Castillo de Fyvie, Escocia (II)
Un fantasma menos conocido que habita ese castillo es supuestamente el de Andrew Lammie, un trompetista del siglo XVIII que se enamoró de la hija del molinero local, Agnes. Pero los padres de Agnes no estaban de acuerdo con la relación de su hija con Andrew. Cuando el Señor de Fyvie se enteró de que se reunían en secreto su indignación fue enorme ya que él mismo había puesto sus ojos en la linda Agnes y desaba convertir a la muchacha en su amante.
En un ataque de rabia el señor de Fyvie secuestro a Andrew lo vendió y este fué enviado a las Indias Occidentales como esclavo. La leyenda afirma que Andrew después de varios años finalmente logró escapar y regresar para recuperar a Agnes, pero para entonces ya era demasiado tarde. Agnes había muerto poco después de que él hubiese sido vendido y enviado como esclavo a las Indias, tal vez Agnes perdió las esperanza de volver a ver a Andrew y muriese de pena, o según otras fuentes murió de fiebres. Sea como fuere Andrew encolerizado por la pérdida de su amada maldijo a los Señores de Fyvie, proclamando que cuando escucharan el sonido de una trompeta, esta anunciaría la muerte de cada Señor, como un recordatorio del tratamiento que él y su amor había sufrido.
Desde la muerte de Andrew, una trompeta ha sido escuchada en las más profundas horas de la noche justo antes de cada señor de Fyvie expirase.
De vez en cuando personas han mencionado haber visto a un hombre vestido con un tartán y de pie cerca de la pared que podría ser Andrew esperando y esperando para reunirse con su amor. Se dice que aún hoy en las noches de niebla puede escucharse su trompeta anunciando la muerte del señor de Fyvie.
(Yo aquí aconsejaría a los moribundos señores de Fyvie que se compren unos taponcillos para los oídos ganaran unos días más de vida...)
Fyvie no sólo es un castillo encantado, también es un castillo maldito. Thomas el poeta, conocido también como fiel Tomás, fue un profeta muy conocido que había recibido supuestamente el regalo de la vista debido al tiempo pasado " bajo la colina hueca" con la Reina Fae.
Thomas tenía la costumbre de viajar. En aquellos días en que la hospitalidad de una buena comida, un lugar donde dormir y un lugar de entretenimiento-se concedía con regularidad a los viajeros. Eran tiempos de supersticiones y muchos creían que los dioses y los demonios vagaban por la Tierra libremente, por lo que en lugar y ante la posibilidad de ofender accidentalmente a un dios vengativo, la gente trataba de conceder hospitalidad siempre que era posible, no fuese ser que se tratase de un demonio con malas pulgas...
Thomas era uno de estos viajeros que vivía de la hospitalidad de las gentes, pero parace ser que al pobre Thomas le perseguía la mala suerte...
Existen dos versiones principales de la leyenda que rodea a Thomas y el castillo de Fyvie y que son conocidas popularmente en la actualidad.
La primera alude a que los propietarios del castillo estaban preocupados por lo que Thomas podría profetizar en su castillo, por lo que le negaron la hospitalidad, cosa temeraria para aquélla época de supersticiones.
La otra versión de le leyenda es que Fyvie mantuvo abiertas suspuertas por el periodo de siete años y un día o siete años y medio, esperando la llegada de Thomás llegó a las inmediaciones del castillo durante un día borrascoso y al acercarse éste a la entrada el viento cerró la puerta.
Eso si que es mala suerte, menuda les cayó a los señores de Fyvie...
De cualquier manera, el resultado de las historias es el mismo-Thomas maldijo al castillo con una rima que, esencialmente, proclamó:
"Fyvie, Fyvie, thou'll never thrive Fyvie,
As long as there's in thee stones three:
There's one in the oldest tower,
There's one in the lady's bower,
There's one in the water-gate,
And these three stones you'll never get!"
"Fyvie, thou'll nunca prosperan
Mientras haya en ti tres piedras:
Hay una en la más antigua torre,
Hay una en la glorieta de la dama,
Hay otra en la compuerta,
Y estas tres piedras usted nunca conseguirá!"
La gente ha interpretado que la maldición del profeta está relacionada con tres piedras que lloran cuando el Señor de Fyvie está en peligro. Una piedra parece haber sido encontrada y se dice que rezuma agua de vez en cuando.
Otros interpretan que la maldición está relacionada con la primogenitura y el castillo y la necesidad de devolver las tres piedras a su ubicación original; y es que desde la época de Thomas, el poeta que maldijo al castillo de Fyvie, ningún heredero del castillo ha nacido en la finca y el padre no ha sido capaz de pasar la finca a su hijo primogénito, el mayor de los muchachos nunca sobrevivió a sus padres...