Extra, extra...
No se si alguien sabe esto o lo ha leido o puesto, pero aqui les va...
La pieza clave de la investigación de Deneke es un misterioso personaje que vivió en El Salvador desde 1868 y hasta su muerte, en 1936, llamado Justo Armas. Deneke está convencido de que Justo Armas es, en realidad, Maximiliano, quien asumió una nueva identidad gracias a la protección del gobierno salvadoreño y por indicaciones del gobierno mexicano de Benito Juárez. Es sabida la estrecha relación que existe entre México y El Salvador. Se sabe que Benito Juárez protegía a los liberales salvadoreños e inclusive los apoyó para que alcanzaran el poder. Deneke sostiene que no sería remoto pensar que, debido a esta relación, nada difícil pudo ser que Juárez pidiera ayuda para esconder en ese país centroamericano a Maximiliano, a quien de paso le cambiaron la identidad.
Según Rolando Deneke, en la casa que era de Justo Armas existen vajillas, cuchillería, platería, cristalería, muebles, adornos y muchos objetos más con el monograma imperial de Maximiliano. Al decir de los expertos en estas cuestiones, ese tesoro indudablemente perteneció a la casa imperial mexicana. Pero allí Deneke también encontró fotografías, muchas de ellas son retratos de Maximiliano, de Carlota, de la familia imperial austriaca, así como vistas de México. ¿De dónde provino todo este cúmulo de recuerdos, incluyendo banderas imperiales mexicanas? Puede haber una explicación: Maximiliano a finales de 1866, cuando tenía la tentación de abdicar, mandó embarcar sus archivos en la corbeta Dándolo y sus vajillas y demás muebles de ornato en el barco de vapor Mérida, con instrucciones de que ambos buques llevaran su carga a Austria. La Dándolo llegó a su destino, pero el Mérida se supone que se hundió en el Atlántico a consecuencia de un huracán. Deneke supone que pudo falsearse la noticia para que el vapor desembarcara su carga en El Salvador adonde iría a vivir Maximiliano.
Justo Armas, tenía en vida, un parecido enorme con el emperador Francisco José, quien sería su hermano, según Deneke, quien lo comprueba con estudios fotográficos. Deneke además, hizo un estudio especializado a computadora comparando las fotografías de Justo Armas y de Maximiliano. En este estudio comparó los rostros y sus detalles, y también realizó un interesante estudio craneoscópico del que ha concluido que se trata de la misma persona: Justo Armas es Maximiliano.
Maximiliano nació en 1832. Justo Armas declaró haber nacido en ese mismo años y murió en 1936, a los ciento cuatro años de edad. Los Habsburgo son muy longevos; el propio emperador Francisco José murió a los 86 años de edad. La vida tranquila y holgada de Justo Armas en El Salvador, quien vivía cómodamente sin que se supiera de dónde provenían sus ingresos, lo hizo llegar a tan avanzada edad.
Rolando Deneke afirma que ha obtenido una prueba más, contundente y casi definitiva: un examen grafoscópico realizado por un perito calígrafo. Según dice, la letra de Justo Armas es exactamente igual a la letra de Maximiliano. Es decir, documentos de ambos personajes fueron escritos por la misma mano. Creo que el momento ha llegado: Si Deneke cuenta con esa prueba pericial, es tiempo ya de darla a conocer, difundir y someter a la crítica histórica. Es urgente que lo haga, fortalecerá su credibilidad.
Para Deneke, la verdad de este asunto se encuentra en el misterio que rodea la sospechosa y extraña actitud de Benito Juárez al conceder a Maximiliano tres días de gracia después de que condenado a muerte. En ese lapso, que prolongó la agonía de los ejecutados en el Cerro de las Campanas (¿o quizá la de sólo dos de ellos?), Deneke cree que se llevó a cabo la negociación que pudo salvar la vida de Maximiliano, negociación que quedó en el más absoluto secreto. En ella pudo acordarse de la forma de la huida y sobre todo el compromiso de Maximiliano de permanecer por siempre en el anonimato
Maximiliano fue fusilado en la mañana del 19 de julio de 1867. Su cuerpo fue embalsamado dos veces: en la primera le sacaron las vísceras y los ojos; en la segunda, lo colgaron para que escurrieran los agentes de la putrefacción. Las dos fueron tan imperfectas que el cuerpo seguía exhalando olores fétidos. Además, durante el traslado de Querétaro a México fue maltratado, llegándose al extremo de que el ataúd se cayó del carro donde era transportado, y el cadáver rodó por las piedras, charcos y lodo. ¿Habría interés por desfigurarlo?
