Es su móvil. Y la camisa de flores apareció en abril de 2010. Yo no creo que la foto sea un montaje. Puede estar retocada, pero montaje... no sé. Igualmente, para ser la supuesta foto furtiva que te manda una "amante", va más tapada que una monja. No hay provocación en ella. La misma foto que efectivamente podríamos mandarle cualquiera de nosotros a unos amigos agradeciéndoles un regalo. Sin más.
Anabolena escribió:
"¿Qué se podría haber hecho? Jefe del Estado. Jefe de las Fuerzas Armadas. Árbitro de la política nacional. Inviolable. Etc. "Sr. Sánchez, me traes un gobierno sin asesinos y firmo. Te sientas con Feijó y os arregláis. Pero Otegui no porque esto es destruir la esencia de lo soy y defiendo. Y no firmo". Tener dignidad. Luchar. Ser valiente. Hacerse merecedor de la Corona, que aunque sea por herencia se ha de ganar cada día. Defender España. El problema es que se casó con quien no debía y se jodió el Peru."
Hacer eso es extralimitarse en sus funciones como Rey, por no hablar de declararse en rebeldía. ¿"No firmo"?... No firmar, o más bien NO ACATAR, supone dictar la sentencia de muerte de la Corona. De esta y de cualquier monarquía constitucional, como hizo Alfonso XIII en su día, aunque su monarquía distaba mucho de esta. La Corona se somete al pueblo, no el pueblo a la Corona. Por eso Leonor juró la Constitución ante las Cortes.
O es que Lilibet, toda una Reina del Reino Unido, ¿pudo negarse alguna vez a estrechar la mano de los representantes políticos del IRA, asesinos de su tío Dickie? ¿Pudo hacerlo? No. Tuvo que hacerlo, con ellos y con tantos otros. Y aceptarlos en los parlamentos y gobiernos locales y nacionales. Y los sucesivos gobiernos de la nación le hicieron firmar leyes que seguramente le disgustaron. Y tuvo que comerse la indignación de la gente con esos gobiernos cuando le hicieron firmar leyes que luego fueron declaradas inconstitucionales. ¿Y por qué lo hizo? Porque era una soberana de una monarquía parlamentaria, que juró acatar las leyes y ser neutral hasta el día de su muerte. Esa es la principal función y cualidad de un monarca. No dejarse llevar por partidos políticos, ni intereses personales, sino por el acatamiento y cumplimiento de la Constitución. No son los soberanos quienes deben juzgar que sí y que no, para eso está el alto Tribunal.
Ahora resulta que los ultras exigen no acatar. Curioso, justo lo mismo que hicieron otros en 2017, los protagonistas de los contubernios actuales y pasados. Tal parece que sí, que los extremos siempre se tocan y terminan siendo y exigiendo lo mismo. Una cosa es protestar, afear la forma en la que se llega a la Presidencia del Gobierno, intentar frenar decisiones utilizando la política, y otra muy distinta exigirle al Rey poco menos que dé un golpe de Estado. Claro que sí guapis, el Rey igualándose y rebajándose, quedando como un vil golpista.
Que se quiten el pin y cierren la puerta al salir.
Así son las democracias, sean monarquías o repúblicas. Hay que aceptar lo que vota la gente, aunque no nos guste. Si alguien cree que debe hacer algo para impedir el advenimiento de un nuevo gobierno utilizando cauces alegales o ilegales, entonces no es un verdadero demócrata, en su fuero interno es un dictador. Y esto sirve para lo que ha ocurrido en España, para lo que sucede en Argentina, que es una república, o para lo que ocurrirá en los USA el día de mañana. Lo que elige la mayoría debe ser respetado, aunque nos disguste. Y respetar no significa dejar de contestar o de hacer oposición. Son las normas del juego democrático. El disenso debe ser respetado, la alternancia política debe ser respetada, el derecho de los partidos políticos a presentarse a unas elecciones libres, sin ser apeados por su ideología o extremismos, debe ser respetado. Si no es respetado, no es una democracia, no es un demócrata.
En una monarquía parlamentaria, el Rey debe ser el primer demócrata del país, el más demócrata. Como un faro que guíe a la nación a pesar de que todo lo demás falle. De controlar a los gobiernos, partidos políticos y sus posibles desmanes, ya se encarga la justicia, española y europea. No tiene que venir un Rey, ni un militar, ni un ciudadano a pegar puñetazos en la mesa.
Pensé que este ser era más inteligente y que conocía mucho mejor lo que supone vivir bajo un orden constitucional y parlamentario. Pero veo que no. Además de ser más malo que las arañas, extremista y probablemente una mente obsesionada y manipuladora, es un ignorante descarado.