Nos retrotraemos hasta el 14 de marzo de 1967. Esa fecha marca el compromiso de la Princesa Benedicta con el Príncipe Ricardo de Sayn-Wittegenstein-Berleburg.
Él era el mayor de los cinco hijos nacidos del matrimonio entre Gustavo Alberto de Sayn-Wittgenstein-Berleburg y Margarita Fouché de Otranto, de la nobleza sueca. El padre de ésta, Carlos, Duque de Otranto, fue caballerizo del Rey Gustavo V de Suecia. Daba la casualidad que Margarita era una de las amigas de la infancia de la Reina Ingrid, por lo que al nacer Ricardo, fue elegida como madrina de bautismo.
Durante la adolescencia, Ricardo y sus hermanos fueron criados en Suecia, junto a su familia materna. Su padre, el Príncipe Gustavo, había desaparecido en 1944, en el transcurso de la ofensiva de Vitebsk-Orsha, durante la Segunda Guerra Mundial. Gustavo era oficial de campo del ejército alemán, con el rango de Capitán de la Reserva de la 23ª División Panzer de la Wehrmacht. Poco después de la capitulación de Alemania, Margarita abandonó el país junto a sus hijos instalándose con sus padres en el Castillo de Elghammar, a unos 100 km de Estocolmo. Allí matriculó a sus hijos, temiendo represalias por los cargos ocupados y las acciones cometidas por su marido.
Ricardo regresó a Alemania para estudiar ciencias forestales en la Universidad de Múnich y para empezar a prepararse para dirigir las fincas de Berleburg en Alemania. Obtuvo su diploma en silvicultura en la Universidad de Göttingen y opositó como Asesor de Servicios Forestales en Renania del Norte Westfalia.
Benedicta y él se conocieron en la boda de la Princesa Beatriz de los Países Bajos con Nicolás de Amsberg en marzo de 1966. El compromiso entre la pareja tardó tan solo un año en llegar, pero para entonces, la Corte puntualizó que faltaba que el Rey Federico y el Parlamento danés dieran su consentimiento oficial. Este último paso fue retrasado para no solapar la boda de la Princesa Margarita con Henri Laborde de Monpezat.
Benedicta con su anillo de compromiso, consistente en un rubí y dos diamantes El anuncio oficial del compromiso se produjo tras la autorización del Parlamento y del Consejo de Estado el 4 de junio de 1967, en plenas celebraciones por la boda de su hermana. El Rey Federico dispuso ante el mismo Consejo que los descendientes del matrimonio solo tendrían derechos de sucesión al trono si se criaban en Dinamarca, algo que finalmente no ocurrió.
La boda se celebraría ocho meses después, el 3 de febrero de 1968 en la Capilla del Palacio de Fredensborg. Entre los asistentes se encontraba la madrina de Benedicta, la Reina Madre.
Gala en el Palacio de Fredensborg, 5 de junio de 1967Para celebrar el compromiso, los Reyes Federico e Ingrid organizaron una cena de gala en el Palacio de Fredensborg.