El joyero Christian Bolin: Mi nombre es Christian Bolin, soy la sexta generación de la joyería Bolin.
-Puedes redondear este borde un poco (se lo dice a otro hombre en la joyería)
Nos establecimos en San Petersburgo en 1791, y permanecimos activos hasta la revolución rusa. En 1916 abrimos en Estocolmo y nos convertimos en los joyeros de la corte sueca.
Habrá seis zares y zarinas rusos para los que trabajamos. La primera, en la década de 1790, es Catalina la Grande. A partir de 1916 son tres reyes suecos: Gustavo V, Gustavo VI Adolfo y Carlos XVI Gustavo, nuestro actual rey.
Periodista: Has visto las rosetas de diamantes, las tallas en ellas ¿Qué son?
El joyero Christian Bolin: Creo que hay dimensiones y tamaños en las piedras, alguien en algún momento tuvo que reconstruir los botones, cambiarlos, y tuvieron que quitar las piedras para poder soldar en el metal, así que debes asegurarte de que las piedras vuelvan al lugar correcto, así que debieron marcar que piedra pertenecía a cada lugar, esa es probablemente la causa de las tallas.
Periodista: ¿Por qué no pueden quedar las piedras (cuando se suelda)?
El joyero Christian Bolin: Si se suelda, el metal se calienta y las piedras serían destruidas. En el caso de la llamada soldadura fuerte, cuando el calor se vuelve muy alto, debes quitar las piedras.
Narradora: Hay cientos, miles de horas de trabajo detrás de las joyas, a veces necesitan ser revisadas, limpiadas o reparadas, es entonces cuando la familia real llama al joyero.
El joyero Josep Pehrsson (mientras revisa): Ahora compruebo que nada está suelto, en ese caso tienes que solucionarlo para que no sigan sueltas, porque al final pueden perder las piedras, estirarse, pero la mayoría de ellas… creo que todas son geniales.
Narradora: Las joyas de esmeraldas y brillantes que tiene Josep Pehrsson llevan el nombre de cinturón de esmeralda y es un legado de Carlos XIV Juan.
Historiador Göran Alm: Que Carlos XIV Juan lo poseyera no quiere decir que lo haya usado él mismo, si nos fijamos en los retratos de las damas reales de las décadas de 1820 y 30 vemos que a menudo usan estas joyas junto con perlas o diamantes, algunas veces en colgantes tan largos que les llegaban hasta la cintura y continuaban cayendo en una fila hasta los zapatos. En las listas de las joyas de Carlos Juan lo denominan en francés “echarpe”.
La reina Sofia, esposa de Oscar II, pensó que eso era un poco soso ¿Ella podría usarlo? Se cuenta que ella tomó hilo de coser y junto estos medallones y rosetas, entonces se convirtieron en un collar, por supuesto fue bastante arriesgado, pero extremadamente elegante.
Después de eso no se utilizaron durante un tiempo, luego la princesa Sibylla descubre este collar de esmeraldas y fue con el joyero real para asegurarse de que pudiera conectar de manera segura los diferentes medallones. Terminaron convirtiéndose en un collar y en un broche ovalado.
Princesa Victoria: Casi te emocionas un poco. Estas joyas han existido durante mucho tiempo y fueron muchas las personas que cuidaron de ellas. Y después la artesanía, que alguien fuera tan hábil para crear algo así, que todavía es utilizable, que todavía existe y vive, que se puede ver y usar.
Tengo la costumbre de llegar a casa por la noche y asegurarme de que están bien, miro a través de todas las monturas para ver que nada se ha caído, porque realmente siento una responsabilidad.
Reina Silvia: Somos muy cuidadosos cuando se trata de las joyas. Son admiradas internacionalmente, tienen un gran valor sentimental pero también un gran valor cultural, así que no debes descuidar las joyas de cualquier
modo. Está claro que debes poder manipularlas para asegurarlas, pero también debes usarlas correctamente. Es importante. Creo que tienes que tener mucho, mucho cuidado.
La tecnología con la que fueron hechas es diferente a la actual, así que también debes elegir a joyeros con conocimientos. A veces necesitan ser reparadas y es ahí cuando debes tener a alguien que sea capaz de hacerlo.
Periodista: ¿Cómo es trabajar con joyas reales?
El joyero Josep Pehrsson: Es muy emocionante, tienes una buena idea de cómo funcionaban en el pasado. Como hicieron las joyas, la tecnología, como se componen todas las partes entre sí. Desafortunadamente, muchas de las joyas antiguas se reparan mal, a veces alguien desde el principio puede haber hecho las partes, tomarlas por separado y luego juntarlas en una pieza, la soldadura de estaño en combinación con oro no es muy buena. Podría ser una aleación con el oro lo que hace que este parezca como pan de jengibre. Se podría decir que es como si fuera una galleta. La peste del estaño, que será muy difícil de reparar o renovar más adelante, puede ser devastador, tal vez debería rehacerse porque eso simplemente se desmorona, el material es muy frágil. Hoy existe una tecnología completamente diferente, puedes usar láser ¡es mucho más eficiente! Y no destruyes el oro. Encontré uno que está roto (del collar que está mirando). Hay que tomar nota de esto.