Otro misterio más: hay cuatro fotografías del cadáver de Maximiliano. Ninguna es igual a otra. Es más, ya se sabe que una de ellas es un muñeco de goma mandado hacer ex profeso para simular el cuerpo del emperador de México. Un dato curioso más: en las cuatro fotografías el cuerpo muestra la barba completa, separada por mitades, tal y como lucía en vida Maximiliano. Sin embargo, en la última fotografía que le tomaron a Maximiliano, un par de meses antes de su muerte, se ve claramente una de las mitades de la larga barba recortada, efecto de una granada que estalló cerca de él y que le quemó la porción capilar izquierda de la cara. Es decir, tenía sólo media barba cuando fue capturado y enjuiciado.
¿Cómo pudo escapar Maximiliano de Querétaro? He aquí la hipótesis a comprobar: Maximiliano es fusilado con balas de salva, sin saberlo los soldados. Sólo lo saben pocos soldados republicanos. Miramón y Mejía si mueren, pero él se hace el muerto y hasta se da el lujo de decir sus palabras finales: “Hombre… hombre” (Ojo que dice su último aliento en español y no en su lengua materna). El cuerpo es llevado con el doctor Licea, un republicano, y el doctor Bach, médico personal de Maximiliano. Ellos podrían estar en el secreto. Tienen todo preparado, un cadáver adecuadamente elegido para sustituir al del emperador. Mientras que Maximiliano es enviado en secreto al puerto de Tampico y trasladado a El Salvador.
Pero la prueba final se basa en algo completamente infalible: una prueba de ADN. Rolando Deneke exhumó el cadáver de Justo Armas, obtuvo una muestra de sus restos óseos y mandó a analizar su ADN. Para compararlo, obtuvo la autorización del jefe de la actual familia de Habsburgo (el archiduque Otto) para que jóvenes archiduquesas donaran sangre para ser examinada y comparada. El ADN comprobó que ambas pruebas pertenecen a la misma familia. Aún así, la prueba deberá repetirse a un nivel más detallado, ya que dicen que los restos estaban contaminados con microorganismos, además claro, de someter a prueba de ADN el supuesto cadáver de Maximiliano que está sepultado en Viena.
¿Ustedes que piensan?...
¿No se convencen aun?, miren este video de un "testimonio" y saquen sus conclusiones...
http://www.youtube.com/watch?v=SzUqRDEJ ... r_embeddedPor cierto, se sabe que Max mandó sus objetos personales a Austria y llego una parte, ahora en lo que respecta a Carlota, despues de la supuesta muerte de Max mandó solo una parte de sus objetos personales como algunos muebles y algunas joyas y depues ella se marchó tambien, pero. ¿mandar solo una parte de objetos? ¿acaso Carlota planeaba volver?, si no planeaba regresar a Mexico ¿por que dejó piezas importantes como su cama y demas muebles de alcoba, asi como gran cantidad de joyas?
Por cierto, se dice que Carlota veia a Maximiliano despues de muerto, pero ella ya se encontraba en la locura, asi que nadie le creia, cosa que ahora incrementa el rumor de que cual Houdini haya escapado de la muerte, y estas "apariciones" de Maximiliano ante Carlota iniciaron a los pocos dias de su supuesto fusilamiento, ¿Acaso Max habrá ido a despedirse de su esposa? y esta al creerlo muerto empezó a enloquecer? ¿O simplemente no logró afrontar que su esposo la engañara con cuatro esclavos hombres durante su luna de miel y despues en repetidas ocasiones con otros hombres?...
Se los dejo para que piensen...
xoxo