En esta torre se puede dormir si os apetece.
El hotel Torre de Villademoros, construido aprovechando una típica casona solariega del siglo XVIII, se halla ubicado junto a la torre medieval que le da nombre, justo en el centro de la comarca asturiana de Entrecabos, paisaje protegido que se extiende entre los cabos Vidío y Busto.
La Torre de Villademoros, uno de los más bellos ejemplos de la arquitectura señorial de carácter militar de la baja Edad Media asturiana, es citada por diversos autores como solar de un caballero llamado Pelayo (o Pelagio), cabeza de linaje de los Valthos o Valdés, contemporáneo del rey don Pelayo. Según tradición recogida por los historiadores, este caballero juntó cuatrocientos hombres de los campos de Luarca y fue en ayuda del Rey. En Cornellana se encontró con tres mil moros que huían hacia Galicia, a los que pasaron a cuchillo, por lo cual "
le honró mucho el Rey y le trajo siempre en su servicio".
No sé si creerme la historia
La primera referencia a la torre de Villademoros se remonta al siglo IX y, para algunos historiadores, aún es posible suponer que la misma haya sido "
obra defensiva y vigilante romana y que los reyes asturianos la consolidaron y reutilizaron en la defensa de su reino y que a ésta de Villademoros la atacaron y destruyeron los Normandos en el reinado de D. Ramiro.... y que fue reconstruida efectivamente en el siglo X y enriquecida y engalanada a través del siglo XIII y del XIV y quizá del XV". Esta suposición podría verse avalada por la aparición, no hace muchos años, de un sello romano y monedas en las inmediaciones de la construcción.
Otra leyenda cuenta que el caballero Diego Peláez , nieto del anterior, poseía este solar y casa en tiempos del intruso rey Mauregato, pero se mantuvo fiel a los legítimos Reyes de Asturias, pasando a Galicia al servicio del Rey Casto. Mauregato le despojó de la torre y solar. Vuelto de Galicia Diego Peláez "
halló su casa enajenada y habitada por moros con algunas doncellas que recogían por aquél país y retó al capitán a cuyo cargo estaban, el que salió a pelear con él y le temió y se dio por vencido teniendo noticias de su valor y le entregó la Torre y doncellas y se dió por prisionero". Esta historia está reflejada en el escudo que se conserva en la fachada este.
En tiempos de Pelayo Gutierrez, hijo de Diego Peláez, vinieron a las costas de España los normandos y destruyeron los lugares marítimos desde Gijón hasta La Coruña. Según la tradición, "
fue destruída la casa y Torre de los caballeros Peláez y una iglesia de la advocación de Santa Eufemia que estaba junto a ella en el sitio que hoy se llama de Santa Eufemia junto al puerto de Cadavedo donde se conservan vestigios de la Torre e iglesia y unas yerbas que se llaman Jiniestras que no las hay en otra parte de aquel distrito sino es allí"
Años después (finales del siglo X), Munio (o Nuño) Peláez, nieto de Diego Peláez, reedificó la casa y Torre donde ahora permanecen.
Las dimensiones exteriores de la Torre son de 7,90 x 7,90 m y una altura media de 14 m. Los pisos eran de madera como es habitual. La torre está construida a base de mampostería de cuarcita unida por argamasa de cal y arcilla. Para el enmarque de los vanos se utilizaron sillares de caliza y cuarcita. La primera planta es ciega, sin ningún hueco al exterior, al haber sido utilizada como calabozo. La fachada Este tiene una puerta de ingreso cuyo umbral se sitúa a 3 m de altura. A los lados de este umbral hay dos piedras salientes que, en su día, servirían de apoyo a la rampa o escalera levadiza de acceso a la torre, que con toda probabilidad estaría rodeada de foso y contrafoso. La puerta se remata por medio arco apuntado de dos medias claves. En el resto de las fachadas de esta planta hay una saetera en cada una de ellas en forma de cerradura invertida y a ras de suelo.
En el lienzo Sur del tercer piso hay una saetera y una cortejadera, rematándose esta última, al exterior, por arquillos germinados, de medio punto y monolíticos. En la cara Este existe una ventana cuadrada de escasas dimensiones y una saetera. Al Norte aparece un matacán al que se accede desde el interior por medio de una ventana cuadrada y, además, dos saeteras, una a cada lado del matacán. La disposición de este matacán, fuera de la proyección de la puerta de acceso y, por lo tanto, sin funciones de protección de la misma, hace suponer que el mismo tenía funciones de letrina o vertedero. La cuarta planta dispone de una ventana con medio arco de medio punto y monolítico además de una saetera en su fachada S. Al E, sobre la puerta, un matacán defensivo. En la N dos saeteras y una ventana similar a la anterior, repitiéndose la misma disposición en la cara O. La última planta, semidestruida, dispone de numerosas saeteras, pudiendo interpretarse que tuvo únicamente funciones defensivas.
Actualmente la torre es una suite, se puede dormir por 278€ dos personas.
http://www.torrevillademoros.com/esp/esp.htm
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.