Los que más conocieron a la Familia Real en esa época, cuentan que tanto la Queen como su Duque decidieron criar de una forma distinta a Andrés y a Eduardo. Obviamente las niñeras e governantes seguían presentes y los padres, en ocasiones, ausentes, pero ambos príncipes disfrutaron de otro tipo de hogar. El biógrafo Robert Lacy asegura que Lilibet se volvió mucho más felxible y cálida, pasando mucho más tiempo con sus hijos, permitiendo que los más pequeños correteasen y jugasen con los perros en su despacho mientras ella se dedicaba a despachar con su secretario. Lord Mountbatten contaba que había una noche "especial" todas las semanas: la noche libre de la niñera. Esa noche, Lilibet los cambiaba de ropa, los bañaba, les leía y los acostaba. También se contabilizó, que durante los dos últimos embarazos, consiguientes pospartos y primeros meses de Andrés y Eduardo, la Queen estuvo al menos 18 meses sin cumplir con compromisos oficiales o con una agenda con apenas actividad fuera de palacio.
Camino de la estación para pasar las Navidades en Sandringham , 22 de diciembre de 1960Y regresando de Sandringham, 16 de enero de 1961