Pienso que no ayudamos si queremos ver manos negras por todas partes y observar dobles intenciones en la prensa, que tiene su derecho a informar, más si maneja la verdad. Lo que nunca fue de recibo, fue esa complacencia y censura alrededor de la FR en los años 70, 80 y 90. Jamás fue fiscalizada públicamente, siendo vendida al ciudadano como un deshecho de virtudes, sin ningún defecto, imagen que ahora resulta que aparte de edulcorada, era irreal. De esos polvos, vienen estos lodos.
El Rey JC es una figura caída, ya no hay remedio para eso y él mismo ha sido el que se ha tirado por el precipicio. Hasta cierto punto, debemos intentar separar su figura de la de la monarquía actual. Él es una cosa, la Corona es otra. SU monarquía terminó en 2014 y ese mismo año empezó otra. Mientras nosotros mismos caigamos en esa manipulación por querer meter en el mismo saco a la Corona y al emérito, mal vamos.
El Rey Felipe nos dejó claro que debemos distinguir. Hizo lo que tenía que hacer, afeó lo que debía afear e intentó conseguir que su nombre no quedase unido al de su padre. En el momento en el que se planteó la menor duda respecto a la conducta e integridad de Felipe, puso la cuestión en conocimiento del Gobierno (socialista), soltó lo que tenía que soltar para intentar salvar a la institución y no perder el apoyo de esa izquierda que, sí, os guste o no, ha frenado las últimas intentonas de Podemos y del independentismo para someter al Rey JC a una especie de investigación y juicio político.
El Rey Felipe lleva AÑOS distanciándose de su padre. Le ha importado un bledo dar a entender que su relación con él no es buena. Cuando todo el mundo se le echó encima proque el Rey JC no había sido invitado a la celebración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas, se quedó tan pancho. Las críticas que le llovían por el mal rollito o distanciamiento entre padre e hijo, le resbalaban a él y a Zarzuela. A Letizia ya ni hablemos. Y esas críticas nos dolieron, las intentamos defender e incluso hubo lío de bandos en el foro. Pues bien, ahora sabemos que tenían razón de ser, que no eran simples bulos y lo que no es de recibo es que una relación rota entre padre e hijo desde tiempos ha, ahora se deje pasar para intentar enmierdar al hijo con las cosas del padre. No, menos cuando fueron los medios los que vendieron todo eso. Si afearon la mala relación padre/hijo, nuera/suegro, ahora que se ponga en valor, que no estamos descubriendo América.
La prensa es lo que es y los políticos son lo que son. Utilizan la carnada y las situaciones según les convenga. El problema viene cuando alguien se presta a regalarles esa carnada y Juan Carlos lo ha hecho a toneladas. No me sirve que el resto de políticos o gobiernos hayan hecho lo mismo y mucho menos aminora la carga de sus actos. No me vale lo que haya hecho Podemos con Venezuela o con Irán. No me satisface que el Gobierno de ZP tuviese negocios con el régimen de Chávez y Maduro. Qué más me da que Inda sea un miserable tiburón, peor persona. A mi lo único que me vale, o me valía, era que el Rey Juan Carlos se distinguiese de los demás, mostrando que él y la institución que representaba eran otra cosa, que estaba por encima de todos ellos, y como rey constitucional, lo único que podía hacer era observar con desaprobación y estupor la merienda de negros patria.
Salga lo que salga, el día que salga, el único culpable es él. Porque si no hubiese hecho nada, no habría periodista capaz de escribir un artículo hablando de absolutamente nada de todo esto.
Y ahora, él que siga su camino, que se defienda si puede (que por lo que veo no) y el resto a seguir intentando que la institución salga tocada pero no hundida de toda esta porquería y decepción inmensa para con su figura.
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