Bien entrada la noche, los Príncipes Herederos de Dinamarca hacían su entrada en el salón donde todos sus invitados les esperaban en pie. En la mesa presidencial, Federico y Mary ocuparon los asientos centrales, a la derecha de la Princesa se sentaba el Príncipe Henrik y a la izquierda Príncipe Federico, la Reina Margarita.
Todo estaba listo para que el gran banquete nupcial diera comienzo. Sentados en elegantes sillas doradas y repartidos en largas mesas rectangulares, los ilustres comensales pronto se dispusieron a degustar los deliciosos manjares de un menú elaborado por el prestigioso chef Claus Meyer.
El ágape comenzó con un timbal de marisco de los mares del Norte aderezado con salsa de erizo de mar; a continuación se pudo degustar gamo, asado con especias de los Reales Bosques, guarnición de patatas de 'Samso' y guisantes Parisienne; unos vol-au-vent de espárragos blancos daneses y, posteriormente, pollo de Bornholm con sidra. Todo ello regado por unos caldos de excepción: 'La Cigaralle du Prince Consort 2000', 'Cahors Château de Caïs 1996 Magnum' y 'champagne Mercier Cuveé Frederik & Mary'. Como postre, unas delicias de mousse de chocolate blanco.
La tradición danesa de no servir la tarta nupcial, se mantuvo también en esta ocasión.