Periodista: ¿Qué haces al respecto?
El joyero Josep Pehrsson: Bien, algunas veces lo puedes dejar, pero debe tenerse en cuenta que está roto, cuando está muy roto o estropeado, es cuando vale la pena reemplazarlo.
Periodista: ¿Te atreves con joyas tan antiguas?
El joyero Josep Pehrsson: Si, lo hago. Se trata de encontrar un viejo diamante cortado que encaje bien con el zócalo. Lo mejor posible. Puede ser un poco difícil de encontrar pero generalmente al final lo haces.
Narradora: ¿Pero qué es una esmeralda? ¿De dónde vienen y qué tipo de historia tienen? La experta en joyas Elena Avallon ha estudiado las joyas reales, ella ha trabajado con el joyero real, pero también enseñó gemología, la doctrina de las piedras preciosas.
Elena Avallon, experta en joyas: Una esmeralda es una piedra preciosa de la especie berilio. Las esmeraldas realmente hermosas tienen, como suele decirse, un resplandor, un brillo interior que caracteriza a las piedras preciosas.
Se cree que los primeros depósitos estuvieron en Egipto hace miles de años, se dice que Cleopatra tenía minas de esmeraldas. Fueron muy populares, entonces los romanos se hicieron cargo, empezaron a apreciar las esmeraldas, pero hasta aproximadamente el siglo XVII estaban en Egipto, que como todos en la historia tenían sus minas.
En el siglo 17 los españoles viajaron a América del Sur en busca de lo que pensaban que era El Dorado, buscaban oro y otros activos naturales, pero encontraron esmeraldas, ellos trajeron las esmeraldas para Europa y se hicieron populares aquí.
Las piedras de Colombia no se parecían en absoluto a las esmeraldas egipcias, eran mucho más hermosas, tenían eses brillo, y la gente se enamoró de las esmeraldas y las quiso en sus joyas.
Narradora: Elementos como el cromo, hierro y vanadio le dan a las esmeraldas el color, cuanto más cromo más verde es la piedra. ¿Pero de donde vienen las esmeraldas que están en el aderezo de Carlos XIV Juan?
Elena Avallon, experta en joyas: Diría que de Colombia, si pensamos en su antigüedad. Basándome en el color y en el momento de la historia diría Colombia.
Narradora: Estos son algunos de los vídeos más antiguos en el archivo de SVT, son de la inauguración de la exposición de Estocolmo en 1897. Podemos ver a la reina Sofia aquí, también vemos a su esposo el rey Oscar II. Se dice que la reina Sofia fue la primera en usar el collar de esmeraldas, pero hay otra pieza de joyería que lleva su nombre, la brillante tiara que le vemos usar aquí (la de las 9 puntas)
Como muchas otras reinas, Sofia estaba involucrada en temas de caridad, inspirada por Florence Nightingale empezó Sofhiahemmet, un hospital donde se enseña a las enfermeras. Cuando la reina Silvia asiste al Premio Nobel por primera vez, eligió llevar la tiara de la reina Sofia.
Reina Silvia: Esta es una tiara muy hermosa, y muy difícil de llevar, es pesada, rígida. Debe ajustarse por completo a tu cabeza, de lo contrario se inclinará. Es dura. Tuvimos que trabajar duro para que se sostuviera correctamente, equilibrada, porque realmente no se ajustaba a la forma de mi cabeza, entonces no fue muy fácil, pero hicimos lo que pudimos.
Björn Axén (el antiguo peluquero) estaba allí en ese momento, Lo abrochó con las agujas adecuadas, en verdad pensé que me desmayaría en las celebraciones de los Nobel. Es una cena tan larga, hermosa y agradable, pero esta tiara se hacía cada vez más pesada, más difícil de llevar. De alguna manera parecía que se me estaba clavando en la cabeza… pensé que lo haría. Me dolía mucho.
Recuerdo que el príncipe Bertil se dio cuenta que algo andaba mal, entonces se inclinó y me dijo “¿Estás bien?” realmente no lo estaba, pero dije valientemente “Si, todo va bien” y él dijo “¿Pero de verdad?”: Realmente fue muy atento, entonces le dijo “La tiara es muy difícil” y me miró y dijo “¡Quítate las agujas!” y yo estaba como “No puedo hacer eso con la televisión retransmitiendo y en medio de la cena de los Nobel” y él simplemente me dijo “¡hazlo!”
