Rosalía puede ser un producto que no guste a mucha gente, al igual que su música, su forma de actuar, vestirse o hablar. No la encuentro más polémica que las Spice Girls, Lady Gaga y otros tantos artistas que han participado en eventos y jubileos junto a los Windsor a lo largo de muchos años.
Más allá de eso, hay una Rosalía que mucha gente desconoce, que se formó en la Escuela Superior de Música de Cataluña, donde se graduó en Flamenco con altas calificaciones y presentó su TFG "El Mal Querer" inspirándose en una novela del siglo XIII. Puede que su aspecto sea vulgar, pero es una chica bien formada y culta. Lo demostró en sus primeros trabajos. Para muchos, lo que hizo al fusionar el flamenco con otro tipo de música que no conozco es una genialidad, para otros una aberración y para unos pocos apropiación intelectual.
Yo tuve la oportunidad de asistir a un recital suyo, de su primer álbum, guitarra y voz, y debo decir que fue una de las actuaciones que más me han conmovido en toda mi vida. Cuando era Rosalía, no "La Rosi", la catalana con sus respectivos apellidos catalanes a la que insultaban y despreciaban los indepes por cantar música española o por darse a conocer ante el mundo como una artista que amaba las raíces del flamenco y de la copla, sin pretender ir de nada, mucho menos de cantaora. Guste o disguste, se ha convertido en una artista de talla internacional, con cientos de premios que avalan su carrera. Entiendo que eso es lo que busca El Prado.