Muy bien, que sepan encontrarlo si lo buscan unos que yo me sé. Bien a mano.
En cuanto las niñas salgan de palacio ocurrirá, Lamballe. El tema es que ya tenía que haber ocurrido, ser algo planificado, no dejarse llevar por la inercia del tiempo, de la edad, que es la que las saca del nido para empezar a "ejercer", subidos como siempre al carro de la improvisación como hasta ahora.
Minnie escribió:
Si haces una entrevista para lavar tu imagen, que sea (aparentemente) a pecho descubierto, con valentía y arrojo. Que te hagan peguntas incómodas. Que tengas que ofrecer respuestas (aparentemente) veraces y sentidas.
No nos engañemos, eso no ocurre ni va a ocurrir jamás. Las preguntas son pactadas y las respuestas seguramente preparadas con antelación. Pero ni aquí, ni en ninguna Corte. Como en las entrevistas tras el compromiso matrimonial de William y Kate o de Harry y Meghan, y quedaron divinas. Todo era consensuado. Ocurre lo mismo con las famosas ruedas de prensa de Daisy. Se conmina a los periodistas a que ciertos temas los pasen por alto, les avisan acerca de lo que se puede preguntar y lo que no, porque a la Reina no se la puede meter en problemas. Una vez, ante una pregunta incómoda referente a la situación política del momento, Margarita salió airosa contestando
"el mejor comentario que puedo hacer, personalmente, es que yo, como monarca constitucional, tengo la obligación de no mezclarme en política. Obligación que ya tuvo mi padre, el padre de mi padre, el padre de mi abuelo". Maravillosa, quedó como una humorada y todo, pero hay que tener arte hasta para eso y que la gente sepa recepcionarlo. Dudo mucho que aquí se tomase de buen grado una respuesta así, a pesar de ser la pura verdad, una obligación constitucional.
Eso sí, la diferencia la puede marcar, y muchísimo además, la naturalidad que tenga cada uno para afrontar una entrevista o un diálogo televisado, por muy pactado que esté. Se puede decir que en ese aspecto, JC está a años luz incluso de una de sus mayores, la Queen. Sin ninguna duda. Creo que la única forma de que salgan a pecho descubierto, es parándose ante la puerta de palacio a contestar todo lo que quiera un grupo de reporteros, lo demás... pse.
El error de aquella entrevista entre el Rey Juan Carlos y Hermida, fue plantearla como una muestra patente de que "todo estaba bien", cuando todo estaba fatal, incluso el aspecto por la maldita medicación para mitigar el dolor, que no había abdicación en mente (y la hubo meses después) y una especie de deseo nostálgico por recordar los logros del reinado. De nada sirvió. En aquel momento, el interés que suscitaba la entrevista, las expectativas, giraban alrededor de los problemas que surgían cada día, desde hacía años (Noós, la relación e imputación de su hija, investigaciones a algún empleado de la Casa, herencia del Conde de Barcelona, Corina...) y ninguno fue mencionado, ni siquiera de forma velada, al contrario, fueron obviados. Se palpaba el miedo.
Yo no recuerdo haberla criticado, pero creo que sí me dejó indiferente, insatisfecha. Pero ahora uno ve la entrevista de forma descontextualizada, y como a la Campos, me entra el remordimiento. Por los dos. Por esa reunión de dos personas, con sus problemas de salud, uno ejerciendo de monarca un tanto aséptico, el otro de periodista amable, pero ambos despidiéndose de su "profesión".
Me da mucha pena, porque los que tenían que organizar las cosas, no supieron hacerlo o no veían otra forma de hacerlo. Y seguimos, aunque la situación actual pena no me da, me da rabia, muchísima.