Fulco fue creciendo a la sombra de ese padrastro tan majete cuando se muere su tío Godofredo II de Anjou (el hermano de su madre) de quien debió heredar la afición a repudiar esposas (tuvo cinco pero ningún hijo varón). Se repartió la herencia con su hermano mayor: a Godofredo III le correspondió Anjou y la Turena y a Fulco Saintonge y Vihiers.

Evidentemente, como hermano menor recibió los señoríos menos apetecibles y encima llegó el duque de Aquitania y se quedó con la Saintonge dejando a Fulco con el miserable señorío de Vihiers. No contento con tan poca cosa, enardeció los ánimos de los barones contra su propio hermano y se alió con el clero que odiaba a Godofredo, de forma que lo tomó prisionero y lo metió en una mazmorra. Así todo el mundo quedó contento, bueno, Godofredo no porque estuvo encerrado 25 años y acabó loco desquiciado, y Fulco se conviertió en conde de Anjou y de Tours.

Así se las gastaba el caballero... Pero vamos a lo que nos importa: Fulco y sus mujeres.

1ª. Hildegarda de Beaugency con quien tendrá una hija, Ermengarda de Anjou, casada con Guillermo IX, duque de Aquitania y de Poitiers (sí, el abuelo de Leonor al que le gustaba componer canciones procaces), y después con Alain IV, duque de Bretaña. De esta primera esposa, Fulco quedó viudo como es debido para casarse nuevamente con

2ª Ermengarda de Borbón con la que tuvo a su hijo Godofredo IV que será conde de Anjou. A esta mujer la repudió y la casó con un colega para quitársela de en medio.

3ª Aurengarda u Orengarda de Chatelaillon, que es repudiada y encerrada en una torre. En estas Fulco decide darse un paseo por los señoríos vecinos a ver en cual pilla cacho... digo, esposa.

4ª la afortunada es una hija de Gautier I, conde de Brienne, de la que no sabemos el nombre pero que repudió con la excusa de ser primos en algún grado de esos que la Iglesia prohibía.

Esta es la mujer que estaba casada con él cuando conoció a Bertrade, que será su 5ª esposa en el año 1090 y con la que tendrá un hijo: Fulco V, conde de Anjou, rey de Jerusalén.

Bueno, llegar a casarse con Bertrade también tuvo su miga. Fulco tardó dos años en encontrar la excusa del parentesco para librarse de su esposa Brienne y el momento político propicio para pedir la mano de nuestra protagonista, que tenía ya por entonces 19 años frente a los 46 del pretendiente. Resulta que Roberto, el duque de Normandía, necesitaba la ayuda de Fulco para aplacar las revueltas de su territorio del Maine y nuestro señor de Anjou respondió que de mil amores prestaría a sus caballeros para le empresa, siempre y cuando Roberto convenciese a su otro vasallo, Guillermo de Évreux, de entregarle la mano de su sobrina. Guillermo dijo a su señor que de mil amores entregaría a su hermosa sobrina a tan principal caballero pero que a cambio, si no era mucho pedir, Roberto bien podía devolverle las tierras de su difunto tío Raúl de Gacé, que los normandos se habían apropiado por la cara.

Y así fue como Bertrade fue entregada a Fulco, moneda de cambio por unas tierras y unos guerreros. Eso sí, Roberto de Normandía se fiaba lo justito de Fulco y esperó a que le aplacase la revuelta antes de entregarle a la novia en 1089.

Dice la leyenda, que cegado por la belleza de su esposa, Fulco se niega a acostarse con ella la noche de bodas y permaneció a los pies del lecho, contemplando embelesado cómo la dama dormía. Teniendo en cuenta el carácter de Fulco... lo dudo bastante Dos años después nace el pequeño Fulco.

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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.

Jajajajajaa.

A veces ese tipo de leyendas encubren realidades más prosaicas...y poco agradables. Vete tú a saber, Ise. Si no me fallan las cuentas, Fulco debía andar por los cuarenta y siete años cuando consiguió casarse con la guapísima veinteañera Bertrade. Igual el hombre, que había estado tan pero tan ansioso de ponerle la mano encima al bombón de veinte añitos, sintió el peso de la edad tras el banquete nupcial, que aquellos banquetes solían ser un desfile interminable de platos regados con abundante vino, jejejeje. Vamos, que igual sufrió un gatillazo y en vez de decirlo tal cual, contó que se había pasado la noche contemplando cómo dormía tan preciosa y preciada señora...

