Me sumo a lo que dicen, la serie termina con un bang. Y se va bien. Los capítulos de Diana se me hicieron largos porque acá nos conocemos de memoria el delirio que fue aquello. Y también la responsabilidad que tuvo la finada en todo lo que pasó, intentando dar lástima desde un yate que costaba millones, jugando con la prensa... parece que fue ayer y sigue siendo igual de enfermizo que cuando sucedió. Bien que como dice Clara mostraran a Fayed padre como el arribista que era, la serie venía romantizándolo. Incluso sobre el final intentan disculparlo sobre el dolor de padre pero fue horrible, me había olvidado ya lo del anillo pero sobre todo el rumor de que estaba embarazada al morir. Insisto, tóxico al máximo.

Hubo una cierta representación de Caroline Middleton como una Mrs. Bennet que casi le puso a su hija delante a William hasta que pasó lo obvio, en su libro "The Palace Papers" Tina Brown sugiere algo parecido pero desde una perspectiva menos obvia, sí que quería infiltrarla en el círculo de William. Que se hayan portado siempre bien y le ofrecieran una familia donde nada se filtraba a la prensa deja ese rumor por los suelos, han pasado décadas y nada. Pero se sugirió un cierto "grooming" y me resultó horrible.

El duque de Octavius insultando a los de la tienda de disfraces me ha parecido todo. El 10° capítulo es el más emotivo por razones varias, los flashes con las reinas pasadas me han agradado y mucho, ver a Clarie Foy siempre es un placer. Confieso haber llorado varias veces desde la charla con el gaitero y las maquetas con la procesión, es todo demasiado reciente... la escena final por supuesto, llanto imposible de contener. Ha sido realmente un buen final. Un monarca contemplando su propia mortalidad: memento mori. Y todo, obvio, con el peso de los hechos recientes. Imposible que el golpe bajo no generara el efecto deseado.

No me creo sí que Lilibet se haya planteado ni por un momento abdicar, lo de ella fue un juramento de por vida.

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Para mí, la temporada remonta en el capítulo 6. Esa conversación entre Tony Blair y la Queen sobre modernizar la Corona, acabar con multitud de empleos históricos... Y luego ella citando a esos trabajadores para que le cuenten cuál es su función. El que se encarga de preservar las ocas o el que mantiene a punto las cristalerías y las servilletas, maravillosos.

El final es todo, lo pongo como O/T por si alguien aún no lo vio y no quiere tentarse:

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No he seguido toda la serie, pero estás temporadas finales las he visto del tirón hace poco y a mí me han gustado bastante. No puedo comparar demasiado, porque a la Reina madura la vi muy poco, pero las críticas negativas me parecen injustas. Yo creo que no es decepcionante...salvo para quien buscará conspiraciones y polémicas.

Coincido en que la madre de Kate queda regulín con esa comparación con el personaje de Austen, aunque la propia Catalina no, se la ve muy bien con Will, nada interesada y sí sincera. Es muy distinta a la Diana jovencita.

En cuanto a Al Fayed, no lo vi exactamente un arribista. Me pareció un hombre que venía de muy abajo, con mucho mérito, y que se había perdido en esas ansias de reconocimiento social, de su obsesión por obtener la ciudadanía británica. Se ve que pese a todo quería enormemente a su hijo y no sé hasta qué punto se creía lo que afirmaba. La postura de la serie acerca de la muerte de Diana está muy clara. Yo diría que no carga tanto las tintas sobre la prensa como lo hace la película, aunque sí un poquito... El paparazzi, por ejemplo, hablaba de cazar famosos, como los asesinos. Será que por eso a algunos medios rosa no les gusta...

El final me encantó. Coincido en que no creo que Isabel II se planteara abdicar, pero entiendo esas "dudas" como una forma de explicar al espectador ajeno a la mentalidad por qué no, si otros reyes lo hacen y parece una idea sensata y práctica. Vemos pros y contras en el drama.

A mí me ha gustado ver cómo la prensa le falta al respeto a Diana en la rueda de prensa, preguntándole solo por Dodi con toda frivolidad y obviando su compromiso humanitario con las minas antipersonas. Y eso lo veo como defensa de Diana y como una canallada de los periodistas.

