Clara escribió:
Lo que se criticó no fue la comida. Está claro que la Reina no va a encargar una minuta que se aleje del discurso que ella misma pregona, individualmente o de mano de la FAO. No la vamos a ver en un burger salvo que todo lo que sirvan en él se aleje de lo que conocemos como comida basura. Se criticó el "estilo remordimiento" (acuñado por Sabbatical) que se observaba en todo, tan zarzueril incluso en el Pabellón del Príncipe. Obviamente, ahora, sabiendo lo que sabemos, se puede entender que se quisiera vender una imagen lo más sencilla, menos frívola y gastona posible, pero aún así.
Y el estilo remordimiento sigue, pues no han cambiado ni una cortina en Zarzuela, el despacho sigue igual, ni una silla, ni los sofás floreados de hace 40 años. No son decoraciones o estancias con un valor histórico importante, y ahí siguen, siendo feas de toda fealdad. Si a Felipe le da cosa perder el mítico y feo despacho de su padre, que lo haga empaquetar y lo monten en el Museo de las Colecciones Reales como hizo Daisy en Amalienborg o como hacen los USA con los despachos ovales de sus presidentes.
Pero si un cambio de decoración lo tiene que pagar Patrimonio Nacional... También se criticaría por frívolo y por crearnos gastos.
Yo ahora haría reformas en el despacho oficial. Sin hacer sangre de la ausencia del padre, pero aprovecharía la excusa de que el cableado está obsoleto, para darle una vuelta. Cambiaría cortinas, quitaría los objetos decorativos de don Juan Carlos, desencastraría el Dalí y quitaría el retrato de Alfonso XIII. Los dos a Patrimonio Nacional y que les cedan otras obras en su lugar. Como mínimo. Parece que el despacho no es de Felipe, sino prestado. Pero no haría obras caras ahora.
Y lo que se haga, que se cuente. Nada de permitir rumores y especulaciones.