Elena no tendría obligación de hacerles reverencia alguna porque, al igual que el Duque y la Gran Duquesa, ella es Alteza Real. Pero sigo diciendo lo mismo. Elena no está sentada en el trono como consorte, ellos sí. Son consortes de soberano y debería inclinarse ante ellos.
Pongo como ejemplo a Margarita de Dinamarca, que para estas cosas siempre fue muy purista. Sus hijos y sus nueras fueron "educados" para tratar a Henrik igual que a ella. Era Alteza Real, era Príncipe, pero era su consorte. Siempre se inclinaban ante él. Cuando llegaba el suegro Henrik ante ellas, Alexandra, Mary y Marie hincaban la rodilla. Lo podéis ver en cualquier video que recoja la apertura del Parlamento danés.
Federica de Grecia, por muy Reina y orgullosona que pudiese parecer, le hacía la reverencia a su hijo y a su nuera. Al menos en los grandes actos de Estado. Es una forma de mostrar respeto hacia el que reina y está por delante, protocolariamente hablando.
Si siguiéramos al pie de la letra el arte de dirigirse a los demás que marca el protocolo, una Alteza Serenísima (no soberano) debería inclinarse ante una Alteza Real. O una Alteza Real ante una Alteza Imperial. Pero en la práctica no se estila nada de esto. Es decir, una Estefanía de Mónaco o una Nora de Liechtenstein deberían hacerle la reverencia a una Infanta de España y una Infanta de España debería reverenciar a una Princesa de Japón. No lo hacen ni lo van a hacer. Se tratan por igual. Se quedan con Su Alteza, no con el Imperial, Real o Serenísima que les sigue.
Interesante lo que apuntas sobre una boda real, pero morganática para una Infanta de España. Morganática porque en Mónaco no pasan de Altezas Serenísimas.
Una Infanta de España podría y debería retener, siempre, el tratamiento de Alteza Real. Al marido que le zurzan, pero ella no tiene que ser rebajada a Alteza Serenísima. Se han dado casos, y muy recientes al respecto. Los Grimaldi siempre hicieron matrimonios con actrices, condesas o plebeyas. No tenemos donde comparar en ese caso. Pero los Liechtenstein tienen un buen puñado de ejemplos.
Por ejemplo, uno de los más sonados de su época, fue el de Isabel de Austria, hija del Archiduque Carlos Luis y, por ende, sobrina carnal del Emperador Francisco José I de Austria y de su Sisi. Isabel se casó con Alois de Liechtenstein, Alteza Serenísima. Estás tú que Francisco José iba a permitir que semejante matrimonio desigual, para su sobrina, toda una Archiduquesa de Austria, desembocase en la pérdida del tratamiento de Alteza Imperial y Real para Isabel. Peineta para ellos. Isabel retuvo toda su vida su título y tratamientos. Su marido ni siquiera llegó a ser soberano del Principado porque renunció a sus derechos sucesorios en favor de su hijo. Isabel y su marido Alois, eran los abuelos del actual Hans Adam.
Pero hay un ejemplo muchísimo más reciente: Sofía de Liechtenstein, actual consorte del heredero del Principado. Sofía es Duquesa en Baviera, con tratamiento de Alteza Real desde su nacimiento. Al casarse con Alois en 1993, Sofía no fue rebajada a Alteza Serenísima. Al contrario, retiene el tratamiento de Alteza Real, siendo así el miembro con mayor rango de la Familia Principesca actual. Lo mismo sucede con Margarita de Luxemburgo, casada con Nicolás de Liechtenstein. Todos son Altezas Serenísimas, mientras que ellas siguen siendo Altezas Reales.