El Mundo 25/2
‘Si alguien quiere utilizarme contra la Familia Real que no cuente conmigo’En su segundo encuentro con EL MUNDO esta semana, la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein insiste en que no quiere ser una pieza arrojadiza en las particulares guerras de España. «Soy una ciudadana del mundo», señala la consultora internacional a la que Diego Torres ha querido arrastrar al epicentro del caso Nóos.
«Si alguien pretende utilizarme para atacar a la Familia Real, que no cuente conmigo», dice sentada en el despacho de abogados londinense desde el que lucha a brazo partido para defender su reputación: «No pienso volver a España mientras mi presencia allí cause controversia».
«Lo que está ocurriendo es trágico. Me he visto metida en todo esto como si fuera un simple documento adjunto», afirma la princesa Corinna, de 48 años, en referencia al fuego cruzado en el que se ha visto inmersa en los últimos dos meses. Por un lado, las lagunas del duque de Palma sobre su intento de ayudarle a encontrar un empleo «digno» en la Fundación Laureus. Por otro, las maniobras de Diego Torres, el ex socio y enemigo número uno de Urdangarin, para desprestigiar la figura del Rey sugiriendo que la princesa Corinna, a la que conoce desde 2004, también hizo negocios con el duque de Palma.
«Llevo trabajando 25 años, y todo esto hace mucho daño a mi reputación profesional», explica la princesa, que desde 2005 dirige una empresa de consultoría llamada Apollonia Associates. «Siempre he actuado de manera profesional y apropiada, y ésta es la primera vez en mi vida que se me pone en cuestión».
«La confianza y la reputación es muy importante en el tipo de trabajo que yo hago. Tarda en construirse, pero se pierde muy rápidamente. Estoy en la liga de los grandes, y eso es muy duro. Soy mujer, y encima rubia, lo cual complica las cosas aún más», añade la princesa Corinna esbozando una sonrisa que deja ver sus dientes blancos, casi perfectos.
A pesar de las extrañas circunstancias que han llevado a este doble encuentro, Zu Sayn-Wittgenstein no deja de exhibir esas cualidades que todos los que la conocen resaltan de ella: el sentido del humor y la amabilidad. Debajo de las risas y de la empatía, eso sí, se esconde una rubia de hierro: «Yo no voy a atacar a nadie, pero tampoco voy a dejar que lo hagan conmigo».
Debido a los correos de Torres, en España se ha cimentado la idea de que la princesa Corinna es una comisionista dispuesta a trabajar incluso con Urdangarin en el Instituto Nóos. Ella lo explica así: «España era una pequeña parte de mis operaciones, que son globales. España nunca fue el centro del universo de las operaciones. Y lo más importante: nunca he ganado un solo euro del dinero de los contribuyentes. He hecho trabajos gratis, pro bono para el Gobierno español y remunerado para el sector privado, para algunas empresas que querían expandirse globalmente. Pero ahora sólo quiero seguir adelante con mi vida en el resto del mundo».
«Ese trabajo que he realizado para el Gobierno español, cuando se me ha pedido, ha sido siempre delicado, confidencial. Son asuntos clasificados, situaciones puntuales que yo he ayudado a solucionar por el bien del país», continúa Zu Sayn-Wittgenstein, cuya impresionante agenda de contactos le permite poder coger el teléfono en un momento dado para ayudar a desactivar una crisis política, como ha hecho en alguna ocasión para España.
En esta historia con el caso Urdangarin, le duele especialmente el daño que se le pueda hacer a Laureus, una fundación por la que siente mucho cariño y respeto: «Es una lástima que gente de comportamiento muy honorable como los responsables de Laureus se vean arrastrados al fango por las maniobras de Diego Torres».
Además de tranquilizar a los españoles sobre sus intenciones en nuestro país, la princesa Corinna insiste en su deseo de dejar meridianamente claro que no tuvo nada que ver en el Instituto Nóos: «El Rey me pidió que ayudara a Iñaki a encontrar un empleo apropiado en una organización internacional y reconocida. Cuando no aceptó la oferta de Laureus, me sentí muy decepcionada. Eso me dejó a mí, además, en una posición incómoda dentro de la Fundación».
«Su Majestad le dijo a Iñaki que me llamara y que viniera a verme», continúa la princesa. «Así lo hizo en junio de 2004. Vino a Londres a cenar conmigo para discutir ideas sobre un futuro trabajo. Era la primera vez que hablaba con él de verdad. A finales de los 90, después de su matrimonio con la Infanta, había coincidido con él en algunos actos sociales, pero nunca había hablado con él».
