Febe, partimos de opiniones muy distintas. Pero diametralmente. Lo que sucedió en Cataluña, para mi, desde el 6 de septiembre hasta la DUI, fue una intentona de golpe de Estado. Un intento por decidir donde comienza y acaba España, por desmantelar las instituciones constitucionales, las leyes, el estado de Derecho, la oposición en el Parlament; desobedecieron mandatos constitucionales y judiciales; ordenaron a un cuerpo armado, como el de los Mossos, incumplir leyes, desobedecer a jueces y sabotear investigaciones judiciales. No nos vamos a convencer la una a la otra y, en mi caso, ni con sentencia mediante, tras los giros de la Fiscalía y tras hacerse caca los líderes del procés asegurando que todo corrió a cargo de las organizaciones civiles indepes, que todo fue simbólico y la DUI un papelito mojado. No cuando amenazan con volverlo a hacer. No me van a convencer de eso, ni de lo de Trump, ni de lo de Maduro, ni del Cristo que fundó una sola iglesia.
Dejando eso a un lado, yo me refiero a lo que has señalado como "absoluta repulsa de la Jefatura del Estado a cualquier veleidad de los militares contra la soberanía popular". Y te respondía que, para mí, tanta veleidad contra la soberanía popular supuso la intentona del 81, como la del 17, como la que algunos desearían que ocurriese en chats o mítines políticos. Por muy distintas que sean. Y que, como pienso eso, luego creo que el Rey está para jamás apoyar y siempre condenar todo tipo de veleidades, no solo militares, vengan de donde y de quien vengan. Hayan pretendido meterle a él por medio o no. Sin ninguna distinción. Sea en el Congreso en el marco del 40 aniversario del 23-F o en Portugalete.
Aclarar que, no vaya a ofenderse alguien, aunque me refiera a militares e independentistas golpistas, no estoy diciendo que unos y otros sean golpistas per se. Tengo una amiga militar en Zaragoza y muchos amigos indepes, y de golpistas no tienen nada.
Si el foro me lo permite, ahora viene mi desahogo, que nada tiene que ver contigo, Febe. Sí con la forma de politizar al Rey en todo, desde hace un tiempo. Con pequeñas y grandes cosas, vayan en su contra o a favor de él. Algo de lo que seré contraria hasta que no me queden fuerzas y aunque me repita más que el ajo. Estoy cansada del relato con visos partidistas en torno al Rey. Porque el relato partidista no es bueno para la institución y en nada favorece al país como democracia. Al contrario, va abriendo una grieta en la sociedad que ni la de la montaña de Akerneset.
Y una vez más, un tema sí, me sirve como ejemplo para volver a repetirme. Que vengan a pretender que el Rey se desligue de algo a lo que nunca ha estado ligado, JAMÁS... me abre las carnes. Pues no ha habido institución que haya condenado en más discursos el golpismo, de todos. Aquí y en Sebastopol. Así que no pienso sucumbir al relato que quieren imponer unos sobre otros acerca de lo que está bien y lo que está mal. Vamos, el sempiterno haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga que convierta al Rey en monigote de la corriente de turno. Pocas lecciones admito y pocas obligaciones impuestas al Rey a tener gestos para quitarse de encima una sombra que solo ignorantes y personas de mala fe pueden alcanzar a ver.
Coño, es que parece que Felipe tenga que ser esclavo de cada una de las teorías de la conspiración que cualquier majadero invente o convierta en sueños húmedos, hasta ahora no hechos realidad, a Dior gracias. Es que ya está bien. Máxime cuando hay un porrón de cargos políticos defendiendo, en el mismo Congreso, cosas que han ocurrido hace 3 años y que sí son reales, y que sí se han materializado. Y máxime cuando son esos mismos los que se atreven a sumergir al Rey en un mar de sombras. ¿Pero se han mirado al espejo? El Rey, como garante de la Constitución, no va a defender ni secundar ninguna andanada, y mucho menos según el color del que las lleve a cabo. Eso lo hacen ellos.
El Rey condena y se desmarca de la veleidad del rojo, de la del azul, de la del verde, de la del morado, de la del militar, de la del político, de la del civil y de la del militante. De lo pasado, de lo presente y de lo futuro. Haya sido objeto de conversación en un chat de militares, de maquis o de comunidad de vecinos. La postura de la monarquía debe ser y ha sido clara en todo y contra todos, de lo contrario, partidismo que te veo.
Si seguimos comprando el discurso sectario en torno al Rey, vamos mal. Vamos muy mal. Empezamos a comprar sombras que unos y otros están fabricando. Y yo no quiero ir mal. Y perdón por el tocho.
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