Sí, hay un cierto paralelismo con Harry. Y un aviso a navegantes de cómo se las gastan los periodistas con los personajes populares con los que ganan mucho dinero.

Estoy contigo que los Al-Fayed eran unos arribistas. Al-Fayed invirtió mucho dinero en Inglaterra y jamás perdono que no le dieran la nacionalidad. La primera vez en 1995 mucho antes de la relación de Diana con Dodi y la última en 1999. La razon por la que se le denegó fueron los pagos a miembros del Parlamento Británico. El famoso "cash for money" escandalo.

Diana nunca tuvo la oportunidad de protegerse a sí misma. Venía de una familia completamente desestructurada y su matrimonio con Charles siendo una cría de 19 años, la metio de lleno en una familia más desestructurada todavía. Ni tenía el amor de su marido, ni nadie en la familia real (por las diferentes facciones de poder interno) tuvieron la inteligencia emocional para ayudarla a ser una mujer fuerte. Diana nunca tuvo el apoyo, el ánimo y el cariño necesarios para desarrollar confianza en sí misma.

Uk paso de considerar a Diana como una Madre Teresa, a ser una mujer vista con muchos problemas mentales, mientras Camila, la odiada adultera, hoy en día es el ejemplo de discreción y la amada esposa de Charles. Es lo que tiene el poder de la prensa - lo que antes era blanco, hoy es negro porque interesa a la institución.

Cuanto más edad tengo, más ternura siento por Diana. Cometió errores (quién no los comete?) pero hizo cosas enormes en su tiempo que si hubiera tenido el apoyo de Charles y la familia real, habrían beneficiado enormemente a todos. Empezando por sus hijos y la nula relación que tienen con su padre hoy en día.

Soy defensora de Harry desde hace mucho tiempo, aunque raramente entro en su hilo porque no quiero entrar en debates que no conducen a nada y crean discordia. Le he apoyado, no por Netflix, sino porque viviendo en Australia (en las colonias) tengo acceso a periodistas serios que ofrecen una imagen completamente diferente de la machaconería a la de la prensa más leída y programas de TV (mass media). Ni William y Kate son lo majísimos y fabulosos que nos ofrece la prensa, ni Harry es el diablo reencarnado.

William tiene fama en Australia de arrogante y no es muy querido precisamente por aquí.

En cuanto a Netflix, me han decepcionado las últimas dos series pero los dos últimos capítulos de la última, tienen momentos para hacer pensar. Especialmente la conversación final entre Philip y Elizabeth. Obviamente, está dramatizado y nunca sucedió pero esa conversación es un buen pulsómetro de lo que piensa la mayoría de los británicos hoy en día.

Yo no veo ese paralelismo, ni un poquito. Mientras que la vida trágica de Diana es muy auténtica, y la prensa terrible con ella, Enrique es la ignorancia y frivolidad pura, un hombre muy simple. Los sentimientos de Diana son auténticos (con sus mentiras como todos) y realmente era muy humana porque se identificó en el dolor con los otros.

Hay cierto paralelismo en su relación con los medios y el aislamiento al que él mismo se está sometiendo.

Diana fue víctima y a la vez colaboradora de los engaños de la prensa. De cierta prensa, sobre todo. No hay que olvidar que la mayor máquina de mentiras, la que agravó la ya evidente paranoia de Diana fue, nada más y nada menos que la BBC.

En la serie dejan muchas cosas en el cajón. Lo de Bashir y Panorama fue mucho más grave que unos extractos de cuentas falsificados. Hubo ataques personales, acoso e injurias hacia trabajadores de palacio. A la nanny de los chicos, Tiggy, le hicieron la vida imposible. Diana desarrolló una fijación enfermiza, tóxica y machista hacia ella, algo que hoy en día sería inadmisible en un miembro de la realeza o en cualquier expareja.

