portablito escribió:
Minnie escribió:
carmela escribió:
que si, que lo que nos une a america no es una historia, un pasado, unas relaciones especiales, especiales y tan especiales que una se pregunta si en el fondo lo que nos pasa es que no terminamos de aceptar que ya no somos la metropolis...
Buena reflexión. Yo, la verdad, creo que la gente común y corriente, no sólo no vive con esa reticencia a aceptar que ya no somos metrópoli, sino que, en realidad, no suele ni siquiera recordar que antaño fuímos metrópoli de nadie, jajajaja. Esto quizá suene osadísimo, pero estoy casi cien por cien segura de que si se preguntase a todos los españoles qué les parece que el príncipe Felipe acuda a todas las tomas de posesión de todos los mandatarios del Centro y Sur de América, una inmensa mayoría respondería: ¿y porqué no nos ahorramos esos viajes? Porque, francamente, todavía no he conocido a nadie que le vea un sentido práctico. Dicho de otra forma...se puede entender que él viaje de un lado a otro del mundo inaugurando sedes del Instituto Cervantes, por ejemplo; eso es algo a lo que se le encuentra una base argumental sólida a poco que se utilicen las neuronas. Pero ir a tomas de posesión de presidentes americanos...no sé, lo encuentro artificial y pretencioso, máxime cuando, insisto, ni siquiera somos una Commonwealth.
Siento tener que llevarte la contraria, pero yo veo muy positivos todos estos viajes: ayudan a afianzar la imagen de España en Sudamérica y a generar una relación personal entre el Príncipe y la clase política autóctona, lo cual hace más fácil la intervención del Rey en pos de los intereses españoles en un momento dado. Por otro lado, el vínculo cultural, social y económico entre España y los antiguos territorios (quizás me equivoque, pero creo que no es correcto decir que España fue una metrópoli, ya que las posesiones americanas eran provincias y no colonias) es aún muy fuerte y sería una verdadera tragedia que esos lazos se perdieran, como pasó en Filipinas.
Saludos!
Bueno, portablito...no sientas tener que llevarme la contraria, jajaja, porque discrepar desde el aprecio mútuo siempre es un auténtico placer
Francamente, yo sigo sin verlo. Entiendo que a España le pueda interesar y/o convenir mantener una "relación privilegiada" -signifique eso lo que signifique según el momento...- con esos países. Entiendo que España decida enviar un representante precisamente a todas las tomas de posesión de presidentes. Pero NO ERA NECESARIO que designasen a Felipe para ese cometido. Una cosa es el ciclo de las visitas oficiales de un país a otro, otra cosa es establecer como un ritual especial de la monarquía hispánica mandar al heredero de la corona a todas las tomas de posesión de presidentes. Podían haber decidido enviar al senador más veterano o al diplomático con mayor antigüedad de todos los que presiden legaciones en Centro y Sur América, por ejemplo. Sería un gesto especial, igualmente, porque que yo sepa no hacemos lo mismo con los países europeos, y ahí sí que hablamos de algo -la UE- que es incluso más que una Commonwealth.
Pero yo desde luego nunca hubiese designado al príncipe para este trabajito. Sobre todo teniendo en cuenta que en los países en cuestión, considerando solamente el último medio siglo, te puedes encontrar montones de situaciones políticas un tanto "anómalas" o "peculiares", por andarnos con finuras. Y no veo porqué hay que exponer al heredero a situaciones incómodas que luego encima propicien titulares en los periódicos tipo "Daniel Ortega evita saludar al Príncipe". Luego, el españolito de a pié -y me incluyo- se pregunta si acaso hemos ído a imponer nuestra presencia dónde no era ni requerida ni deseada...
No me parece justo para Felipe. Tiene que ir, quiera o no quiera, le guste o le disguste. Tiene que hacer el papelón. Muchos aquí le cuestionarán, por tratarse con jefes de gobierno altamente controvertidos. Y para colmo de males, hasta puede suceder que allí haya mandatarios que transmitan la impresión de que no se valora para nada "la deferencia especial". Pa semejante viaje, nos ahorramos los dineros, que tenemos la prima de riesgo mirándonos con cara de mala leche desde hace meses.