Minnie escribió:
Lo segundo...uy, empiezo diciendo que no busco, no pretendo y no quiero convencer a nadie, pero en mi muy
modesta opinión lo que han hecho los Windsor hoy es ir por el camino de actualizar pragmáticamente los ceremoniales de la monarquía conservando en todo lo posible la grandeur asociada a una tradición centenaria. Ha sido, pese a todas las concesiones al UK de 2021, una coronación, no una proclamación. Y, de verdad, yo estuve en la explanada ante el Palacio de Oriente cargando en brazos un bebé cuado se proclamaron reyes Felipe y Letizia, así que puedo decir que no, no es lo mismo. Ojo, esto no es una crítica a los españoles ni a otros soberanos europeos. Lo de los Windsor es el resultado de una historia única y peculiar, cientos y cientos de años de monarquía con solamente una brevísima república puritana en tiempos ya remotos (¿Quien se acuerda hoy de Oliverio Cromwell fuera de UK?).
Los Windsor perdurarán porqur llevan de serie esa ventaja. Igual que quizá perduren los Bernadotte porqur son bastante espabilados (se notan los orígenes burgueses Bernadotte-Clary). El resto...no lo sé. Y no pretendo con esto ni sentar cátedra ni, menos aún, ser agorera...
¿Sabes qué pasa, querida Minnie? Yo soy medievalista y hasta tengo un doctorado que lo prueba, aunque en el mundo
moderno sirva para bien poco. Soy consciente de que todo lo que me interesa, lo que estudio, leo, escribo, vivo y sueño, lleva muerto 600 años, como mínimo. Queda muy poco de ese mundo que para mí es fascinante, la mayoría ha evolucionado, ha sido adaptado, cambiado o desdeñado, como debe ser. Desde recetas de cocina a tradiciones, rituales, la arquitectura...
Pero aún se pueden encontrar indicios de autenticidad, los investigadores tropiezan aquí y allá con nombres de bosques, montañas y pueblos que recuerdan hechos o personajes históricos, documentos que hablan leyendas y costumbres, poemas y canciones, hay rincones remotos en Escocia, Bretaña, la Selva Negra, tu querida Galicia y mi querida Asturias, donde las abuelas aún creen en meigas. Son migajas que los historiadores recopilamos con toda la ilusión del mundo.
Una de las pocas cosas auténticas que quedaba, que nadie discutía, era la coronación a la inglesa. En el trono, sobre la piedra, rodeados de los nobles vestidos con sus mejores galas, rodilla en tierra rindiendo homenaje, todos los reyes ungidos del mismo
modo desde Eduardo, más de 1000 años. Pocos rituales se han conservado intocables... ya nadie corre las armas cuando muere un rey pero al menos había un rey que todavía era coronado con el ceremonial que el mismo Guillermo el Conquistador conoció. Y ahora, ha sido descafeinado.
Los duques sobran, se han quedado obsoletos en el siglo XXI, ya no se arrodillan ante el rey y juran lealtad. Pero a mí me hubiese gustado verlos, porque cuando en la pantalla sale un Duque de Gloucester arrodillado delante de Lilibet, mi mente vuela y veo a otro Gloucester, llamado Humberto, arrodillado ante su hermano Enrique V.
Así que sí, será adaptado,
moderno, inclusivo y necesario para la supervivencia de la corona, pero mi corazoncito de medievalista sangra un poquito hoy. Los momentos que verdaderamente he disfrutado por épicos, como Clara ha dicho, son los que han mantenido el ritual al pie de la letra. Pero no pasa nada, mañana será otro día y siempre nos quedará Japón, donde la familia Fujiwara sigue haciendo espadas de la misma manera desde hace 800 años. Y espero que sean muchos más porque estás cosas me encantan, ya lo sabes
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.