Si, tuve que ingeniármelas un poco y fingir que estaba acariciando mu cabeza… el pelo… y fui quitando las agujas. Cuando me quité la tiara se me había clavado en la cabeza así (enseña cuanto con las manos). Fue como un… podías poner un dedo. Dolió mucho, mucho. Así que tuvimos que cambiar la manera de hacerlo.
Me dejo cómo… un corte, simplemente fue aquí, fue muy pesado. Pero entonces, el muy hábil joyero Bolin la ha extendido para que el peso se distribuyera de otra manera, ahora está adaptada a la forma de mi cabeza, así que ahora todo está bien, no hay problema. Me gusta mucho usarla, pero cada vez que pienso en lo que pasó… pero ahora las cosas van muy bien, se queda donde debe estar, no se inclina hacia delante y es fácil de llevar. Pero es grande, es complicado transportarla. Se asienta firmemente en su cajita, o poco. Esta diadema cuenta su historia… de una manera diferente
Historiador Göran Alm: Internacionalmente se llama la tiara de las nueve puntas, nueve puntas con brillantes y con arcos debajo, luego es una forma de resorte solar que es el punto de partida para el motivo en sí. Elegante y muy original en comparación con otras joyas reales.
A menudo se la ha llamado la tiara de Berlín, nadie nunca ha entendido por qué. En la familia nunca se han referido a ella como la tiara de Berlín, ellos siempre la han llamado la tiara de la reina Sofia. Pero en algunos lugares mencionan la tiara de Berlín y entonces tú comienzas a buscar, resultó que en un cambio de registro en el siglo XIX se llamó a algún joyero de la corte para preguntar ¿Quién debe verificar que todo esté en orden con las joyas? Y ahí hablan sobre esta tiara, en un comentario dicen que es tan fea y tan basta que probablemente se hizo en Berlín, y de repente en algunos lugares empezaron a llamarla la tiara de Berlín.
No es grande… Sí, pero tampoco es basta, es extremadamente elegante, no sabemos si se fabricó en Berlín o en otro lugar, sin embargo lo que sí sabemos es que hay una joya peine registrada en las joyas de Carlos XIV Juan, y si buscas el número del inventario de ese peine te encuentras con una gran tiara con las mismas formas que la tiara de la reina Sofia, lo que nos indica que esta última se ha construido a partir de ese peine, usando las piedras para formar una tiara más grande.
Fue agregada a la colección real en la década de 1860, por aquel entonces el rey era Carlos XV, quién no tenía un hijo dentro del matrimonio que pudiera heredar el trono, en aquellos tiempos su hija no podía hacerlo, por lo que su hermano pequeño Oscar se convirtió en su heredero presunto y la esposa de este, Sofia, necesitó joyas un poco más magníficas, entonces hicieron esta tiara.
Sofia es la primera dama que podemos documentar que ha llevado la tiara, la usaba a menudo, con gran alegría, por lo que dentro de la familia empezó a ser conocida como la tiara de la reina Sofia, todavía hoy en día la llaman así.
Cecilia, experta en joyas: Es genial imaginar que los objetos contienen tantas capas de la historia, tratan con tantas figuras históricas importantes. En realidad cuando lo piensas es asombroso.
Periodista: ¿Hay alguna persona que le cause más fascinación?
Cecilia, experta en joyas: Soy una gran admiradora de la reina Victoria, porque ella representa la forma de adornos y joyas que se aplicó alrededor de 1900, una forma permisiva, casi bárbara, de prepararse a una misma. Ves ese exceso en todas las culturas antiguas, mira como se adornan los jefes de África, con collares, pinturas… o mira los gobernantes indios.
En las antiguas culturas sudamericanas estás cubierto de oro y collares, mira solo los grandes collares utilizados por los faraones. Es original, está destinado a que una amante se vea así. La reina elige joyas sin restricciones, pero tiene una expresión
moderada. ¡Imagínate ver esto grabado y en color! Mientras ella se mueve, con el brillo, el esplendor… Ah… estoy soñando! ¡Pero sería muy entretenido verlo!
Princesa Christina: Hay una imagen muy bonita que es posible que desee incluir. Está la reina inglesa Alexandra, además de la futura reina Victoria, porque todavía no lo era en ese momento, 1905, en la boda de mis abuelos. Ahí están las damas… ¡imponentes! De arriba abajo, sería algo como que menos no es más, sería ¡más es aún mejor! De todas la maneras, y es increíble cuando los ves. Aquí, de arriba hacia abajo, y grandes cosas por aquí y en la cabeza… no se ven de este mundo.
