Ingrid lució el conjunto de rubíes de Désirée Clary, mujer de Jean-Baptiste Bernadotte. Ambos fueron sentados en el trono de Suecia, convirtiéndose en los fundadores de la actual dinastía reinante. A la muerte de Désirée, el aderezo pasó a su nuera, la Reina Josefina de Suecia y, posteriormente, a la nieta de ésta, la Princesa Luisa. Cuando la Princesa Luisa llegó a Dinamarca, ya casada con el Príncipe Federico, lo hizo con un gran cargamento de joyas entre las que se encontraba este aderezo. Desde entonces no ha abandonado la línea principal de la familia, siendo utilizado por todas las reinas de Dinamarca, excepto Margarita.

La Reina Alejandrina sería la primera en montar toda una serie de adornos para el pelo en una sola rama, a modo de tiara. Así la recibiría la Reina Ingrid que, posteriormente, mandaría a reformar la misma pieza para darle más empaque y frondosidad. También reformó parte del resto del aderezo, consistente en un par de pendientes, un collar, un gran broche y un brazalete.

Ya estaba todo listo para la boda. Tan solo faltaba uno de los actos centrales, que tenía como escenario el Ayuntamiento de Copenhague. Daba la casualidad que esos días se celebraban los 800 años de la fundación de la ciudad. Los adornos utilizados se aprovecharon para la celebración de las nupcias, añadiendo banderas francesas, imágenes y el monograma de la pareja.


La Amagertorv, con el edificio que hoy aloja el Café de Norden

Todo transcurrió con normalidad. El Gobierno permitió manifestaciones de júbilo o de rechazo hacia la boda, pero un colectivo concreto inquietaba a las autoridades. Se trataba del grupo antisistema "Provos", radicado en varios países europeos. Amenazaron con sabotear la boda con protestas y arrojar salsa de tomate contra la comitiva y el carruaje de los novios. Este mismo grupo, en su facción neerlandesa, fue el responsable de las violentas protestas y el lanzamiento de bombas de humo durante la boda de la Princesa Beatriz de los Países Bajos con Nicolás de Amsberg en 1966. El Gobierno danés decidió trasladar a policías de todo el país hasta la capital para reforzar la seguridad.


Los grandes almacenes Magasin du Nord

La Familia Real, junto a los invitados que ya se encontraban en la capital, asistió a la recepción ofrecida por el Alcalde, Urban Hansen. Este acto, convertido en tradición, se remonta a 1935. Aquel año, el futuro Federico IX y padre de Margarita, presentó desde el mismo balcón del consistorio a su esposa, la Princesa Ingrid de Suecia. También es tradición que durante la recepción se brinde por los novios y se les presente el regalo realizado por la ciudad de Copenhague. En su caso fueron obsequiados con un juego de té de porcelana azul y blanca.

La sede del consistorio danés se encuentra en la conocida como Rådhuspladsen o Plaza del Ayuntamiento. Situada en el centro de Copenhague, se distingue por su gran tamaño y por ser utilizada como el punto central para medir las distancias de la ciudad. Su gran tamaño, su céntrica ubicación y su vinculación con el ayuntamiento la convierten en un lugar popular. Se utiliza como kilometro cero para medir las distancias de Copenhague. Está situada en el extremo suroeste de la calle Strøget, conectada, a través de ella, con la Kongens Nytorv.



En la década de 1880 se planificó la construcción de un nuevo ayuntamiento, pero no fue hasta principios de 1889 cuando se convocó un concurso público para escoger un proyecto. El concurso lo ganó el arquitecto Martin Nyrop, con un proyecto que se inspiraba en el Palacio Comunal de Siena que hoy alberga el ayuntamiento de la ciudad italiana. A su vez, el diseño en forma de concha que presenta la plaza se basó en la Piazza del Campo.



La construcción del edificio se inició en 1892 y se inauguró en 1905. A lo largo de esos años, aparte de Nyrop, se sumaron los arquitectos Vilhelm Dahlerup y Valdemar Koch para comandar la obra. Podemos observar como el diseño del ayuntamiento está dominado por la alta y esbelta torre con un reloj. Tiene 105 metros de altura, convirtiendo al edificio en uno de los más altos de Copenhague. El único balcón del consistorio está presidido por una gran estatua dorada de Absalón de Lund, primado de Dinamarca y ministro de Valdemar I.