Lamballe escribió:
Bueno, por volver a dudar. Analicemos la situación:
Dinástico escribió:
La reina llevaba un maletín con todas sus valiosas joyas
Vale, ahora repasad desde el principio el hilo de Joyas, Antepasados de los Borbones. Buscad las de Victoria Eugenia.
Una vez que tengáis leido y asimilado todo lo que pone de la colección de la soberana, haced un listado mental de las joyas e intentad meterlas en un maleTÍN. ¿De qué tamaño más o menos es el maleTÍN?¿Como el baúl de la Piquer?¿Como un contenedor tamaño medio? Imagino que mandado hacer en Forjas y Aceros o en Altos Hornos de Vizcaya, si es de Vuitton no resiste.
Ena llevaba sus joyas y las de su suegra, aún si pensamos que las llevaba sueltas, sin los estuches, tendrían que ocupar una barbaridad. Nada de un maletín. Imagino que estarían divididas en varios bultos, y bien cerquita de la Reina. Hablamos de una mujer que adoraba las joyas, que se ponía sus chatones cuando estaba en la cama por el mero placer de verse en el espejo con ellos puestos. ¿Iba a darle a un personaje cortesano de segunda lo que más quería y que constituía su único capital propio en el inminente exilio? Ajaja risas mil. De haber querido evitar llevarlas en persona hubiera citado al embajador inglés en Madrid y este se las habría hecho llegar por valija diplomática a las Kimbambas ¿o no?
Yo no tengo ni repajolera idea de a quién le habría podido confiar Ena una buena parte de sus preciadas alhajas para que se las sacase de España, en caso de no poder ocuparse ella en persona del asunto. Pero siempre me ha sorprendido que nadie piense, por ejemplo, en Irene Denison, la esposa de Alexander Battenberg, marqués Carisbrooke. Irene estaba en Madrid en aquella época. La pobre Ena tuvo muchos quebraderos de cabeza en vísperas del exilio, porque el príncipe de Asturias estaba enfermo, pero la infanta Cristina, si no recuerdo mal, también había sufrido una operación para extirparle el apéndice y, para colmo de males, Irene Carisbrooke estaba también convaleciente. Pero si yo fuese una reina a punto de exilio y necesitase que alguien me ayudase a sacar joyas...¿quien mejor que una cuñada emparentada con la familia real británica? Irene estaba en una situación idónea, nadie se hubiese atrevido a fastidiar a la esposa del marqués Carisbrooke, primo del rey de Inglaterra. No sé, es una idea -seguramente peregrina...- que se me acaba de ocurrir. Y el caso es que los hijos de Ena siempre estuvieron muy unidos a lady Iris, la hija de los Carisbrooke. Ahí hubo un fuerte vínculo de familia...