Una siempre se pregunta a qué responden las leyendas, así que...perdonadme la falta de sensibilidad hacia Fulco ;-)

pues no lo había pensado pero habiendo leído el otro día el interminable desflie de platos, a cada cual más condimentado y pesado, de la celebración de nupcias del heredero de Ferrara... estoy por darte la razón y pensar que a Fulco se le indigestó el pastel de cisne en mantequilla con azúcar, canela y pimienta y la anguila a la miel con pasas y agraz rellena de salchicha de Bolonia

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Es que eran unos banquetes que...cuidadín, cuidadín. Después de semejante procesión de viandas a cada cual más contundente, con el consiguiente abuso de la bebida, era un milagro que lograsen llegar a la cama...para dejarse caer en plancha encima del colchón, con la oreja planchando la almohada desde el minuto cero. Debían sentirse como boas constrictor, rebosantes de comida y necesitando desesperadamente enroscarse sobre sí mismos y dormir. Me imagino a ese cuarentón saturado de comida y bebida, teniendo que "cumplir" con una moza de veinte que era de una belleza más que notable. Debió sentirse tremendamente presionado por la situación, jejejejeje.

Pero qué malas que sois... que sepáis que Fulco en el fondo, muy en el fondo, era un romántico empedernido muy dado a la contemplación platónica de la Belleza

Aquí dejo mi granito de arena por si sirve para entender mejor ese entorno familiar tan entretenido que tenía Bertradita "mon amour"...

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No sé si queda más claro pero sí más bonito

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Yo me imagino al pobre Vandal sudando tinta china para colocar todas las esposas de Fulco...y agradeciendo que se hubiese quedado por debajo del récord de Enrique Barba Azul VIII de Inglaterra, jajajajaaja.

Bueno, ya conocéis el dicho, sarna con gusto...

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Yo llevaba un rato garabateando hojas con la familia de Bertrada y otra con Fulco y ya me estaba liando con los Nevers...y llega el jardinero del foro y casi me da un parrus!! Yo venga a rayajos y él lo deja monisimo y ordenadisimo, casi que parece una familia standard

Y bien, así que tenemos a Fulco enamorado como un loco de la belleza insuperable de su esposa y ésta acaba de tener un precioso y sano bebé y todo es paz y armonía y... pues no resulta que hay problemas en el paraíso doméstico de la corte de Anjou y ha llegado la hora del mayor escándalo sexual que se haya visto en el siglo XI (y en unos cuántos posteriores me atrevería a decir)

Pero no entiendo por qué los hechos tomaron por sorpresa a más de uno, después de todo ya había sucedido exactamente lo mismo apenas cuatro años antes un hombre llegó, vió a Bertrade y quedó postrado de rodillas ante su belleza... lo que pasa que éste no era un hombre cualquiera, era el mismísimo rey de Francia: Felipe I, el hijo de la legendaría Ana de Kiev y de Enrique I



Ana es la más joven de las hermanas representadas en la catedral de Santa Sofía de Kiev



Ana fue la primera mujer de la realeza medieval que verdaderamente encontré interesante, una figura luchadora en medio de la adversidad, con una vida fascinante entre dos cortes y dos culturas, de esas que tanto le gustan a Minnie y a los miembros de este foro quizá porque fue la primera es la que más respeto y siento cierto temor reverencial ante la idea de dedicarle un hilo. Sinceramente, no me atrevo. No me siento capaz de hacerle justicia a la legendaria Anna Iaroslavna pero sí recuerdo haber disfrutado enormemente, hace muchos muchos años, de la novela de Régine Deforges Bajo el cielo de Novgorod Una estupenda lectura por si os apetece estas navidades.

El cuarto rey de la Dinastía Capeta resultó ser el más Capeto de los capetos, consolidando el poder real y manteniendo atada en corto a la nobleza, además de aumentando los territorios bajo su dominio directo invandiendo las tierras en torno a la Isla de Francia. También es el responsable del origen de los funcionarios franceses organizando una administración centralizada que permitió así mismo el cobro regular de impuestos a buen ritmo. Lo que se dice un rey "moderno" en líneas generales para lo usual en el alto medievo. Un tipo con ideas claras y visión de futuro.

