El problema de Meghan es que no quería que se la asociase a su familia de ningún
modo, excepto a su madre porque cumple los estándares de lo que es cool, trendy y woke, pero los demás no. Además, ella ha vendido una narrativa de chica pobre, acosada y con una infancia difícil que se ha hecho a sí misma llegando al éxito con esfuerzo, y no puede permitir que la verdad le estropee el cuento de Cenicienta.
Vamos, normal no es, te cases con un príncipe o con el hijo del vecino, que a tu boda sólo vaya tu madre, ni padre, ni primos, ni tíos, ni hermanastros, pese a que en teoría no has tenido problemas con ninguno y algunos de ellos han sido cercanos a ti toda tu vida. Ya si hablamos de una boda real, con el mundo mirándote, y tú invitando a famosos que has visto una vez en tu vida y da gracias y dejando fuera a los primos con los que tu marido se ha criado... En la Casa Real debieron llevarse las manos a la cabeza. Yo no sé qué milonga le habrá contado a Harry acerca de su padre pero ha tenido que adornarla mucho porque la historia no se sostiene por ningún lado.
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.
No se trata de estar más o menos delgada, del tipo de vestido o de que tengan diferentes formas de cuerpos, es una cuestión de saber moverse y mantener la postura, de transmitir interés, empatía, humildad y saber ser el centro de atención sin que se note que se busca. Porque ese día Kate iba a por todas y su look estaba estudiado para que todos los ojos se fijasen en ella pero de una forma natural y ella no se comportaba con la rigidez de los primeros años. Eso lo da la experiencia y el asesoramiento de gente que sabe pero claro, tú tienes que dejar que te aconsejen y tener ganas de aprender en vez de pensar que lo sabes todo y que lo haces mejor que los rancios de la casa real... y creo que ahí es dónde Meghan ha fallado estrepitosamente. London is not California 
