Sany escribió:
yo creo que lo que hizo fue un espectaculo, se puso a gritar para que todos lo miraran y tener testigos y lo que consiguio es que lo tomaran por loco...
No ha sido un ejemplo de ética profesional, precisamente; pero en el mundo de los paparazzi, la ética profesional debe brillar por su ausencia, porque se ha hecho costumbre "crear" la noticia cuando no hay nada muy noticiable a la vista. Unas simples fotos de los personajes esquiando apaciblemente apenas se cotizan, mientras que si uno "monta el pollo" y lo coloca en el mercado como "agresión de escoltas a pobrecito periodista haciendo su trabajo", vende muchooooo más. Son quince minutos de gloria, sólo quince minutos de gloria, pero quince minutos de gloria muy rentables. En fín: todo el mundo tiene que comer. Lo que es una pena es que, para llenar el plato, se olvide que la profesionalidad incluye necesariamente una dosis de escrúpulos, pero allá el fotógrafo consigo mismo...