Lo mismo pasó Camilla con las asquerosas mofas que le dedicaban o sus conversaciones privadas reproducidas en los tabloides. Camilla llegó a sufrir un accidente de coche en pleno acoso mediático. Se dedicaban a crear bulos y los vendían a la prensa, en ocasiones con el conocimiento y el consentimiento de Diana. El del falso aborto de Tiggy, lo propagó la misma Diana y se cabreó y frustró cuando percibió que el bulo no conseguía el eco deseado. Víctima y verdugo a la vez. La nanny fue el cúlmen de los despropósitos. Eso no se le hace a una persona de bien, que se encarga de cuidar a tus hijos. Menos por celos. Los niveles de acoso llegaron a tal punto, que Tiggy tuvo que demandar. Y ganó, pero también tuvo que renunciar al trabajo, a pesar de que los chicos la adoraban. Ese era el problema: que la adoraban.

La deriva de Diana fue totalmente autodestructiva. No hubo manera de pararla. Las personas que más la querían, fueron apartadas por ella misma, sin más. Elton cuenta que si osaban intentar que saliera del bucle y de la conspiranoia, les sacaba de su vida, les acusaba de ser malos amigos, de estar a favor de la "otra parte". Las pocas ocasiones en las que Guillermo ha hablado de esto, parece ser totalmente consciente de lo que pasó. Es más, lo hace con cabreo, como si quisiera llevarse por delante a todos los que colaboraron en hacer la bola cada vez más grande.

Es una desgracia ver como Harry repite de alguna forma el mismo patrón que su madre, sobre todo en el tema mediático y familiar. El acoso de la prensa, hackeándole su teléfono, publicando cartas o mensajes íntimos, y al mismo tiempo como él mismo utiliza a los medios para derribar los muros que protegen su privacidad y la de los demás. No hay que olvidar que él mismo está demandando en los tribunales la intrusión de los medios en su vida, pero al mismo tiempo está exponiendo la privacidad de su familia, sin el permiso de ésta, claro. Él, con lo suyo, puede hacer lo que quiera, inmolarse incluso, pero con la del resto... Y repite también otro patrón. Harry quiso vender que su mayor problema, lo que le llevó a largarse, fue la prensa. En realidad su mayor problema es que su familia no le sigue la corriente. Volvemos a lo mismo, el desacuerdo de otros y querer imponer sus convicciones, condena al aislacionismo más absoluto. No permite el disenso. O aceptan lo que él opina y desea, o se acaba la relación.

Lo más triste de todo es que para 1997, Diana parecía haber encontrado su lugar. Carlos y ella habían hecho las paces, la relación era mucho más cordial y, por supuesto, había logrado quitarse de encima a Tiggy. Volvió a pasar las Navidades en Sandrigham, parecía que las cosas se estaban recomponiendo y de repente aparecen estos dos arribistas en su vida.

Lo que cuenta su amiga Rosa Monckton sobre sus últimos días, lo agobiadísima que se encontraba Diana en sus vacaciones con Dodi, como le dijo que se quería ir de allí y volver a Londres... Es tremendamente angustiante. Rosa le había organizado unas vacaciones tranquilas y totalmente privadas tan solo dos semanas antes. Nadie las molestó, ni a ellas ni a los chicos. Pero esa no era la idea que tenían los Al-Fayed acerca de cómo relacionarse con una celebridad real. Alimentaron al monstruo con todo lo que dispusieron, sin interés alguno en protegerla de nadie ni de nada. Los poderosos y riquísimos Al-Fayed no pudiendo encontrar una islita privada, con seguridad hasta en la misma orilla de la playa, en la que descansar lejos de las alimañas. Venga hombre. Y después de la desgracia, llega papá Al-Fayed romantizando la relación, instalando la escultura de amor eterno en Harrods, empapelando los escaparates y haciendo caja vendiendo souvenirs a diestro y siniestro. Porque Diana representaba eso para él, una forma de conseguir "cosas".

Los Fayed necesitaban exponerla para probar que habían llegado, nunca entendí muy bien a qué jugaba Peter Morgan dedicándole un capítulo completo a Mohamed Al-Fayed casi haciéndolo quedar como un pobre inmigrante maltratado por la aristocracia y realeza británica sólo ahúpado por la dolida Diana para finalmente mostrarlo como lo que era, pero una persona dolida por la muerte de su hijo.

