La verdad es que la Casa Real y la televisión suecas ya me habían sorprendido muy gratamente con la boda de Vicky. Fue una boda real absolutamente deliciosa, con todos aquellos momentos pensados para hacernos disfrutar, desde el paseo en barco, a la llegada a palacio, el discursito de la novia en el balcón como añadido al típico beso y la retransmisión de la cena (¡eso me encantó! Nunca antes había cenado en palacio...fue algo increíble para mí poder asistir y sólo lamenté no probar el menú, jajaja).
Pero si aquello estuvo muy bien, el bautizo de Estela es genial. Han cuidado cada detalle, han creado una atmósfera que parece anunciar al mundo constantemente: "estamos bautizando a una nenita encantadora pero, sobre todo, ni se os olvide que estamos bautizando a una futura reina de la casa Bernadotte". Ha sido una ceremonia pensada para lucir a la nena y para lanzar un claro mensaje de "tenemos futuro, primero Vicky, luego Estela". Incluso esa formidable lista de invitados...ay, qué envidia, dejan claro clarinete que se trata de algo más que un pequeño evento familiar, que es un evento con trascendencia para todo el país.
En cuanto a las invitadas, encuentro muy elegante a Mary de Dinamarca (aquí se ha puesto
modelazo, nada que ver con el vestido que llevó al bautizo de su sobrina Athena). Stephanie de Lannoy va muy digna y me gusta, sorprendentemente, el estilismo de Sofía Hellqvist, la novia de Carl-Philip. Espero haber escrito correctamente el apellido de Sofía, jajaja, la verdad es que la nota encantada de asistir al bautizo y es normal, porque supone todo un paso adelante para ella. Ha optado por un look sencillo pero elegante, está en plan "señorita fina" total, jajajaja.