Narradora: Victoria estuvo casada con Gustavo V y fue la reina de Suecia de 1907-1930. Ella es una de las que causó una mayor impresión en la colección de joyas reales. En un regalo de boda de sus padres recibió la tiara fringe que usó como collar el día de su boda.
Historiador Göran Alm: Es posible quitarle un resorte que le permite soltarse. Esa forma rígida se relaja y se puede formar un collar. La tiara fringe se basa en el traje femenino ruso, el llamado kokoshnik, una estructura alta con brillantes que se ponían las bellas damas de la corte rusa. Así los rayos crecieron y la tiara fringe se convirtió en un fenómeno de
moda. Está representado en varias formas en prácticamente todas las casas reales.
Princesa Victoria: Es una tiara muy hermosa, muy elegante, un poco dura… pero muy fácil de llevar.
Periodista: ¿Te sientes como una princesa cuando usas estas joyas?
Princesa Victoria: No, es una humildad para tu papel, eres un eslabón más de una cadena, una continuidad. Lo sé, te ayuda a ganar esa confianza… Y con el respeto que le tengo, en cierta manera, se siente muy especial. Después de todo me deja muy claro que en esto tengo a muchas personas por delante de mí. Que lo administraron bien. Solo soy parte de la gestión y tengo que seguir adelante.
Narradora: La reina Victoria era la princesa de Baden. La familia tenía ascendencia sueca, su abuela era hija del hijo de Gustavo III, Gustavo IV Adolfo, quién tuvo que abdicar en un golpe de estado en 1809. Gustavo IV Adolfo y Federica se llevaron a los niños y dejaron Suecia. Muchas joyas reales deberían haber desaparecido del país al mismo tiempo, entre otras cosas los pendientes de jarrón, pero poco más de 70 años después regresaron para quedarse en Suecia.
Victoria era la bisnieta del rey desterrado, cuando se casó con el heredero de Suecia en 1881 la llamaron la boda Vasa, con ella, la sangre de los Vasa entró de nuevo en la casa real de Suecia, y como regalo de bodas recibió estos pendientes de la prima de su padre. Los diamantes talla briolet del siglo XVIII, son una de las joyas más antiguas de la familia real. Se usan en ocasiones especiales, como cuando la princesa Madeleine se casó.
Reina Silvia: Es una historia muy emocionante. Simbolizan la dinastía Vasa que existía en Suecia antes de que Carlos XIV Juan llegara. Primero son bastante grandes, pero se mueven de una manera diferente. No sé porque. Pero son diferentes, ambos, y es emocionante descubrir el por qué.
Cecilia, experta en joyas: El moler diamantes no se dominaba como se hace hoy, los bordes no son realmente simétricos, todo es un poco… oblicuo. Es preferible esto al corte
moderno, donde todos se ven iguales. En aquel momento los diamantes no podían forzarse a tomar la forma deseada, el calcular como hacerlo optimo. No podías hacerlo así, tenías que adaptarte a la forma del diamante. No hay un solo diamante de esta talla en todo el mundo que se vea así.
Princesa Victoria: No me atrevo a usarlos. No se… son, antes que nada, una pieza absolutamente fantástica, no sé cómo pudieron hacerlos, son como globos pequeños, a los que han podido dar esa forma con mucha habilidad. Es enorme pensar en ese momento… ¡Fue hace mucho tiempo! Como con las herramientas que tenían pudieron crear esta hermosura. Y lo han logrado, están completos y realmente se han utilizado. Están con nosotros. Es genial.
Narradora: A través de la reina Victoria también llegaron estos topacios rosados, durante mucho tiempo se creyó que fue el hijo de la zarina Catalina la Grande, Pablo I, quién los ordenó para la boda de su única hija, pero cuando tratamos de confirmarlo resultó que no era cierto. Vamos a Helsinki para encontrarnos con Ulla Tillander Godernhielm, que es la cuarta generación de una familia de joyeros de San Petersburgo y ha manipulado e investigado las joyas de la familia del zar ruso.
Ulla Tillander Godernhielm, joyera: He trabajado en los archivos y tuve contacto con las pocas personas de Rusia que han estado interesadas en esto, se cuentan con los dedos de las manos. Y hay trabajo para quedarse, un día no es suficiente, tienes que sentarte allí durante semanas para obtener material.
Narradora: Ulla y un colega rusa han encontrado documentos y notas de diario, lo que nos lleva al resultado de que los libros de historia deben reescribirse, ya que es imposible que el zar Pablo I hubiera ordenador hacer los topacios, ya que en el momento que esto ocurrió él ya estaba muerto. Los documentos muestran que su esposa, la emperatriz viuda Maria Fjodorovna (Minnie), fue quien ordenó los topacios rosas como regalo para su hija Maria Pavlovna cuando dio a luz a su hija Augusta.