'Majestades, altezas, querida nueva familia; Querido John qué honor, qué sentimiento de felicidad has producido en mí. Alguien podría decir que Mary es tuya, pero desde hoy Mary es mía y yo soy suyo. Esa frase es mucho más que meras palabras. Significa el fin de un periodo de libertad, de ensayo, en el que crecía sólo. Esta frase tiene además otro sentido. No es sólo el principio, sino que significa responsabilidad, confianza y compartir.

Permitiéndome tomar la mano de Mary y compartir con ella una nueva vida en lo bueno y en lo malo, me has enseñado que tu confianza en mí me hace más capaz y más responsable a la hora de afrontar este acto que durará toda la vida y que llamamos amor. Por esto yo te estoy muy agradecido.
La amo y la protegeré con todo mi corazón. Haré todo lo posible para hacerte sentir como en casa en tu nuevo país.

Querida Mary, en el año 2000 en Sydney cinco anillos olímpicos se unieron por vigésima quinta vez. Australia era en ese momento un continente desconocido para mí...Me encontré en un país desconocido entre los alegres forasteros. Mi único equipaje en ese momento era mi gran expectación ante esa visita y cierto grado de confianza en mí mismo.

Casi 200 años otro danés llamado Jorgen Jürgensen llegó a esa misma tierra bajo unas circunstancias totalmente diferentes, pero con la misma esperanza y confianza. Pronto dejó Sydney y navegó a Tasmania, tu tierra. Allí se creó una fama que acabó quitándole la vida. (El príncipe se refiere a un aventurero y escritor danés que vivió entre 1780 y 1842. En 1809, durante la guerra entre Gran Bretaña y Dinamarca, llegó a Reykiavik y se proclamó rey entre el 25 de junio el 22 de agosto. Los británicos lo deportaron a Tasmania unos años después, donde escribió una obra sobre los nativos y donde vivió hasta su muerte)

Había llegado a Australia sólo dos días antes de que nuestro destinos quedaran sellados incluso aunque ninguno de los dos fuera consciente de ello. Tu resplandor fue claro para mí desde nuestro primer encuentro...

Hasta ese momento en mi vida había luchado por lograr una gran independencia sin límite para mi libertad, mis posibilidades eran grandes y a menudo, me sentía sólo... Entonces, entraste en mi mundo y desde entonces han pasado muchas cosas. Ahora hay dos mundos –posiblemente incluso más- y desde ahora exploraremos juntos, hombro con hombro. En la luz, en la oscuridad, en el verano, en el otoño, en el invierno, en la primavera, siempre.

La felicidad y la fuerza que me das son como el sol en un nuevo día radiante, que desvanece todas las dudas y las oscuridad de la tierra. Y como la luna que resplandece en la noche poniendo luz en la oscuridad, brillas con un halo atento y delicado, que extingue los engaños de las tinieblas. A menudo comparo el amanecer de un nuevo día con el renacimiento con lo intacto, la inexperiencia y la inocencia. Quizá sea un poco ingenuo, pero en cualquier coso es bonito soñar que todo empieza de nuevo. El mundo renace con la luz del día. Este momento es nuestro –de los dos- recientemente juntos, jóvenes juntos,simplemente juntos. Tu me das seguridad, alegría y felicidad. Reboso de alegría cuando me pregunto qué nos deparará el distante y a la vez cercano futuro. Una pregunta a la que tú debes contestar. Trataré de controlarme a mí mismo. Por ahora dos preguntas han sido contestadas con un "sí" de ambos...

Y si necesitamos luz, cuando busquemos las respuestas, todo lo que tenemos que hacer es mirarnos a los ojos y a través del cielo. Allí reside la eternidad, y ésta siempre puede siempre enseñarnos el camino de vuelta cuando lo hayamos perdido. Yo te amo Mary, vamos, caminemos juntos...

Majestad, altezas, permítanme que les pida que se unan a mí brindando por mi novia'.