SANTA SEDE
Insigne Orden Suprema de la Milicia de Cristo Clase Unica
Es la mas prestigiosa entre las Ordenes Ecuestres Pontificias, reservada solo a Soberanos y Jefes de Esyado, católicos, que se hayan hecho particularmente beneméritos hacia la Santa Sede..
La Orden fue creada por Dionisio I Rey de Portugal (1279 - 1325) y dedicada a Cristo, reuniendo en ella a todos los Caballeros Templarios que sobrevivieron a la supresión de la Orden..
La nueva institución mantuvo la misma regla de los Templarios, es decir la de los Cistercienses, así como el manto y la cruz roja, con el solo añadido de una pequeña cruz latina en blanco, sobrepuesta a la primera.
La Orden obtuvo la aprobación del Sumo Pontífice Juan XXII el 14 de marzo de 1819, reservandose el mismo Pontífice para él y la Santa Sede, asi como a los Soberanos portugueses, la facultad de conferir la tan ambicionada distinción caballeresca.
La Orden, a la que se le destinaron todos los bienes de los caballeros del Templo presentes en Portugal y con el objeto de defender el Reino del Algarve contra los infieles, escribió en la península ibérica estupendas páginas de eroísmo y de gloria, en la dura y sangrienta lucha contra los Moros.
La sede original de la institución caballeresca estaba situada en Castro Marino, en el Algarve, aunque pronto se trasladó a Tomar, al antiguo convento de los Templarios, rebautizado Monasterio de Cristo, para mejor repeler los asaltos de los Moros.
El Sumo Pontífice Eugenio IV (1431-1455) autorizó a los caballeros de Cristo a exigir los diezmos en los territorios conquistados a los musulmanes, mientras los Soberanos portugueses premiaron el valor de la Orden con donaciones de tierras y castillos.
Con una Bula posterior, el Papa Calixto III (1455-1458) concedió a la Orden la jurisdicción espiritual en las tierras que les estaban sijetas, con la autorización de conferir los correspondientes beneficios.
Por lo dicho, el poder de los Caballeros de la Milicia de Nuestro Señor Jesucristo creció enormemente, pero la Orden no abusó de ellos, permaneciendo en cambio sujeta al unico ideal del triunfo de la fe.
En la Orden solo ingresaban los nobles, uego de haber efectuado un servicio de por lo menos tres años en las campañas contra los musulmanes.
Para convertirse en caballero, era necesario pronunciar los tres votos de pobreza, castidad y obediencia; era por lo tanto, a todos los efectos una orden caballeresco-monástica.
El Papa Alejandro VI (1492-1503) dispensó a los caballeros de los votos de castidad y pobreza, perdiendo así la original connotación de órden monástica, transformándose así en Orden caballeresca de mérito.
Por último, el Papa Julio III (1550-1555), sobre la base de la duplicidad de la Orden, conferida sea por los Reyes de Portugal, como por los Romanos Pontífices, unió a la Corona portuguesa el Gran Magisterio de la Orden de Cristo, transformándola así de Orden magistral en Orden de la Corona.
Con tal acto se sancionaba de hecho la división en dos ramas a la Milicia de Nuestro Señor Jesucristo, una a Roma y otra al Portugal, con autoridad y obligaciones bien distintas.
La rama pontificia, sufrió en el tiempo varias
modificaciones en sus estatutos y bajo el Papa Gregorio XV (1621-1623) adquirió particular prestigio.
La Orden fue nuevamente reformada bajo el pontificado de León XIII (1878-1903) y fue definitivamente restaurada el 7 de febrero de 1905, con el Breve Multum ad exitandos del Sumo Pontífice Pío X, convirtiéndose en la suprema entre las Ordenes Ecuestres Pontificias, que no cede en dignidad ante ninguna otra.
La Orden comprende una sola clase, la de Caballero. La condecoración consiste en una cruz latina, esmaltada en rojo, cargada con una cruz menor esmaltada de blanco; la cruz está surmontada por una corona real, que se porta en el cuello, pendiente de un collar de oro, formada por pequeñas piezas alternadas y esmaltadas que figuran la cruz de la Orden y las armas pontificias unidas entre ellas por nudos de oro.
La orden dispone de uniforme, como las demas Ordenes ecuestres pontificias.
Para los Caballeros de Cristo, el uniforme consiste en una casaca con faldones largos de paño rojo, con cuello, pechera y bocamangas de paño blanco adornados con recamados de oro, mientras los pantalones son cortos y de raso blanco.
El uniforme se completa con cubrecabeza negro de felpa con plumas blancas, espadín y otros accesorios.
Uniforme