras arquitectónicas y de los trazados de jardines del reinado de Felipe II, entre los que sobresalen los de Aranjuez y la Casa de Campo.
En el palacio de El Pardo fue el encargado de trazar el jardín situado en el foso que rodeaba el perímetro del palacio, con fuentes en los mascarones de las esquinas y una especie de pajarera. De este jardín existen referencias documentales desde 1568, debidas a la pluma de Gaspar de la Vega. A su existencia y sus características también se refirieron, entre otros, López de Hoyos en 1572, Argote de Molina en 1582, Jean L'Hermite en 1602 y Juan Gómez de la Mora en 1626.
- Felipe II (Valladolid, 1527-El Escorial, 1598). Rey de Castilla y Aragón (1556- 1598) y, con el nombre de Felipe I, de Portugal (1580-1598). Fue el monarca más poderoso de su época, pero el mantenimiento de la hegemonía le costó librar numerosas guerras y debilitar sensiblemente las arcas de la hacienda regia. El punto culminante de su política exterior tuvo lugar en 1571, con la aplastante victoria sobre la flota turca en Lepanto.
Sin embargo, el desastre de la Armada Invencible en 1588 anunciaba los problemas de la monarquía hispánica para mantener la hegemonía continental. En el ámbito cultural, Felipe II fue un auténtico mecenas de las artes, amante de la arquitectura, la escultura, la pintura y los jardines. En este contexto, desarrolló un ambicioso programa de ajardinamiento de los Reales Sitios: la Casa de Campo, El Pardo, El Escorial y Aranjuez.
En este último lugar se realizaron las obras más destacadas, materializadas en los trazados de los jardines del Rey y de la Isla, para los que trabajaron los más importantes arquitectos y jardineros del momento."
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