Diana se expuso a todo eso por algo que me permito citar del libro de Tina Brown: (...) "As she entered her thirty-seventh year, Diana told herself she was looking for love. But what she was really seeking was a guy with a Gulfstream. Her needs at this juncture had more in common with those of second-act sirens like Elizabeth Hurley than with those of anyone currently residing in Balmoral." Y lo vuelvo a decir, en 1997 la prensa ya no la quería tanto y no entendía qué quería, pasaba de Bosnia y África a juntarse con los Fayed en la riviera francesa, de la Madre Teresa a las islas privadas, no tenía lógica por lo mismo que dice Clara, venía de lo peor de su obsesión, de patear a la poca gente decente de su círculo y quedarse con los chupamedias que le permitían hacer lo que querían. Su secretario más confiable renunció después de la entrevista de Panorama porque ella se lo ocultó, no quisiera haber estado en los zapatos del pobre asistente que tuvo que contarle a la Reina que eso se filmó a escondidas en uno de sus palacios.

Diana al menos tenía ese no-sé-qué, Harry se casó con su actriz clase B que ni eso y se fueron a pasar vergüenza a USA donde cada vez les cierran más puertas. No han cambiado la monarquía y siguen ahuyentando a los que antes eran sus amigos, los Clooney de ser invitados a la boda a no devolverles el saludo. William entendió muy bien lo que le contaron los amigos de Diana, su versión de los hechos y luego pudo constrantar contra todo lo de los demás y qué recordaba. Eligió ser práctico y seguir adelante cuidando a su familia, Harry sigue en la bronca cual si eso le generara algo positivo, ha quedado solo en California sin oficio ni beneficio. SU decisión.

Una pena habernos quedado con el signo de interrogación de qué habría pasado si,, nunca lo sabremos.

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Hablamos de este tema hace algunos meses en el otro hilo, discutiendo si eran o no Diana y Harry parecidos. El problema de ellos es el mismo, misma personalidad. Era/es narcisistas, caprichosos, hipócritas y autodestructivos. Todo lo malo que les pasa es por culpa de los demás y siempre terminan desechando a las personas que los quieren ayudar por los que le dicen lo que quieren escuchar. Y así es la relación que tienen con la prensa. La aman cuando hablan bien de ellos, les abren las puertas y la usan a su favor. Pero si la prensa es negativa es su peor enemigo, la culpable de todos sus males. Las cosas buenas que realmente han hecho terminan empañadas por este otro lado.

Y otra cosa importante, ambos se creyeron que eran más grandes que la firma, una institución de siglos de antigüedad, pero no se dieron cuenta que pertenecer a ella era su único atributo. La monarquía va mucho más allá de una encuesta de popularidad.

La diferencia entre ellos es lo que alguien llamó como ''don de gentes''. Diana supo manejar la prensa a su favor durante años, y aún hoy en día hay muchísima gente que la idolatra como si fuera la madre Teresa. En cambio, a Harry le duró muy poco, él y su esposa solitos se cavaron su propia tumba, incluso mucho más rápido de lo que muchos pensábamos.



William es muchísimo más parecido a su padre. Y tuvo la suerte de encontrar a alguien que lo ayudara a superar sus traumas. No digo que él y Kate sean perfectos como a muchos les encanta hacer ver, pero aunque sea le ha encontrado rumbo a su vida. Las interacciones de ellos con sus hijos y estos con Charles lo dicen todo. Esas cosas no se pueden actuar.

Yo no pienso tanto en cómo era Diana, o en cómo es Harry, sino en cómo es la prensa, ese tipo de prensa que los vampiriza y factura a su costa. Es terrible, destructiva, y hay que tener mucha cabeza para saber lidiar con ella, para que reme a tu favor y no te hunda. O elegir, si puedes, que te ignore. Dentro de la institución es más fácil de llevar, pero no siempre. Y ahora pienso en lo que está pasando la Reina Letizia... y hasta dónde puede llegar el asunto. A ella la destroza y no lo ha buscado ni lo merece.


The Crown creo que sí muestra la mala calaña de los periodistas, aunque se quede corta.