La ciudadela de San Juan de Acre fue construida por los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Forma parte de la defensa de la ciudad en su parte norte.
Balduino I de Jerusalén la tomó en 1104. Saladino I, sultán de Egipto y Siria la reconquistó en 1187, pero poco después, en 1191 cayó en manos de los cruzados (en la Tercera Cruzada) y fue entonces cuando la bautizaron con el nombre de San Juan de Acre. Berenguela de Navarra vivió en la ciudad de Acre mientras su esposo Ricardo Corazón de León se batía en campaña contra los sarracenos. En 1291, los sarracenos asediaron la ciudad que tuvo que rendirse.
Acre se convirtió en la capital política y administrativa del reino latino, ya que Jerusalén obraba en manos de los musulmanes. Además, era el nexo entre Tierra Santa y la Europa Cristina.
El complejo tenía cerca de 4.500 metros cuadrados, con pasillos y amplias habitaciones construidas alrededor de un patio central. Las paredes eran muy gruesas y fueron construidas con kurkar (piedra local de arenisca) y el complejo fue fortificado con murallas de piedra.
Al sur del patio también hay un hall conocido como la Cripta de San Juan. Es de estilo gótico, rectangular con un techo muy alto, tiene además varias chimeneas, que indican que debió servir como cocina y comedor. Al sur del propio hall hay una especie de edificio llamado al-Bosta en el que hay un largo pasillo con varios embarcaderos. Al norte del patio central hay un pasillo muy largo, paralelo a los pasillos subterráneos, conocido como la Sala de los Caballeros. En un lado están las puertas que dan al patio y en el otro, hay ventanas y una puerta que da salida a una de las calles principales de la ciudad de los cruzados. Estos eran los barracones de los Hospitalarios.
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.