Recuerdo que cuando era una cría, me gustaba leer las revistas que compraba la familia, pero solo me interesaban las noticias que tenían como protagonistas a reyes, reinas, príncipes y princesas. Mi interés por todos ellos ya había nacido antes gracias a un familiar que trajo consigo un libro que recogía la historia de todos los monarcas que había tenido la península y un Cd, que todavía conservo, era una especie de enciclopedia que contenía información resumida, pero bastante aceptable, de todos los Reyes de España y de los Reales Sitios. Ahí estuve yo para pescar a ambos, libro y Cd, cuando parecía que ya no interesaban a nadie.
Con los monarcas europeos fue distinto. Todo empezó con las dichosas revistas y eso nunca es bueno. Podemos creer que el mejor medio que tenemos para informarnos sobre un personaje público es la prensa, pero nada más lejos de la realidad. Supongo que a muchos les ocurrió como a mi, que conocieron a la Queen por ser la suegra de Lady Di. Ya no solo la suegra, sino la malvada suegra de Lady Di. Yo pensaba que esa mujer de pelo cano, bajita, con gafas de culo de botella, guantes, zapatos y bolso blancos, era lo peor, era odiosa. Leía listas interminables -incluso en la aduladora revista Hola- que afirmaban que era una mujer fría, distante, nada familiar, sin instinto maternal, que jamás cogía en brazos a un niño, que no se había encargado de sus hijos, que no le gustaba tener relación con nadie más allá de sus perros y caballos, que nunca había llorado en público, que ni sentía ni padecía... Lo peor no era leerlo, lo peor era creerlo.
Lilibet quizás no sea la mujer más cálida del mundo, tampoco tiene necesariamente que ser la más maternal de los Windsor, ni la más expresiva y seguramente ha cometido errores, pero cuando una empieza a dejar de lado los chismorreos y las fábulas propias de las revistas del corazón y el sensacionalismo, a veces descubre a otra persona. La faceta familiar de la Reina de Inglaterra, quizás sea la más desconocida por todos y la que menos ha dado a conocer ella misma. Quizás por ello ha cundido una especie de leyenda que ha llegado hasta nuestros días y que puede verse reflejada en películas o series tan aplaudidas como "The Crown".
En esta parte solo me interesa recabar todo aquello que pocas veces se muestra de la Lilibet madre, abuela, tía, la faceta más familiar. Andrea que tiene un doctorado en la familia Windsor, seguro que conoce más anécdotas que yo. Yo por lo pronto tan solo voy a ilustrar este hilo y empiezo con lo que una vez dijo la Princesa Ana. Nunca viene mal empezar con ella.
Al ser preguntada por el papel de la Queen como madre, públicamente contradijo la creencia general durante una entrevista para la BBC en 2002: "Simplemente no creo que haya ninguna evidencia que sugiera que ella no nos atendiera. Es solo creencia de pordioseros".
Isabel y Margarita retratadas por Frederick Thurston en agosto de 1932