marce escribió:
¿Y qué podría hacer la Corona en este caso? ¿tiene algún poder para prohibir el mal uso del título? ¿o solamente apelar a la buena voluntad, que en este caso no existe?
Ahora mismo no puede hacer nada más que llamarles al orden o afear su conducta públicamente. Y esto último debería hacerlo ya, de forma contundente, no dejarlo a terceros o a cercanos del staff de Buckingham.
En mi opinión, deberían ir valorando alguna opción que les obligue a no poder usar el título. Obviamente los Sussex podrían hacerles la peineta. Es el
modo español de hacer las cosas: no se retira el título, se deniega el derecho a utilizarlo. Sería lo mismo a efectos prácticos. Lilibet no lo hará en vida, como en su día tampoco lo hizo nuestro Rey Juan Carlos. Tendrá que venir el siguiente, con las narices bien hinchadas y con el temor de que le fastidien el reinado. A ver quién tiene bemoles a desobedecer al Rey/Reina públicamente.
Tampoco contemplo a Johnson interfiriendo. Es un político y se le puede volver en contra. La demagogia está servida en este caso y los Sussex la manejan fenomenal.
La presión política que pretende ejercer Meghan no va destinada a lograr la construcción de un complejo turístico, sino a un derecho social como es la baja por maternidad/paternidad. Muchos afirmarán "pero si no es nada malo lo que está reclamando". No, no lo es. Lo que está mal es la forma en la que pretende lograrlo. No puede ni debe utilizar un título para nada salvo para representar a la Corona británica. Y esto último, ha renunciado a hacerlo. No puede usarlo ni siquiera para lograr que le reserven mesa en el restaurante más solicitado de Nueva York. Y mucho menos para llamar a políticos intentando convencerles o dirigir sus objetivos políticos. Eso es aprovecharse del título real, eso es interferir en la política de un país que no tiene a la monarquía como forma política del Estado y al que los títulos británicos deberían traérsela al pairo.
Que ejerza su lobby como Rachel Meghan Markle, como ciudadana estadounidense. Que se dirija al senador de su distrito, al que le corresponda y cuyo nombre aparezca en la papeleta de votación que deposita en la urna cada 4 años. Eso es lo que hace cualquier persona corriente. Y el senador estará obligado a responder, porque se juega el asiento en la Cámara del Senado. La elección de senadores no es como la de aquí (designación autonómica, Ley d' Hondt...), pues allí solamente sale elegido un senador por distrito, será demócrata o republicano, pero su agenda política nada tendrá que ver con el señor que se siente en la Casa Blanca. Debe centrarse en los problemas de su "barrio". Y para ser elegido debe haber convencido a todos sus votantes, porque se sigue la máxima un ciudadano, un voto. Si no cumple con los objetivos prometidos a los vecinos del distrito, se va para casa.
Así que, que se olviden del título de una buena vez. Basta de presentarse por ahí como Duque y Duquesa de Sussex.