Ya veo que Sofía Kristina ha motivado un fervoroso debate ;-)
A decir verdad, me quedo con una reflexión que ha hecho nuestra Ise: ninguna mujer de carne y hueso vive su vida pasando casi de puntillas, con el máximo cuidado de no tener ni el menor desliz, por si acaso aparece en su futuro un príncipe, un auténtico príncipe, que la lleve de la manita al círculo cuasi mágico de la realeza de verdad

Cada una vamos atravesando etapas de nuestra existencia, algunas más sosegadas y convencionales en general, otras más atolondradas o más arriesgadas según se quiera mirar. Claro, yo nunca he posado luciendo tipazo con una serpiente como recurso estilístico, jejejeje, pero es que a mí ninguna revista me hubiera pagado por eso

Sofía era una chiquita razonablemente mona, con un cuerpo estupendo y pudo tratar de sacar partido iniciando una carrera mediática. Si ella hubiera sabido que en su momento surgiría un príncipe, probablemente hubiera optado por matricularse en algún curso de algo que suene muy serio y formal, por ejemplo, historia de las civilizaciones preminoicas

y se hubiera asegurado de que siempre la fotografiesen bien peinada, bien vestida, sin serpientes alrededor y con gesto siempre circunspecto. Pero eso hubiera sido falsearse a sí misma de cara a un eventual beneficioso matrimonio...y yo, por mis narices, estoy hasta la punta de mi nariz de siglos y siglos en los que a las mujeres la sociedad prácticamente nos exigía ser castas y cándidas palomitas, a resguardo en el hogar familiar, dedicándonos casi en exclusiva a las labores de aguja o de papier maché mientras el reloj marcaba en transcurso de esas horas que mediaban entre tanta doméstica laboriosidad y la aparición del hombre con las adecuadas credenciales que nos íba a convertir en las reinas de su hogar.
Quiero decir con esto que prefiero que cada una seamos nosotras mismas, con nuestro camino a veces recto y a veces torcido, con nuestro paso a veces airoso y a veces a trompicones, con nuestros aciertos y nuestros errores...y si aparece un príncipe...ya publicarán en la web de la casa real de turno una versión lo más simpática posible de nuestro currículum, jejeje, pero es ahí, en ese punto, dónde tenemos que empezar a vender imagen, porque la monarquía depende en gran medida de la imagen. Juzgaré a Sofía princesa por lo que haga a partir de ahora, su pasado lo dejo como algo un poquito más colorido de lo que se suele considerar oportuno para una consorte real, pero, bueno, tampoco pasa nada, como ha dicho alguien por aquí Lilian Davies Craig también tenía un pasado más colorido de lo que se solía considerar habitual y fue una excelentísima compañera para Bertil pese a las tremendas renuncias que a ella le supuso esa relación larguísima en la que pudieron casarse cuando ya estaban más que talluditos.