La buena sintonía que reina en estos momentos entre los Borbón ha hecho que no fuera necesario ningún cambio de última hora. Tal y como aseguran a Vanitatis fuentes cercanas a la institución, a lo largo de la presente semana se cursaron las invitaciones para la celebración privada y la fecha cerrada es la tarde del 31 de octubre en el Palacio de El Pardo. Las mismas fuentes confirman la asistencia de los reyes Juan Carlos y Sofía y de las infantas Elena y Cristina: “La de los abuelos y las tías de Leonor está asegurada al 100%”.
No sé si echarme a llorar... Pero sí puedo decir alto y claro: ¡por fin!
Yo soy muy dura cuando las cosas no se hacen bien, puedo no tener piedad, pero si me dan muestras de todo lo contrario, me ganan enseguida. Soy muy facilona.
Estoy pasando unos días malísimos por culpa de todo esto cuando debería ser al revés. Y me pasa porque Leonor es una bendición que no merece ni que le roce el aire. Ella, al igual que su hermana, no tiene culpa de nada. Y deseo -y me convenzo a mí misma- de que la familia lo sabe y que actuará en consecuencia.
En mi opinión, estos días se está produciendo un escarnio público al señalar a los que asistirán y a los que no, y me resulta completamente innecesario. Y lo digo con total franqueza, como lo dije el otro día, dejándome llevar por el mala leche del "Conde de Nada". Si finalmente asiste el Rey Juan Carlos, mea culpa por hacer caso de semejante imbécil. Pero es que SU presencia, para mí, es obligada porque realmente deseo que se solucionen las cosas. Su no asistencia sería como una puñalada y una muestra de no querer solucionar nada. Y entonces ya, como monárquica, el siguiente paso sería irme a Abu Dabi con el trabuco en mano porque no soporto más cabezonerías por parte de ninguno.
Dejando de lado al Rey Juan Carlos, el que quiera estar, estará y el que no, que no se queje de la desunión familiar ni de mil historias. Pero una cosa es eso y otra muy distinta escuchar estos días, por ejemplo, que Victoria no quiere a su prima por no acudir a su celebración. ¿En serio? Leonor y Sofía no dejan de querer a su prima Irene por no ir a su graduación o a su tía Elena por no acudir a sus cumpleaños o a su abuelo Juan Carlos por no verle en 3 años. No se trata de querer o dejar de querer, se trata de que cada uno tiene motivos para proceder de la manera que procede. ¿Qué nos gustarán más o menos? Cierto es. Pero ya está, no se puede linchar a alguien asegurando que es un desprecio, que no la soportan, que no la quieren... Por favor, es una familia, con muchísimos problemas, pero como otra cualquiera.
Los Borbones siempre han sido complejos, muy complejos, pero desde hace tiempo se palpa cierta intención de recomponer las cosas. Ya desde Navidad, cuando alguien, supongo que interesadamente, filtró que la Reina Sofía, los hermanos y los 8 primos, pasaron todas las fiestas juntos en Zarzuela. ¡Aleluya! Tampoco nos vamos a engañar, si Leonor hubiera cumplido los 18 hace unos años, no hubiera habido invitaciones para todos ni de coña. El que ha hecho algo deshonroso, no se libra del cortafuegos impuesto por la Casa. Pero por una santa vez, vamos a quedarnos con las señales que está lanzando la Casa, el Rey. Habrá sacrificados en el acto institucional (me fastidia horrores), pero Zarzuela ha querido que el mundo sepa que todos están invitados a celebrar ese día en familia. No han escondido que han invitado al Emérito Rey, a Cristina, a los primos Urdangarin... Esto, en otra época, hubiera sido ocultado al público de todas las formas posibles.
Coñe, es una clara muestra de intenciones, de templar gaitas, de recobrar la normalidad y quién sabe, de lograr solucionar la anormalidad que supone que el Rey JC no viva en su país, con la edad que tiene. ¿La gentuza de la prensa no se puede quedar con eso? ¿No puede apreciar que el Rey está tendiendo la mano? ¿Qué quizás esto sea el inicio de otra etapa para la familia? No paran de presionar al Rey, los políticos, la familia, la opinión pública... Como esto siga así, no lo quiera nadie, Felipe va a terminar enfermo. Ya le han fastidiado demasiado la vida como para que encima, esto se alargue
ad infinitum.
Bueno, y después de semejante descargo, espero que una gran cantidad de prensa quede apostada a las puertas de El Pardo y hagan el favor de sacar fotos de todo coche que entre y salga. Porque nos conocemos Zarzuela, y no nos vais a dar ni una birria de foto. Y que sepáis, que por una vez en la vida, esa foto, con TODOS, no se vería mal. Todas las partes contentas, con las ausencias en un sitio y las presencias en el otro.