Aunque... nuestro Felipe también venía con su cuota de esposas repudiadas, cómo no

A Felipe I de Francia, a Roberto I de Flandes y a Fulco IV de Anjou les molestaba mucho Guillermo el Conquistador. La realidad es que los duques de Normandía ya eran de por sí un fastidio pero con el poder de la corona de Inglaterra sumada a la ecuación, acabó por ser percibido por los tres hombres como un peligro serio. De esa percepción surgió una alianza que terminó con el matrimonio de Felipe con Berta de Holanda, hijastra de Roberto (hija del primer matrimonio de su mujer Gertrude)

En realidad, para comprender sus actos futuros es importante saber que Felipe no se casó de buena gana sino por causa de una terrible humillación. Supongo que eso no le hacía mirar con buenos ojos a su esposa. Por contarlo de forma sencilla: muere el conde Balduino de Flandes y su orgullosa viuda y el zoquete de su hijo logran que todo el pueblo flamenco se ponga en su contra. Roberto, el hermano pequeño de Balduino, aprovecha el río revuelto para ponerse a la cabeza de las revueltas y ver si pilla cacho de Flandes. La viuda, Riquilda de Hainaut, llama al rey de Francia en su auxilio y éste, como vasallos suyos que son, no se puede negar. Con 19 años se enfrenta a Roberto en la que será su primera acción militar... y fracasa estrepitosamente. En resumen, Roberto le da una tunda de las que hacen época y se convierte en conde de Flandes pasándose los derechos de su sobrino por el forro de la túnica. Para salvar el honor y el prestigio de la dinastía capeta, los consejeros del rey imponen la paz obligándole a aceptar el matrimonio... lo cual deja a una pobre Berta de 14 años en manos de un marido que le tenía mucha ojeriza.



El matrimonio se celebra en 1072 pero la pareja no tendrá su primer hijo hasta 6 años después. De esta unión nacerán:

Constanza, esposa de Hugo I de Champaña y después de Bohemundo I de Antioquía.

El futuro Luis VI de Francia, apodado el Gordo.

Enrique, Carlos y Eudes, muertos los tres en la infancia.

Felipe supo aprovechar las ventajas políticas de la unión y empezó a acosar con ganas a las tropas del Conquistador gracias a la ayuda de Flandes y Anjou, pese a que su vida conyugal fuese más que desastrosa y que la familia política no ayudase con su actitud a conciliar a los dos esposos. Roberto de Flandes siempre vió en Felipe al cachorro al que había dado una paliza épica sin pararse a pensar que los cachorros crecen, les salen garras y dientes y empieza a fastidiarles la intromisión ajena en sus asuntos de Estado. Harto de la esposa impuesta a la fuerza y de la condescendencia mal disimulada con la que Roberto le daba consejos Felipe hace encerrar a su esposa en el castillo de Montreuil en el 1090 (para haber aguantado 18 años la situación ya tuvo que tener tragaderas el francés )

El caso es que Felipe es un aguerrido rey de 37 años que no piensa seguir casado con ese petardo que tiene como esposa, por lo que la repudia en 1092 con la misma excusa que todos, que si somos parientes en grado tal y cual. El rey volvió sus ojos durante un tiempo hacia Enma, la hija del rey de Sicilia... pero entonces Bertrade se cruzó en su camino.

Dicen que Berta murió un año después en su castillo de Montreuil, según la versión oficial de dolor y pena, según la oficiosa oportunamente envenenada. Hoy en día la teoría más aceptada es que el rigor del cautiverio la venció sin que Felipe hiciese nada por acelerar el proceso, después del todo él estuvo casi veinte años encerrado en aquel matrimonio impuesto y es probable que quisiese para la causante de su furia otros 20 años de confinamiento en vida.

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Alberto Durero.

Bueno, supongo que en todo aquel lío la pobre Berta era la que menos culpa tenía de todo, pero ya sabemos que la caridad cristiana era en la Edad Media la menos común de las virtudes...

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Espero con ansias la próxima entrega!!! EXCELENTE. Gracias Iselen, por tomarte el tiempo y deleitarnos con estas historias, que parecen precuela de Los Reyes Malditos