Cuando en 1830 se realiza la maqueta de Madrid de León Gil de Palacio se representan unos jardines totalmente distintos, donde predomina el concepto romántico de influencia inglesa, con parterres irregulares, caminos sinuosos y plantas y árboles dispuestos de forma aparentemente caprichosa. La explanada delantera aparece cubierta de vegetación y atravesada por un amplio camino que enlaza en línea recta la calle con la fachada principal del palacio, que por otro lado, puede verse con sus tejados y sus patios interiores originales. Y otro detalle interesante que puede apreciarse en la maqueta, la depresión que existe en la terraza superior de la parcela, justo delante de la fachada posterior, de forma semicircular.
Vista del palacio y los jardines de Liria en el Modelo de Madrid de 1830. Museo de Historia de Madrid. Foto: Octavius para Foro Dinastías. Mayor fiabilidad que en los planos dieciochescos encontramos por ejemplo en el de 1849 de Coello y Madoz, que presenta además mayor detalle e incluso la planta baja del palacio. El perfil de la verja de entrada ya es similar al actual. Delante queda conformada una amplia plaza, sin más ornamento ya que una doble hilera de árboles en todo el perímetro excepto por el lado del palacio, al frente, disposición que fue criticada por aquellos años por Mesonero Romanos, pues parece que aquellos árboles presentaban entonces (mediados del XIX) un pésimo aspecto… A ambos lados de la plaza quedan dos pequeños jardines de corte italiano divididos en parterres, y detrás del palacio, flanqueado por arboledas dispuestas en hilera, queda un jardín romántico de tradición inglesa en torno a una gran fuente. La explanada delantera responde así al esquema de plaza de honor, espacio de respeto que da monumentalidad al edificio al permitir una vista completa de la fachada desde cierta distancia.
Detalle del plano de Madrid de 1849 Cuando el general Ibáñez e Ibáñez de Íbero realiza su plano de Madrid entre 1872 y 1874 todo el sistema de jardines ha variado nuevamente, han desaparecido los parterres clásicos, y todo el palacio se encuentra rodeado de un parque inglés (incluso desaparece el camino central delantero, quedando inservible la puerta central de la verja, que supongo desaparece entonces), mientras en la esquina norte una cuadrícula y varias hileras hacen pensar más en una zona de huertas y frutales que en un jardín propiamente dicho. A partir de entonces la mole del palacio quedará ya siempre oculta a los transeúntes tras la arboleda del jardín delantero. Sí se mantiene, no obstante, la fuente central de la parte posterior, y la depresión semicircular ahora ya es rectangular, como se ha debido mantener desde entonces.
Detalle del plano de Madrid de 1872/74
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"Buscad la Belleza, es la única protesta que
merece la pena en este asqueroso mundo"
(R. Trecet)