Castillo de Loarre (II)
Entre diferentes leyendas que envuelven este castillo las más famosas son tres: la leyenda sobre el enfado y las reliquias de San Demetrio; la leyenda sobre el sepulcro del conde Julián, el traidor que "abrió en 711 a los musulmanes las puertas de la España visigoda"; y la leyenda sobre el fantasma de la abadesa Violante de Luna que sigue habitando en esta fortaleza...
Los acontecimientos que engendraron esta leyenda empezaron al morir el rey de Aragón Martín I El Humano sin sucesión el día 31 de mayo de 1410. Luego, después de numerosas intrigas, se firmó el Comporomiso de Caspe y con el apoyo de un papa aragonés Benedicto XIII, el Papa Luna, fue reconocido como rey de Aragón en 1412 Fernando de Antequera de la familia castellana de Trastámara.
Los otros pretendientes al trono fueron don Jaime de Aragón, conde de Urgel (Jaume d´Urgell-cat.); don Alfonso de Aragón y Foix, primer duque de Gandía, y su hijo don Alfonso de Aragón y Arenós; Luis de Anjou y Aragón; Don Fadrique de Luna o de Sicilia, nieto natural de Martín El Humano, quien intentaba legitimarlo cuando le sorprendió la muerte después de cenarse un suculento pavo especialmente cebado o...envenenado. Conocido el nombramiento de Fernando de Antequera, que iba a reinar como Fernando I de Aragón, el conde Jaime de Urgel no se conformó con la decisión tomada e inició una rebellón reclamando sus derechos, fielmente apoyado por el conde Antón de Luna desde el Castillo de Loarre.
Todavía no se sabe con seguridad el motivo por el que el Castillo de Loarre se encontraba en poder del conde de Luna en aquellos momentos. Pero fue comprobado que desde allí él negociaba con el duque de Clarence la contratación de tropas mercenarias inglesas para apoyar al conde de Urgel y que en el Castillo de Loarre se refugió con su prima Violante de Luna, abadesa del monasterio cisterciense de Trasobares, filial de Veruela, muy próximo a Illueca, con la que llegó a tener un hijo.
Este comportamiento escandaloso de Violante de Luna irritó a Benedicto XIII, su tío, que lanzó anatema de excomunión contra su sobrina, ordenando quemar el convento y repartir a las monjas por otras casas cistercienses. Solo la portada ha llegado a nuestros días...
Durante los frecuentes viajes de Antón de Luna a Francia para reclutar a los mercenarios que le permitiesen superar a los ejércitos reales concentrados en Aragón y ayudados por las tropas castellanas, la defensa del Castillo de Loarre estaba encabezada por la doña Violante de Luna, mujer de indomable carácter.
Más tarde, aunque Antón de Luna envió las tropas reclutadas en apoyo del conde de Urgell a Balaguer, pero, atacadas por las tropas reales en Alcolea de Cinca, fueron derrotadas. La siguiente expedición fue encabezada por el mismo Antón de Luna, quedando otra vez Loarre bajo el mando de su amante.
El 31 de octubre de 1412 se rindió la ciudad de Balaguer, sede del conde de Urgel, y él, hecho prisionero, sufrió cautiverio hasta su muerte. Un mes antes de la derrota del conde de Urgel, Antón de Luna había huido a Navarra y desde allí a Francia, quedando como único bastión de resistencia a las tropas de Fernando I el Castillo de Loarre, defendido por la aguerrida doña Violante, que preparó a su gente para un largo asedio.
Felipe de Urriés, señor de Ayerbe, que había sostenido un simbólico asedio del castillo, tuvo que aceptar la presencia de Pedro Ximénez de Urrea, acérrimo enemigo de don Antón de Luna, que, capitaneando a las tropas castellanas, fue encargado por el rey de tomar Loarre. Tras un asedio de tres meses la indómita doña Violante tuvo que capitular, siendo ella la única que fue hecha prisionera.
El resto de los defensores fueron indultados, puestos en libertad y se les devolvieron sus bienes. Doña Violante quedó presa en Loarre bajo la custodia de don Pedro de Urrea, siendo posteriormente trasladada al castillo de Sora, en la región de las Cinco Villas, por considerarlo más seguro. Ella no pasó mucho tiempo en el citado castillo, pues, cediendo Fernando I a las presiones ejercidas por importantes personas y muy especialmente por el tío de doña Violante, Benedicto XIII, fue puesta en libertad. Entonces doña Violante se fue a Francia para reunirse con su amado Antón de Luna y, volviendo de nuevo a Aragón, se estableció en Mequinenza.
Según un documento existente, ella fue enterrada en el monasterio de Veruela, aunque durante las búsquedas en este cenobio no fue encontrada ninguna señal que permitiese confirmar la veracidad de este hecho.
Mientras tanto Violante de Luna pasó a la leyenda como la señora de Loarre que debajo del hábito morado de monja llevaba la espada guerrera. Y durante muchos siglos en los pueblos de esta comarca la gente prefería no mirar al castillo la Noche de Todos los Santos, porque el espíritu fantasmal de esta señora de Loarre se asomaba al mirador en espera de noticias... (menudo carácter, las chicas son guerreras....)
De acuerdo con otra versión de esta leyenda, el alma de doña Violante de Luna sigue andando por el castillo entre recuerdos en busca de paz y su silueta puede aparecer cualquier día o noche en cualquier lugar del castillo o volando sobre sus torres y murallas...algunos días aparece en el "balcón de la reina" vagando por el castillo las noches de luna llena.
Aunque no es el único habitante sobrenatural del castillo, según dicen. A veces hay quien ha visto a Don Julian porque su alma atormentada aún vaga por el castillo lamentando el trágico final de su hija. Y en las noches de San Juan visita loarre la "dama mora" Se dice también que es alcázar de brujas aragonesas cuyos espíritus permanecen en el castillo en perpetuo aquelarre junto con los Trasgos de la noche. (Bruixas, sapos y culebras.....)