Ese mismo año de 1969, vio la luz el famoso y "prohibido" documental que la BBC y la ITV realizaron sobre la Familia Real. A ojos de hoy, lo que se mostró en él no contiene absolutamente nada que pueda perjudicar la imagen de los Windsor, pero en aquella época, se tomó como un error de dimensiones descomunales. Mostrar la vida cotidiana de la familia, no ayudó del todo a revivir el interés de los ciudadanos por la institución.
Durante el seguimiento que realizó la BBC a lo largo de un año, se podía ver a Lilibet escogiendo un vestido para un evento de noche o comprando un helado para el pequeño Eduardo en una tienda. También pudieron asistir a una íntima comida familiar en Buckingham o a una de las tradicionales barbacoas organizadas en el Castillo de Balmoral.
Los más jóvenes tuvieron sus momentos en el documental, para fastidio de Ana que describió la experiencia como "horrible". Por ejemplo, se mostraba a Carlos practicando con su chelo y a una de las cuerdas rompiéndose y saltando a la cara de su hermano pequeño. Todo muy cotidiano, como los desayunos en familia, las sesiones frente a la televisión sentados en el sofá o las actividades oficiales de cada uno de ellos.
Sir David Attenborough, que por aquel entonces trabajaba para la segunda cadena de la BBC, tuvo la oportunidad de ver el documental antes de su emisión. No le gustó. Advirtió al director, Richard Cawston, de hacer peligrar a la institución y de "matar a la monarquía". No concebía que se mostrase a los miembros de la Familia Real y, sobre todo a la Reina, en un ambiente o en unas situaciones tan aburguesadas, tan normales o similares a las de cualquier otra familia.
Finalmente el documental se emitió, y la opinión previa de Sir David no estuvo alejada de otras muchas. Así que Lilibet decidió, que tras cumplir con los derechos de emisión pactados con otras cadenas internacionales, no volviera a ver la luz nunca más. Fue tal el shock, que aquel año de 1969 decidió no grabar su discurso de Navidad alegando "sobreexposición". El discurso llegó por escrito a todos los británicos y a los ciudadanos de la Commonwealth.