En eso, como en casi todo en mi opinión, en el término medio radica la virtud. Quizá yo no me prodigaría tanto como los daneses en publireportajes tan divinamente chic y un poquito opulentos para papel satinado de primera calidad. Acabo dudando sobre si son futuros reyes o simples celebrities, con ese tipo de posados en el que el estilismo prima de manera tan obvia sobre el contenido. Además, como sigue sin gustarme la decoración de sus aposentos palaciegos, pues casi que les agradecería el dejar de ver esos murales, ejem ejem.
Pero es cierto que sí creo que entre los daneses y los españoles tiene que haber, seguramente hay, términos medios. Tal vez me guste la línea de Victoria de Suecia, que es generosa con sus apariciones públicas pero también con sus galerías de imágenes en la web oficial de la casa real, particularmente en lo que atañe a la pequeña Estelle. Yo siempre he dicho que cultivar el aprecio de los conciudadanos haciéndoles partícipes de tu vida es uno de los aspectos destacados de la monarquía, y para cualquier duda me remito a una ouija con Queem Mumm...
