Ricardo III
Ricardo III
Mientras tanto los dos príncipes seguían recluidos en la Torre, al principio era habitual verlos jugar en los patios adyacentes; pero, más tarde, se dio la orden de que debían permanecer recluidos en sus habitaciones. Durante un tiempo, se les vio a través de alguna ventana, pero las apariciones se fueron haciendo cada vez más esporádicas; hasta que desaparecieron por completo.
De todas las teorías que se formularon para explicar la extraña desaparición, la más plausible es la formulada por Sir Thomas More, que culpó de planear la muerte a Sir James Tyrell, uno de los caballeros de confianza de Ricardo III, el cual habría reclutado dos asesinos que asfixiaron a los niños mientras dormían en sus aposentos de la Torre Sangrienta "Bloody Tower", para posteriormente enterrarlos en los alrededores. Esta teoría parecía quedar confirmada con la aparición de los huesos muchos años después y, ¿por qué, no? También con la de los fantasmas.
Pero, con la desaparición de los príncipes y los rumores que tachaban al rey de asesino, la situación de Ricardo no hizo más que empeorar. En su intento por afianzarse en el trono, emprendió una cruenta represión contra sus enemigos, que no hizo más que aumentar el número de éstos. También quiso casarse con su sobrina Isabel de York, la hermana mayor de los niños desaparecidos.
Pronto todos los grupos opositores se reunieron en torno a Enrique Tudor, conde de Richmond, descendiente por línea materna del último de los Lancaster y que se encontraba exiliado en Francia. Cuando en 1485 Enrique desembarcó en tierras inglesas para reclamar el trono, casi no le quedaban partidarios a Ricardo que lucharan con él. El 22 de agosto de ese mismo año, en la localidad de Bosworth Field, sin hacer caso a quienes le aconsejaban la huida, Ricardo III prefirió luchar, decisión que le costó la vida –es el último monarca inglés muerto en el campo de batalla. Ese mismo día, Enrique fue proclamado rey con el nombre de Enrique VII y un año más tarde se casaba con Isabel de York, poniéndose punto final a la Guerra de las Dos Rosas.
Conclusión
Lo cierto es que no podemos estar seguros de qué es lo que realmente ocurrió. Las únicas pruebas reales de que se cometiera un asesinato son los huesos encontrados -aunque en un lugar con la historia de la Torre podrían ser de cualquiera- y por supuesto la desaparición de los niños.
Pero, en realidad, los príncipes habían dejado de ser una amenaza real para el monarca (apartados de la línea directa al trono y con sus partidarios muertos). De hecho la desaparición de los jóvenes perjudicó al monarca más que ayudarlo.
Por otro lado y dado el tipo de vida que llevaba Eduardo IV, que entre otras cosas era alcohólico, no sería de extrañar que esa primera boda fuera cierta, y que luego se limitará a ocultarla para poder contraer un nuevo matrimonio que le diera los apoyos necesarios para alcanzar el trono.
Finalmente Isabel de Woodville distaba mucho de ser una pobre e indefensa viuda, de hecho era una mujer fría y conspiradora que acabó sus días recluida en un convento por orden de su yerno, Enrique VII.
Elizabeth Woodville
Pero, pasara lo que pasara, la pregunta es la misma, ¿qué fue de los niños?