«Su perfil me pareció perfecto para el trabajo en Laureus. Entonces era un auténtico golden boy: un atleta olímpico con dos medallas, Atlanta y Sidney, y miembro de una Familia Real europea por su matrimonio con la Infanta Cristina.
Pero fue él el que me buscó a mí y el que estaba interesado en la Fundación Laureus». ¿Y el Instituto Nóos? «Yo no sabía lo que era. Por lo que él me explicó, era una fundación de caridad. Sonaba bastante normal, hablaba mucho del desarrollo de las ciudades. Tenía todo el sentido del mundo que quisiera progresar en el universo de las fundaciones y presidir una destacada e internacional como Laureus. Francamente, al Instituto Nóos no lo conocía nadie fuera de España».
«Se pasó meses intentando conseguir ese trabajo. Mirándolo ahora, le habría ido mucho mejor si lo hubiera aceptado. Le venía al dedo por su posición, pero ahora creo que no era suficiente para él. Laureus no era El Dorado», continúa.
«Como en el mundo de las fundaciones los salarios no son altos, yo llegué a sugerir que se creara una entidad comercial separada de la de caridad para que Iñaki pudiera ganar más dinero a través de los patrocinios. Nosotros le dejamos ya entonces muy clara la diferencia que hay entre una entidad non-profit (sin ánimo de lucro) y la actividad comercial propiamente dicha».
El primer ataque de Diego Torres no fue a propósito de Laureus. Antes había tenido lugar otro, cuando el pasado 10 de enero remitió al juez Castro unos correos en los que se comprueba que la princesa asistió al primer Fórum que organizaron en 2004 en la Comunidad Valenciana, el llamado Valencia Summit. Zu Sayn explica que el fin de semana del 29 de octubre de 2004, en plena negociación con Urdangarin por el hipotético trabajo en Laureus, acudió a Valencia con tres altos cargos de la Fundación: Guy Sanan, Nacho Díaz y Javier Arroyo.
«Fuimos a Valencia en equipo para ver lo que estaba haciendo Iñaki, a lo que se dedicaba, y también para estudiar las posibilidades de Valencia como lugar preferido para celebrar la entrega anual de los premios deportivos de Laureus, aunque al final no salió».
La negociación que olvidó el duque
Ante la amnesia de Iñaki Urdangarin, que no recuerda ni los correos que intercambió con la princesa Corinna ni los 50.000 euros que cobró de la Fundación Laureus hace ocho años, la consultora internacional aclaró ayer los hechos a EL MUNDO con un claro objetivo: «Que no se me involucre en la investigación criminal que se está llevando a cabo en España».
Este pasado sábado, en su particular 23-F, Urdangarin defendió a la Casa del Rey y a su esposa, la Infanta Cristina, pero se olvidó de situar a la princesa Corinna al otro lado del cortafuegos que ha querido establecer entre la Casa Real y el Instituto Nóos.
Ante el juez José Castro, Urdangarin declaró que no recordaba la serie de ‘e-mails’ intercambiados con Zu Sayn-Wittgenstein entre el 22 de junio de 2004 y el 11 de marzo de 2005 para que la princesa le ayudara a conseguir la Presidencia de la rama española de la Fundación Laureus. Tampoco que el 23 de enero de 2005 él mismo le envío su número de cuenta bancaria a la princesa para que Laureus le ingresara 50.000 euros por el trabajo ya desarrollado para la Fundación entre el 1 septiembre de 2004 y el 1 enero de 2005.
«¿Qué puedo decir?», se pregunta la princesa Corinna mientras repasa junto a su abogado la secuencia de ‘e-mails’ intercambiados: «No me lo voy a tomar personalmente».
EL MUNDO ha tenido acceso a la secuencia de los correos intercambiados por Urdangarin y la princesa Corinna a lo largo de ocho meses. La lectura íntegra de los mismos –incluso en el inglés manifiestamente mejorable del duque– ofrece una imagen distinta de la que prevalece en la serie mutilada que Diego Torres entregó al juez el 10 de enero y el 16 de febrero. En la lista se cita cuatro veces al Rey, ya que fue el Monarca quien puso en contacto a Urdangarin con la princesa.
Zu Sayn-Wittgenstein conoció a través de la prensa española el intercambio entre el personal del Instituto Nóos después de que ella asistiera al Valencia Summit. En uno de ellos, uno de los empleados expresa, con ironía, su deseo de casarse con ella. «No tenía ni idea de que estaban haciendo unos comentarios inapropiados sobre mí», señala la princesa.
