Esta batalla se planeó en la tienda de Alfonso, entre guerreros hábiles en estrategia, el plan era de calidad y eso se aprecia en la disposición de las tropas. Hago notar que los caballeros y freires son guerreros profesionales y sus peones y escuderos igualmente experimentados, pero las tropas de los concejos tenían nula experiencia y poco entrenamiento. Por eso se dispuso que combatieran mezclados con las tropas profesionales, la infantería y la caballería se prestan mutuo apoyo y el resultado es más homogéneo.
Del lado musulmán también tenemos un ejército en tres cuerpos: tropas ligeras de tribus bereberes, voluntarios fanáticos de todo el imperio y al final los almohades propiamente dichos, rodeando el cerro donde Al-Nasir tenía su famosa tienda roja, dentro de una empalizada (el palenque) de troncos unidos y reforzados por cadenas. Esta tienda estaba defendida por una nutrida guardia de voluntarios armados con picas, arcos y hondas, encadenados unos a otros por los muslos y enterrados hasta las rodillas.
Qué puedo decir, los fanáticos musulmanes son gente raruna
pero recordad el asunto de las cadenas que los atan, volveremos sobre ellas, son muy importantes (sobre todo si sois navarros
)
Ah y no, no eran esclavos negros como se dice por algún libro. Son fanáticos voluntarios llamados
im-essebelen (esposados), quienes ofrecían su vida por el islam y se hacían atar para asegurarse que cumplían su sacrificio y no salían corriendo.
En general los cristianos estaban mejor armados que los moros, sobre todo para la defensa: escudos, cotas de malla y yelmos de metal o cuero. El armamento ofensivo era diverso: lanza, espada, cuchillo, maza o hacha, arco y honda. El armamento defensivo de los almohades era un escudo y da gracias, junto a él, lanzas y espadas, arcos y hondas (tenían buena provisión de flechas, los arcos eran manejados de forma insuperable por la tribu turca de los Agzaz que disparaban a pleno galope, su sueldo era de los más altos que se pagaba en el ejército de al-Nasir)
Cristianos y almohades empleaban técnicas diferentes. Unos cargan de forma compacta con un bloque enorme de caballeria mientras que las torpas ligeras musulmanas se dispersan en todas direcciones, no prensentan un blanco claro, luego se reagrupan, envuelven a los cristianos y atacan donde más duele: la retaguardia y los flancos. En Las Navas, Alfonso que se los veía venir, reforzó los bordes exteriores de las alas. El plan almohade por otro lado era simple y típico, pero efectivo: las tropas ligeras desorganizan al enemigo y lo agotan, mientras los cristianos se enzarzan con estos fanáticos los arqueros lanzarían la muerte sobre las tropas castellanas. Luego los almohades entran y dan el golpe de gracia. Y si acaso los cristianos llegan al palenque, la guardia y los esposados bastarían para detenerlos.
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.