22-06-2004
Primer correo entre ambos, filtrado por Torres.
A las dos horas de recibir el correo de Urdangarin, la princesa responde que ha reenviado su curriculum vitae a uno de los gerifaltes de Richemont, Christopher Colfer.
12-07-2004
Correo omitido por Torres y que los abogados de la princesa consideran importante, porque Corinna le explica a Urdangarin claramente la separación entre la fundación, sin ánimo de lucro, y la «parte comercial» que ella intenta establecer para el duque de Palma, de manera que éste pueda obtener un porcentaje según los patrocinios que consiga.
04-08-2004
De nuevo, se trata de un correo que no fue aportado por Torres. Según el equipo legal de la princesa, en él se establecen claramente las condiciones de la oferta de Laureus. La princesa Corinna no participa en la reunión en la que se fijan, pero siempre se le tiene al tanto de los acuerdos enviándole copia de los correos. En este e-mail se distinguen la fase de la ‘conceptualización’ (trabajo que realiza Urdangarin del 1 de septiembre de 2004 al 1 de enero de 2005) y la de la ‘implementación’ (a partir del 1 de enero de 2005).
Según la oferta de Laureus, Urdangarin iba a recibir un salario de 50.000 euros al año en la parte de la fundación, y un bono de 50.000 por cada patrocinio de 500.000 euros que encontrara en la parte comercial. Esto supondría un salario de 200.000 euros anuales. «Esto es lo normal en el mercado, un 10%», explica la princesa Corinna. Además, por participar en la ‘conceptualización’ de su trabajo entre septiembre de 2004 y enero de 2005 (el ‘Blue Print’, un borrador o anteproyecto), Urdangarin recibiría 50.000 euros a
modo de ‘start-up fee’. Iain Banner, cofundador de Laureus, se hizo responsable de trasladar el contenido de esta oferta directamente al multimillonario sudafricano Johann Rupert, según figura en los correos.
13-09-2004
La princesa Corinna, a su vez, asegura que le mostrará la propuesta al Rey en su próximo viaje a Madrid.
29-09-2004
Guy Sanan, el representante de Rupert en Laureus, le pide a Nacho Díaz, el hombre de Laureus en España y Portugal, que informe a Iñaki Urdangarin de los detalles de la oferta de la fundación.
11, 12, 13 y 15-10-2004
Los correos del Valencia Summit. Torres dejó fuera los que informan de la presencia de la princesa Corinna allí junto al equipo de Laureus (Guy Sanan, Nacho Díaz y Javier Arroyo). Los ‘e-mails’ del ex socio de Urdangarin crean la impresión de que ella está sola en Valencia porque hace oscuros negocios con el marido de la Infanta Cristina.
23-01-2005
Urdangarin le envía la cuenta bancaria a la princesa Corinna porque el día 1 de enero ya se ha cumplido el tiempo por el que puede cobrar esos 50.000 euros de ‘start-up fee’. Le habla además de unas «nuevas condiciones». Se refiere el duque de Palma a un segundo encuentro que mantuvo en diciembre con la princesa en Londres y en el que le dejó claro que quería una remuneración mayor a la establecida.
10-02-2005
Urdangarin le envía la carta con la que rechaza la oferta definitivamente. A la luz de lo sucedido en Nóos, no deja de ser irónica. Argumenta la incompatibilidad del cargo en Laureus con su condición de vicepresidente del Comité Olímpico Español: «En mi situación personal, mi relación con una fundación que tiene el objetivo de, entre otros, pedir dinero a empresas para patrocinio, estaría mal visto».
Añade el duque de Palma un extraño párrafo redactado en un no menos singular ‘spanglish’: «Hemos estado sufriendo un constante ataque de comunicados de prensa, no siempre precisos, referidos a nuestras vidas profesionales y privadas. Sin duda, la publicación de mi nombre en la Fundación Laureus causaría una mala interpretación que provocaría un impacto negativo en nuestra familia y en la Casa Real, que es donde está nuestro deber». Aún así, Urdangarin ofrece quedarse como asesor de la Fundación Laureus en el comité de evaluación de proyectos sociales.
11-03-2005
El duque de Palma vuelve a insistirle a la princesa sobre la posibilidad de convertirse en asesor externo de Laureus. Ahí acaba la negociación. Un año más tarde, la presidencia es ocupada por Juan Antonio Samaranch junior.